15. Club de fans

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Todo vestigio de la batalla contra los cazadores fue borrado gracias a las habilidades curativas de Flowar, desde los inmensos moretones y cortes dispersos en el cuerpo de Mewtwo hasta los sutiles raspones de Ania, quien no cabía de agradecimiento por haber sido rescatada de un cruel destino.

Se fueron a dormir luego de que Flowar terminara a causa del cansancio, sin hablar nada respecto a su aventura, sólo querían recuperar energías luego de un día agotador y lleno de emociones.

Así llegó rápidamente el día siguiente, en paz y tranquilidad, con una mañana fresca y esplendorosa, despidiéndose del agradecido Fabián que necesitaba regresar a su casa para dar razón a sus padres.

El grupo de viajeros también debía retomar el camino hacia Vermilion pero no podía. Eve todavía no regresaba al campamento, todos comenzaban a preguntarse si se había quedado dormida, aunque nadie se atrevía a averiguarlo.

Prefirieron no molestarla y esperarla, entreteniéndose viendo a Dyfir mientras realizaba un inventario de su mochila en silencio absoluto, con la chica lanzándoles miradas expectantes cada que podía. Aún no la habían puesto al tanto de lo sucedido con los cazadores, unos por cansancio y otros porque ni querían tocar el tema, ella se mordía la lengua para contener su impaciencia y evitar ser una pesada.

Eve apenas apareció cuando la mañana estaba algo avanzada, robándose la mirada de todos por sus marcadas ojeras y su pelaje alborotado. No dio razones de su retraso a pesar de que ahora quedaba claro que dormida no estaba, sólo les preguntó si estaban listos y se dirigió al camino sin esperar respuesta, por lo que Dyfir tuvo que meter lo que quedaba a los golpes en la mochila para no quedarse atrás.

Ese fue el momento que aprovecharon los hermanos para contarle a Dyfir los detalles de lo sucedido el día anterior. La joven pedaleaba enérgicamente, sin ocultar su asombro ante lo que escuchaba, especialmente con el tema referente al Scizor y cómo se las ingenió para hacerle frente a Mewtwo, el primero que saltó a desacreditar la existencia de un ser con tales cualidades.

Mientras la entrenadora se entretenía armando una teoría que justificara lo sucedido a Mewtwo, hablando de ello como si no fuera más que un exceso de confianza del clon, él hacía todo lo posible por ignorar su exposición de motivos. Tan sólo recordar el bochorno de aquella batalla lo enojaba a niveles inauditos y no quería desquitarse con Dyfir.

Para Mewtwo era completamente inaceptable que un Scizor lo hubiese avergonzado de esa manera. Sabía desde el principio que estaba en desventaja, no sólo porque los bichos tenían una resistencia natural ante los poderes mentales, también el exoesqueleto metálico le ayudaba a repeler su fuerza psíquica; por eso ni se tomó la molestia de inmovilizarlo en cuanto lo vio salir del vehículo.

¿Pero que destruyera su Barrera con tanta facilidad? ¿Así nada más? Lo había hecho parecer un completo novato.

Resopló con profunda frustración. No le molestaba perder siempre y cuando su orgullo se mantuviera intacto, algo que protegió un poco al no dejarse noquear por el insecto. Se le escapó otro resoplido al percatarse de que estaba pensando sandeces. Esa era una anécdota que se aseguraría de olvidar lo más pronto posible.

Aún cuando estaba decidido a no tomárselo tan a pecho, porque las posibilidades de encontrarse nuevamente con ese bicho eran casi nulas, algo en Blaze lo enojaba a sobremanera y no lograba dar con el motivo. ¿Su habilidad en batalla le producía celos sin darse cuenta? ¿Le exasperaba que hiciera tanta alharaca para ser el centro de atención? ¿No soportaba su altanero tono de voz? ¡¿Cómo demonios le producía semejante furia un estúpido bicho?!

Estaba tan rabioso con respecto a Blaze que sentía que iba a estallar en cualquier momento, fantaseaba con la idea de pulverizar una montaña porque sabía que tenía el poder suficiente para hacerlo y eso lo haría sentirse mucho mejor. Aunque la tentación era enorme sabía que no era la mejor de sus ideas, prefería soportar su enojo en silencio antes que llamar la atención, así evitaba que los hermanos le hicieran preguntas incómodas.

Pokémon EGN: Hoy es el fin del mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora