Vamos a imaginar, solo por un momento, que existe un mundo para los dos. Un lugar donde el tiempo no pasa, donde el frío no hace temblar nuestro cuerpo ni el calor derrite nuestra piel. Aquí mirar tus ojos no es pecado, besar tus labios no está penado. Mis problemas se difuminan en tu presencia, tus palabras de aliento alejan los miedos de mis carencias. Tú, junto a mí, creaste este mundo donde yo puedo ser yo. Mi mejor yo.
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Cartas desde el olvido
RandomA veces, y solo a veces, quieres escribirle al olvido. A ese amigo que nos protege llevándose las cosas malas e iluminado nuestra vida con esperanza. A esa brisa que te trae tristeza y melancolía que te permite saber el valor que tiene el hecho de s...