Vladimir, mi tío, está vivo.
No puedo pensar nada más.
Tal vez llevar a Lenna lejos sea lo mejor. Casi la ví morir y no estoy dispuesto a dejar que él termine con ella de una vez. Va a volver por ella y cuando lo haga voy a estar aquí, preparado para lo que sea.
Van tres semanas desde que Lenna y mi hija irrumpieron en mi apartamento; tres semanas en las que no he sabido nada de Francia.
Zoe y yo hemos tomado esta rutina de ver una película mientras Lenna prepara la comida. No había tenido una verdadera rutina, ni una comida casera, desde hacía mucho.
La tarde va tranquila, todo va bien. La comida es amena y en verdad disfruto mucho este estilo de vida.
—Necesitas un trabajo —dice Lenna tan pronto nuestra hija desaparece —. También ver a Francia —no me deja ni parpadear—. ¿Eres conciente de que en algún momento me iré, verdad?
Siento mi estómago revólverse.
—No necesito un trabajo.
—Lo necesitas. Es deprimente ir a trabajar, volver, y verte pegado al teléfono casi en la misma posición.
—Soy millonario.
—Yo también— se encoge de hombros—. En la fundación necesitamos un abogado...
—¿Me estás ofreciendo trabajo?
—Solo mientras consigues un rumbo.
Lo pienso un poco. Sé que tiene razón, solo no sé si seré capaz de trabajar allí sin involucrarme personalmente.
—Lo haré —sonríe—. Pero quiero una oficina.
—Sobre Francia...
—No hay química entre nosotros... bueno... el sexo es bueno...
—Creí que eras de una sola noche —me encojo de hombros.
—Aunque lo intento ella es tan cerrada. La última vez que hablamos de sexo terminó llorando.
—Debiste comportarte como un idiota.
—¿La estás defendiendo?
—Ya estuve en sus zapatos —habla mientras comienza a limpiar la cocina— Y de verdad eres un auténtico cabrón cuando te lo propones.
Me rasco la cabeza mientras ella continúa y trato de ayudar sin estorbar
»Sé que no la quieres, tal vez ni siquiera quieran intentar conocerse, pero hay un bebé en el medio, Adrián, no es como si pudieran seguir con sus vidas como si nunca se hubieran conocido.
—Así que esto es por el niño —suspira.
—Lo es. Ella no me agrada pero te necesita.
—¿Lo dices por Ivashkov?
—Lo digo porque he vivido embarazos sola.
Veo el reloj. Siete en punto, espero que Francia esté en casa o me veré cómo un auténtico idiota.
Toco la puerta y espero unos segundos hasta escucharla caminar.
—¿Quién? —pregunta aunque está al otro lado de la puerta.
—El desayuno— bufa y acto seguido abre la puerta—. Antes de que me golpees con la puerta déjame disculpar.
Pongo la bolsa con el desayuno frente a mí.
»Sé que me he comportado como un verdadero hijo de puta, y lo siento, solo no sé cómo actúar ante esto... prácticamente somos un par de extraños que van a tener un bebé.
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En ésta no (#3 PeR)
ChickLitUn divorcio, una mujer que nunca se aleja del todo y tener el corazón roto son una combinación letal. Después de su divorcio, la muerte de su hermana y la inminente derrota ante alguien que siempre pareció joderlo y arreglarlo todo en un parpadeo, l...