El funeral del abuelo de Lenna ha sido hace ya un par de semanas y poco a poco todos parecen regresar a la normalidad. En cuanto León Abbott toma la dirección de las empresas la familia se separa, siendo la viuda la primera en huir del país.
—Siempre es bueno verte, Adrián —León Abbott se levanta de su asiento para recibirme.
—Se ve mejor que la última vez —asiente y casi sonríe— ¿Cómo está?
—Parece estar... bien. —vuelve a su lugar y me invita a sentarme— No es como antes, pero mejora poco a poco— su secretaria entra dejando dos botellas de agua y sale con rapidez—. Creí que la muerte de mi papá le afectaría más.
—¿Puedo... podría hablar con ella? —duda un momento, para finalmente asentir.
Pronto la madre de Lenna abre la puerta de la casa y me dedica una débil sonrisa, nunca entendí el porqué de la renuencia de la familia por contratar más personal. Mamá jamás abriría la puerta o entraría a la cocina.
—Disculpa el ruido, cariño— las paredes y ventanas de la casa tiemblan a causa de la estridente música que alguien parece estar escuchando arriba.
—Usted no parece ser de las que escuchan algo así— ríe.
—Claro que no, esa es Lenna— su sonrisa se evapora y juraría que ello la hace envejecer un par de años.
—¿Quieres que le avise que estás aquí? —niego.
—Si no le importa me gustaría dárselas en persona— señalo el ramo de rosas y ella asiente.
—Siéntete como en casa —paso a su lado y emprendo la marcha rumbo a la nueva habitación de Lenna.
Conforme avanzo el estruendoso sonido se hace más fuerte y temo quedar sordo después de esta visita. Cuando estoy frente a su puerta dudo en llamar, al final decido que ella no escucharía y entro esperando encontrarla dándome una mala mirada...
—Te dije que iba a salir bien —Ángel cierra el portafolio mientras esperamos que la sala se vacíe—. Eres un buen padre, Igor —no intento ocultar mi enfado por el apodo.
—Creí que ya lo habías superado.
—Jamás —sonríe y ambos guardamos silencio.
Me rasco la nuca intentado parecer despreocupado.
—Gracias, Ángel —por un momento su expresión vacila—... por esto.
—Lenna te lo dijo —suspira.
—Creí que nos odiábamos.
—El que no te quiera cerca de mi mujer no significa que te odie— medita unos segundos—. Aunque puede que sea el caso—niego divertido— .Sé que te hiciste a un lado, y no tengo como pagártelo, Adrián, esto es nada comparado con lo que hiciste por mí.
Me tenso y lo veo alejarse.
No sé cómo sentirme después de lo que dijo. Al final decido que no es algo de lo que deba estar orgulloso, lo hice por ella no por él.
—¡Papi! —Zoe se lanza a mis brazos apenas se abre la puerta— ¿por qué no viniste antes? —se pega a mi pecho y me abraza— Mami dice que me llevarás al mar.
Sonrío mientras mi hija continúa hablando y los gemelos se acercan para saludar.
—Adrián, hola —los gemelos hablan al mismo tiempo para después negar con la cabeza, supongo que después de tanto tiempo juntos están acostumbrados.
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En ésta no (#3 PeR)
Chick-LitUn divorcio, una mujer que nunca se aleja del todo y tener el corazón roto son una combinación letal. Después de su divorcio, la muerte de su hermana y la inminente derrota ante alguien que siempre pareció joderlo y arreglarlo todo en un parpadeo, l...