capítulo quince

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Mis dedos están entrelazados con los de Draco, él me acaricia la mejilla con la mano que tiene libre. Seguimos en el sofá de cuero negro, muy juntos, como uno solo.

Hablamos del pequeño engaño que sufrí en el trabajo de Astronomía hasta que suena la alarma mágica que indica que la poción ya ha reposado lo suficiente y está lista.

—Tenemos que ir a ver que tal ha quedado —le digo a Draco.

Él me mira con cara de pena y me ruega que nos quedemos un rato más. Yo niego con la cabeza y me levanto del sofá riendo. Draco bufa pero se resigna a hacer lo mismo que yo.

Cuando ambos llegamos al caldero, el de Slytherin me abraza por la cintura. Esto se ha convertido en una cosa relativamente normal pero para nada voy a quejarme. Intento poner la poción dentro de una botella mientras Draco se dedica a dejarme un seguido de besos por todo el cuello, explorando cada centímetro de mi piel.

—Oye, dragón, así no hay quien se concentre —le comento—. No podría desear más tus besos pero espera a que acabe.

Él ríe y se aparta un poco de mí, lo justo para que yo pueda trabajar con tranquilidad. Termino de cambiar de recipiente la Amortentia y me doy la vuelta para poder ver a Draco. Le sonrío honestamente y pongo ambas manos en su nuca, acariciando su rubio pelo. Él me mira con seriedad y me tenso levemente.

—Espero que no te parezca demasiado osado o repentino, ____, pero quiero pedirte que seas mi pareja durante el baile de Navidad —dice él y yo pongo cara de asombro—. Entendré que no quieras o que ya tengas otra pareja, no te preocupes. Tenía que intentarlo.

Su expresión cambia y por primera vez puedo ver un destello de inseguridad en su mirada. Sabía que en algún momento mostraría su lado más débil y disfruto viendo como el Príncipe de Slytherin es un humano como cualquier otro.

—Draco, el problema no eres tú, ni yo. El problema son los otros, son mis amistades —le contesto con voz dolida—. No quiero perder a los de Gryffindor, los considero mis amigos y son muy importantes en mi vida. Me pensaré tu propuesta, de verdad, pero espero que me entiendas.

Él sonríe aún más dolido que yo y se aparta de mí. Yo lo sigo con la vista mientras da una vuelta por la sala, noto que evita encontrarse con mi mirada y eso hace que me sienta mal. Sé que para que Draco esté así es necesario que el sufrimiento se haya apoderado de él y no soporto que la fuente de tal sentimiento sean mis palabras.

Al cabo de unos largos minutos, el rubio se vuelve a dirigir a mí. Sus grises ojos me transmiten tristeza pero igualmente hace el esfuerzo de sonreír. Esa sonrisa me rompe un poco por dentro, ¿cuántas veces la habrá tenido que forzar?

—Te entiendo —dice Draco—, pero no puedo dejar de aconsejarte que seas valiente. Como tú misma me dijiste un día: lucha por lo que quieres. Aunque no seré yo quien te obligue a elegir entre tus amigos y yo. Eres libre, ____, tenlo siempre en cuenta.

Dicho esto, se dirige hacia la puerta y, antes de que pueda evitarlo, sale por ella. Fugaz. Como todo en la vida.

Yo decido no seguirlo, sé que ambos necesitamos tiempo para estar solos. Voy hacia el sofá y lo encuentro vacío y helado, qué ironía, hace un momento parecía estar en llamas.

Cuando Draco y yo estamos juntos, ardemos. Somos como una segura serpiente y una astuta águila; una pareja realmente extraña pero con una simbiosis única.

Me siento en el sofá y pongo mis manos en el pelo, lo despeino con rabia. El día de hoy me ha superado pero hago el esfuerzo de reflexionar sobre todo lo ocurrido.

Desde el primer momento algo me dijo que Draco revolucionaría mi vida, y así mismo ha sido. Cuando está cerca de mí, cada célula de mi cuerpo parece estar atraída por él, por su seguridad en sí mismo, por su habitual frialdad y su inusual dulzura en momentos clave. Todo esto hacen de él una persona única y muy especial.

Desgraciadamente, mis amigos no piensan igual. Lo más seguro es que si yo llegara a tener una relación con el de Slytherin, Harry y Ron jamás volverían a hablarme. No podría soportar que eso pasara, por lo que tengo miedo a arriesgarme y a que todo salga mal. Tengo miedo a perder a mis amigos pero también lo tengo a perder a Draco.

Mi mente ahora mismo es un maldito lío y no veo como resolverlo.

Miradas [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora