Érase una vez... Nosotros

Fiebre de amor

Al día siguiente un chico corría presuroso por los pasillos del colegio, se le había echo malditamente tarde y estaba a punto de no llegar a pociones. Su mente divagaba entre sucesos del día anterior, sonrisas traicioneras escapaban de sus labios y sus lentes resbalaban a cada paso apresurado que daba. No podía creerlo ¿Realmente era posible? Realmente... realmente estaba pasando.

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Apple White estaba de buen humor, había descansado como nunca, el día era esplendigioso, el sol brillaba, los pájaros cantaban y había sido alagada por su profesor, ¿Qué podía salir mal?

Entro al salón de clases completamente entusiasmada, pero el ánimo se vino abajo al ver tantas caras tristes. Primero Hopper suspiraba con tristeza una y otra vez observando a Briar, Apple entrecerró las cejas y decidida camino hacia donde se encontraba su amiga, se acomodó de tal forma de que pudiera evitar que el chico siguiera viéndola. Volteo a su alrededor y ahora era el turno de Daring, lucia triste y perdido entre sus pensamientos, a su izquierda Sparrow se mostraba normal, sus manos iban de un lado a otro entre las cuerdas de su guitarra "todo bien por ahí" pensó Apple aprehensiva, no confiaba en ese maleante en lo más mínimo. Por otro lado, Ashlynn suspiraba, pero contrario a los suspiros de Hopper esta suspiraba amorosamente, nuevamente entrecerró el ceño y suspiro hastiada. Luego miro a su amiga Briar que se encontraba dibujando algo en su cuaderno, asomo un poco la cabeza y vio que era lo que estaba haciendo, un dibujo... un dibujo de un sapo y una rosa... Briar debe estar volviéndose loca. No, no iba a permitirlo, no iba a dejar que una de sus mejores amigas se le escapara nuevamente, no lo iba a permitir, no perdería a más royal, ya no más. Retorció uno de sus cabellos y concentrándose empezó a planear una que otra cosa.

Por otro lado, Raven entraba corriendo al salón, su tiara se venía cayendo, sus cuadernos se resbalan de entre sus manos y presurosa tomo asiento en su lugar, miro confundida el asiento al lado del suyo. Vacío. Suspiro resignada y dejo sus cosas en su sitio, tomo asiento y empezó a jugar con su cabello ausentemente, una sonrisa se instaló automáticamente en su rostro al recordar la noche pasada y ni cuenta se dio de que Apple la miraba aprensiva.

El profesor entro a clase y curioso miro a sus alumnos, sonrió malévolo y empezó la clase.

-Espero hayan dormido bien, mis queridos alumnos. Este día maravilloso les enseñare una poción de cuento, apuesto a que nunca habían preparado una como esta.

Todos miraron aburridos al profesor Rumpelstiltskin, siempre quería asustarlos y hacerlos hilar paja, sin embargo, ya nadie temía a sus amenazas tan absurdas. Este los miro molesto y nuevamente una sonrisa se instaló en su rostro.

-Parece que a muchos no les interesa lo que estoy a punto de enseñarles, no hay problema. Quien quiera retirarse de esta clase es libre de hacerlo, doy mi palabra de que nada de lo que pase hoy vendrá en el examen. – Sonrió nuevamente, todos los alumnos lo miraron sorprendidos, a los segundos los rostros de los chicos se buscaban entre ellos tratando de descubrir cualquier pista y saber si era cierto lo que decía o si solo estaba bromeando – Os lo aseguro muchachos, este día estarán exentos de clase y si no cumplo mi palabra entonces me pondré a hilar paja lo que reste del semestre.

En ese momento la puerta se abrió estrepitosamente, todas las miradas se dirigieron hacia la puerta y de esta Dexter Charming entraba torpemente, Raven se sonrojo complemente y escondiendo su mirada, oculto la sonrisa embobada que se le había escapado.

Dexter sintió todas las miradas encima y avergonzado camino directo a su asiento, saludo a Cupido que triste le regreso el gesto y se quedó observando como el chico se sentaba al lado de Raven.