Cuentos sorprendentes

855 62 34
                                    

La historia que les voy a contar a continuación ocurrió hace muchos años, tantos que me es imposible contarlos. Érase una vez, en un lugar muy lejano, donde nadie envejecía, donde lo perdido era encontrado y las aventuras se vivían día con día.

La Reina malvada lanzaba un hechizo sobre todos los reinos posibles, ya había logrado conquistar el país de las maravillas, y ahora este mundo también le pertenecería. Hadas, duendes y criaturas corrían de un lado a otro para resguardase, sirenas huían hacia el fondo de la laguna y los indios tomaban sus armas dispuestos a luchar por su tierra. Sin embargo, nadie se salvo y aquel Reino nunca más se volvió a ver. Cuentan los relatos, que incluso aquellas historias pertenecientes a ese mundo se perdieron, se borraron para siempre jamás y todos los personajes desaparecieron. Hay quienes narran que los seres de ese lugar siguen esperando pacientemente a que les liberen, hay otros cuantos que se atreven a decir que todos perecieron una vez desaparecida su historia, y finalmente hay quienes niegan vehementemente su existencia, exclamando enloquecidos que jamás hubo ni habrá reino tal. Una leyenda de terror se formó alrededor de aquella historia, un relato contado para asustar a los niños, pero todos coincidían al decir que nunca jamás existió ni existirá, aquel reino lejano en la segunda estrella a la derecha.

Minutos después todos los personajes estaban mirándose los unos a los otros, algunos mostraban miradas pálidas, otros sonreían enormemente y otros tenían la mirada perdida, pero sin duda alguna a todos se les fue la voz por completo. La luna brillaba en lo mas alto, el cielo despejado por completo y la segunda estrella a la derecha presenciaba solemnemente aquel momento.

El director Grimm miraba expectante a todos sus alumnos, una pequeña sonrisa asomaba en sus labios, al principio se había molestado al notar que la señorita Swan había salido corriendo, sin embargo, su humor mejoro al ver como varios personajes exclamaban querer seguir sus destinos.

Su hermano a su derecha frunciendo el ceño, tomaba de su chaqueta un pañuelo y limpiaba lentamente sus anteojos. Frente a él podía ver los rostros aturdidos de los alumnos, pudo notar casi imperceptibles lagrimas en rostros de algunos, quienes menos esperaba se encontraban petrificados y completamente pálidos y muchos atemorizados. Tal vez esto no fue una buena idea.

-Era necesario que presenciaran lo que sea que presenciaron esta noche. Tal vez a algunos no complació por completo lo que vieron y puedo notar que a muchos otros entusiasmo la idea de su vida venidera, a pesar de eso quiero que sepan que TODO y CADA UNA de las cosas que han visto están destinadas a cumplirse – Exclamo el director haciendo énfasis en una que otra palabra, mirando orgulloso a todos los personajes ahí presentes - Siempre, cada cosa que un personaje ha presenciado aquí se ha cumplido, así que no duden que pasara – Mirando una ultima vez a los chicos, dio media vuelta y sumamente animado camino directo hacia la salida de aquel lugar.

Giles Grimm miraba con pesar a su hermano, a pesar de todo no había cambiado y seguía insistiendo en que todos debían cumplir su destino. Varios personajes emprendieron la marcha detrás del director, platicando sobre lo que habían visto y de lo que posiblemente les esperaba en algún futuro, solo unos cuantos completamente desanimados se quedaron en aquel lugar, sin ganas de hablar o siquiera salir de ahí. Giles los miro con tristeza, Madeline le mira implorante, muda por completo como jamás se podía esperar de ella, le sonrió enternecido, tosió brevemente y decidido hablo frente a ellos.

-Deben saber que, aunque aquella posible visión que han visto esta noche está destinado a cumplirse, no sabrán hasta ese momento el motivo por el cual se cumplirá, a veces la vida nos lleva por senderos desconocidos, donde pasaremos por miedo y tragedias, pero también por la dicha, el amor y la felicidad. No traten de cambiar nada de lo que han visto esta noche, porque mientras mas lo intenten mas ese destino se aferrara a aparecer – Todos lo miraron sorprendidos, de las personas que pensaron diría algo como aquello jamás hubieran imaginado que Giles Grimm fuera esa persona – Sigo creyendo que cada quien debe decidir sobre su destino, pero si debe suceder entonces recuerden que sus decisiones y sus acciones son quienes decidirán el cómo y por qué de todo aquello y tal vez de esa manera, aunque sea inevitable será porque ustedes lo han decidido y no porque es lo que su destino les demanda. Solo en ustedes esta decidir la forma en que quieren que se cumpla aquello que han visto. Y no olviden nunca, que sin importar lo que paso esta noche, lo verdaderamente importante es saber quiénes son ustedes, quienes quieren ser y en quienes quieren convertirse.

Érase una vez... NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora