En su séptimo domingo de descanso y cita, irían a pedir el brunch a Brooklyn en Roebling Tea Room, muy temprano.
—¿Por qué a esta hora un domingo? —Preguntó Ángela un poco somnolienta, preparando su café.
Tenía sus gafas de sol y un pequeño sombrero ocultando el hecho de no haberse peinado.
—Es lindo venir aquí a esta hora, mira la pureza de Brooklyn —Contestó Steve, sonriendo.
Él se había quitado sus gafas de sol pero seguía con su cachucha, tan varonil y guapo.
—¿Pureza? —alzó una ceja—. ¿No ha cambiado?
—Físicamente sí, pero las personas siguen siendo cálidas. Estar aquí para mí es regresar a mi hogar.
—Se siente bien estar aquí. Y tomar el desayuno contigo en Brooklyn, es más que perfecto —Sonrió ella.
Él sonrió y le tomó la mano para besar su dorso.
—Me gustaría saber algo sobre ti, Angie —dijo él—. ¿Qué lugar consideras tu hogar? El mío es aquí, Brooklyn. Pero tú has viajado por todo el mundo...
—Uhm... No creo tener un lugar físico como hogar —Se quitó las gafas para mirarlo a los ojos con más cercanía, a él le encantó ver los ojos celestes de ella—. Con toda la inestabilidad que he tenido llegué a la conclusión que yo soy mi hogar y puedo hacer de cualquier lugar mío... Pero últimamente me he dado cuenta que... Tú eres mi hogar ahora —Le miró tímida con una pequeña sonrisa.
Steve la miró con una enorme sonrisa y se acercó a besarla de forma que le quedara bien claro a Ángela que nunca la dejaría.
—Y tú el mío.
Ese día, Ángela le dió una gran lección a Steve. Él estaba tan sujeto a un lugar y a un tiempo, sin darse cuenta que el podía construir algo mejor. Pero ahora lo sabía y estaba consiente que podía construir grandes cosas junto a Ángela.
• • •
Ángela creyó que pelearía con Thor en la mañana del lunes, pero Steve la sorprendió diciéndole que él sería su rival. Ella sonrió ampliamente, tenía un gran conocimiento de su contrincante por lo que sabía exactamente en dónde atacar. Ese enfrentamiento no fue como los pasados —que siempre terminaban en una demostración amorosa—, sino que fue serio y con golpes reales. A pesar de su corta edad y su breve entrenamiento de menos de un año, Ángela le dió una gran pelea pero no logró ganarle.
• • •
El octavo domingo fue de resurrección —hablando de religión—, a Ángela ésto la tenía sin cuidado hasta que Tony dió un aviso importante.
—¡Buenos días a todos! —Anunció el ingeniero al llegar a la cocina donde todos estaban desayunando.
—Cuanto entusiasmo Tony, ¿Qué sucede? —Preguntó Natasha quién se extrañó del comportamiento inusual.
—¿Cómo que qué sucede? —Preguntó agobiado—. Hoy resusitó Jesús, es el inicio de la primavera y he escondido huevos de pascua por toda la torre. Para que se sientan unos niños, deben encontrarlos y el que encuentre el mayor número le daré una sorpresa —Sonrió al acabar
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I N M O R A L » Steve Rogers » |Completa|
FanfictionAnteriormente llamada "La edad es sólo un número" Ésta historia fue editada, reescrita y reesubida. |Completa| ---------------------------------------------------- Una chica jóven, demasiado joven como para saber qué es el amor, se en...