Te amo.

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Omnisciente.

No era fácil para Camila saber que toda su familia estaba en contra en de su relación, y aunque esto sonara muy del sigo XIX era lamentable saber que aún sucedía en nuestra época donde miles de jóvenes eran rechazados por toda su familia al enterarse que aman a alguien de su mismo sexo, muchos no teniendo dónde ir y sin rumbo sintiéndose solos y abandonado, porque no todos tenían la suerte de Camila que era Bien recibida en la casa de sus suegros junto a su amada Lauren, aún así de todo el panorama bueno a pesar de lo sucedido ella no podía dejar de sentir el dolor en su corazón debido al rechazo de su familia. Porque no solo fueron sus padres y hermano quienes le dieron la espalda ese día cuando supieron la verdad, sino también sus tíos, primos y lo más importante para ella su abuela. Sentía su mundo venirse abajo con cada momento que pasaba y a pesar de intentar ser fuerte, refugiándose en los brazos de Lauren sabía que el dolor que sentía era aún más profundo que todo lo demás, no podía evitar llorar noche tras noche en los brazos de Lauren, suplicando que su familia la perdonara y aceptara su amor con Lauren, se sentía sola y abandonaba, necesitaba a su mamá en su vida, a su hermano e incluso a su padre que tanto la consentía porque ellos eran las personas que más amaba pero amaba mucho más a Lauren y por eso había decidido quedarse a su lado sin importar todo lo que perdía en el intento.

Lauren comprendía a su novia, sabía que para ella no era fácil saber que su familia no la apoyaba porque ella se sentía de la misma forma cuando Clara la rechazó cuando supo la verdad pero todo cambió con su madre y había sido para bien porque en esos momentos la mujer había sido un gran apoyo para su novia en esos días tan difíciles. Pero nada se comparaba con el apoyo de una madre y ella lo sabía por lo que intentaba ser lo más fuerte para Camila, siendo paciente cada noche al escuchar su llanto sin querer ir y partirles la cara a todos los Cabellos Estrabao por ser unos idiotas con la mujer más maravillosa que sus ojos habían visto, porque odiaba saber que la hacían llorar y en el fondo deseaba que todo fuera diferente para ambas.

Incluso un noche pensó dejar a la morena para que pudiera ir con su familia, pero como si Camila hubiera leído su mente se lo prohibió cuando le dijo que la amaba y a pesar de que sufría por su familia sabía que había tomado la decisión correcta al elegir su felicidad y su corazón antes de darle en el gusto a los demás siendo completamente infeliz. Lauren supo que el dolor en algún momento iba a pasar y hasta que eso sucediera ella se mantendría a su lado.

-Papa pregunta si iremos las Islas con la familia.- dice Lauren dejando sus pertenencias en el velador para meterse en la cama junto a su chica que ya teñí el rostro decaído esa noche.

-No lo sé si irnos muy lejos es una Bueno opción, menos si es Medio Oriente, además de que no puedo costear ese pasaje y no quiero que tu familia gaste dinero en mi... sabes que no quiero aprovecharme de ustedes más cuando me han brindado tantas cosas estos días, como ropa y lo necesario para vivir.- le explica pero Lauren negó.

-No eres ninguna molestia mi amor.- beso sus labios cortamente. -Sabes que con gusto lo hacemos, eres la mujer que amo, además que el abuelo me dio una buena cantidad de dinero por hacerles los planos de la casa así que puedo costear nuestro viaje si así deseas ir.- le dice suavemente. -Pero si quieres que nos quedemos podemos ir a un lugar más cerca, con mis papás que estarían felices de cambiar su destino por nosotras, no es que sería la primera vez que van a esas Islas.- le explica.

-No quiero incomodar...- dice suavemente.

-Quizas sea bueno salir juntas a otro lugar para distraer nuestras mentes.- acaricia su espalda mientras que Camila apoyaba su cabeza en su pecho buscando refugio y protección que tanto necesitaba pero solo en esos brazos encontraba. -Olvidarnos de la realidad.- le propone.

Detras de la Amistad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora