Rota.

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Omnisciente.

Lauren despertó sintiendo la cabeza doler Tan fuerte como si hubiera tenido una borrachera la noche anterior, pero no era esa la situación aunque lo hubiera deseado, sino era el efecto que provocó el llanto desolado por horas hasta caer dormida en la cama que tanto tiempo compartió con Camila, pero aún así no podía dejarse morir por mucho dolor que sintiera, por muy rota que estuviera esa mañana ella aún tenía sus sueños propios, metas y responsabilidades en la Universidad, quería ser una arquitecta de excelencia e iba a luchar por eso, ignorando su corazón, además que sabía que manteniendo su mente ocupada era lo mejor sino entraría en una depresión y odiaba las depresiones porque la destruían hasta lo más profundos. Ella se puso de pie sacando un remedio de su velador para beberlo con la botella de agua, eso debería aliviar al menos el dolor de cabeza.

Deseaba que hubiera un remedio para sanar las penas de amor, pero era imposible, nada iba a borrar el dolor que sentía cada vez que las palabras de Camila llegaban a su mente. Seguía amando a la mujer con todo su corazón, pero sabía que si ella no era feliz a su lado no podía obligarla a ser infeliz, siempre iba a privilegiar la felicidad de Camila antes de la de ella, y si la morena era feliz ella también lo sería por muy difícil que eso sonara. Debía seguir adelante con su vida, el tiempo debería ayudarla a sanar, estaba segura de eso.

Salió del baño veinte minutos más tardes luego de haber tomado una ducha y hecho sus necesidades, para caminar al armario viendo las pertenencias de la mujer que tanto amaba aún en el lugar. Soltó un largo suspiro para tomar los jeans azules junto a sus zapatillas y una polera de color negro junto con una chaqueta del mismo color, se vistió de manera lenta mirando la hora en su reloj de mano, sabiendo que había perdido la primera clase y la última del año, luego se conseguiría la materia con alguna de sus compañeras o compañeros, sinceramente no se iba a estresar por eso. Salió de su habitación yendo a la cocina a pasos lentos, lo primero que vio fue a su madre bebiendo una taza de café mientras comía un pastel sentada en la mesa. Clara apenas vio a su hija se puso de pie para envolverla fuertemente en sus brazos sin decir nada, tan solo la aferró fuertemente a su cuerpo escuchando algunos sollozos escapar de sus labios, Lauren seguía sufriendo por muy fuerte que intentara mostrarse.

-Si te consuela saber, Camila no esta en un mejor estado que tu.- le empieza a decir. -Esta destrozada y lloró durante toda la noche en la habitación de invitados.- Lauren alzó la mirada para verla a los ojos.

-No se fue con los Cabellos.- dice en una afirmación que su madre asintió.

-No se podía ir siendo que te ama, ella lo sabe.- le dice sincera.

-No fue lo que dijo mamá... la hubieras escuchado.- suelta un suspiro. -No se qué pasó con ella, no comprendo su cambio de actitud pero yo no quiero seguir jodiendo su vida como ella dijo que lo hacía, la amo mamá y si ella es infeliz a mi lado la debo dejar ir.- Clara asintió, sabía que Lauren tenía tomada su decisión porque a pesar de saber que sucedió Camila solo le contó, no le dio explicaciones ya que la muchacha era más lágrimas que personas el día anterior.

-Solo te pido que no te cierres ante una idea, abre tu mente y si Camila te pide hablar, hazlo.- acaricia sus mejillas suavemente. -Cuando estamos molestos decimos cosas que no queremos, porque somos impulsivos, habla con la mujer que amas y escúchala.- le pide.

-Es difícil cuando me hizo daño, pero bueno...- se separa completamente. -Debo ir a la Universidad, la vida no se detiene porque mi corazón esté roto.- le dice secando sus lágrimas.

-En eso tienes razón, cuando vuelvas te tendré algo rico.- besa su frente. -Camila se fue temprano con Lucy.- le anuncia.

-Gracias mamá, por entenderme.- le dice sincera, Clara le sonrió.

Detras de la Amistad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora