Día 3.

344 46 17
                                    

Este capítulo está narrado desde la perspectiva de Craig Tucker.

Me levanté indispuesto. Cada vez faltaba menos para el fatídico día en que todo se resolvería. Aún no le había dicho a Tweek que iba a participar en aquel ritual, de hecho, tampoco sabía las consecuencias. Intenté ocultarselo, pero sería injusto con él, no podía pasar otro día más engañandolo.

Agendé una cita con él en el parque del pueblo. La rueda de la fortuna, atracciones, ganar peluches, tirar botellas, esas cosas estúpidas entretenían a la gente, supongo que Tweek podría gustarle hacer algo de eso.

Cuando le pregunté acerca de la  hipotética cita él la aceptó rápidamente, lo notaba emocionado por ir a un parque. Cuadramos todo, tiempos, dinero, comidas y permisos, sería un día agradable. Durariamos cerca de 6 horas allí, regresariamos en la noche a casa, claro, habiendo hablado primero de lo que pasaría.

Primero fui a recogerlo a su casa. Yo llevaba un abrigo azul, una gorra roja que él me había regalado, y mis jeans de siempre.

Al tocar el timbre me recibió su padre, mi suegro, muy amable por cierto.

–Hola, ¿está Tweek?

–Oh, hola Craig. Claro, sigue si deseas, está arreglandose.

Entré a la casa y me senté en la sala a esperarlo. Empecé a compartir unas palabras con su padre, y también con su madre, quien estaba allí.

–¿A donde quieres llevarlo?

–Al parque del pueblo, sería agradable pasar un buen rato con él.

–¿Tienes dinero? Si necesitas algo te podemos ayudar.

–No hace falta, ya llevo lo necesario para que la pasemos bien.

Bajando de las escaleras apareció él. Hermoso como de costumbre. Estaba muy bien arreglado, se había esmerado.

Llevaba una camiseta verde, una gorra negra que dejaba peinado su cabello rubio, unos shorts beige y sus habituales zapatos blancos.

–H-hola Craig.

–Hola cariño.

Me acerqué hacia donde estaba, le do un beso en sus labios y proseguimos a despedirnos de los padres.

–M-mamá, papá, v-vuelvo a las 5 de la tarde.

–Si quieres puedes llegar más tarde hijo —Dijo el padre de Tweek.

–Vale hijo, que la pases bien con tu novio —Dijo la mamá de Tweek.

–Bien, ¿Vamos amor? —Le pregunté, tomándolo de la mano.

–S-si.

Nos tomamos de las manos y salimos de casa. Había pensado en llevarlo en taxi, pero realmente quería disfrutar de ese día junto a él, podría ser el último.

Sinceramente no sabía si decirle en ese momento o no, estaba preocupado por como podría reaccionar ante esa situación. Hice silencio por bastante tiempo mientras pensaba, Tweek lo notó, no dudó en preguntarme porqué estaba así.

–A-amor, ¿pasa a-algo? —Me preguntó con su voz aguda.

–Nada cariño, sólo... estaba feliz de poder estar contigo otravez.

Tweek suspiró alegremente, hizo una sonrisa y se sonrojó un poco. De ahí, seguimos el camino como si nada.

Avanzabamos poco a poco, si veíamos algo interesante hablábamos acerca de ello, pero sin llegar a extender la conversación. No resultaba incomodo, aunque lo parecía, los dos disfrutabamos de la presencia del otro, incluso si este no decía ni una sola palabra.

Final InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora