Cita con Kyle

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Volví a casa junto a Kyle. Aunque, todo tomó un poco más de tiempo, pues acercandonos a nuestro destino quedé en evidencia de que no había comido nada en todo el día.

-¿Tienes hambre Kenny?

-Lo de costumbre viejo, ya comeré algo -Respondí de forma despreocupada.

-¿Tienes algo en casa? No me malinterpretes. Solo es una pregunta.

-Si, obvio. ¿Como no voy a tener algo?

-Viejo te conozco, no ocultes la cosas. Si quieres podemos ir por algo, también tengo hambre.

-Me descubriste... Y gracias, me gustaría.

Desviamos el camino hacia una pizzería algo alejada de nuestras casas, estaba casi en el centro del pueblo.

Caminamos y caminamos, la conversación fue amena, y la pasamos bien. El único que parecía molesto era Damien, quien se estaba congelando de frio sobre mi hombro.

-Ya casi llegamos, es por aquí.

-¡La recuerdo! Aca veníamos después de esos partidos de baseball de mierda, ¿no?

-Exacto. Además aquí en donde solía comer con Ike, mamá y papá.

-Genial. Ummm, ¿entramos?

-Claro, ven, tomemos asiento.

Los dos entramos. Buscamos un sitio algo comodo, junto a una ventana y con sillas agradables al tacto. Encontramos un lugar junto a la ventana, daba a ver una hermosa vista del centro del pueblo iluminado y vivo.

Puse a Damien dentro de mi gabardina para que la gente no se percatara de su presencia. Además, era obvio que no podríamos seguir allí si lo veían en mi hombro.

Para mejores, al momento de sentarnos, Kyle quedó frente mí. Pude verlo muy de cerca, con esos hermosos ojos verdes que, como se decía, eran la ventana a su alma. Se veía algo distraído, pero con una bella sonrisa en su cara.

-Buenas noches, ¿que desean? -Preguntó el camarero.

-¿Kenny, de que quieres la pizza?

-Umm, emmm... Pepperoni. Creo.

-Por favor, dos pizzas medianas de pepperoni, una para llevar por favor.

-¿Dos? Kyle, con una basta.

-Es para que lleves a tu casa amigo. Siempre es una buena sorpresa después del tiempo que estuviste acá.

-No hace falta, tranquilo.

-No la rechazes Kenny. Solo llevala a casa y ya. ¿Si?

-Bueno, pero yo la pagaré.

-Yo la pago, deja de molestar, ¡Dios!

-Ejm... ¿Que desean para beber? Tenemos cerveza, gaseosa o refrescos -Preguntó el mesero, que aún seguía presente, esperando completar el pedido.

-Mierda. Emmm, dos gaseosas, de las que sean. Gracias.

-Bueno... -Soltó el mesero, retirándose algo incómodo.

-Y dime, ¿como va Karen? Hace bastante no la veo.

-Muy bien, este año pasó a tercer grado. Es una chica muy lista... Ojalá siga así.

-Que genial. Ella es como su hermano, le irá bien.

-Oh, gracias Kyle -Respondí algo sonrojado- ¿Y que hay de Ike? No le he visto en mucho tiempo.

Final InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora