Plantado e ilusionado.

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Este capítulo está narrado desde la perspectiva de Kyle Broflovski.

Desperté al otro día con la ilusión sobre el cielo. Me sentía lleno nuevamente, podía estar con aquel que amaba otra vez, y lo mejor le había sido fiel como siempre prometí.

Como de rutina me levanté y preparé mi desayuno, me puse mi ropa de calle, me peiné y finalmente me puse mi gorro.

Estaba prácticamente todo listo. Me arreglé lo mejor posible para salir con Stan, así que esperaba una buena experiencia junto a él.

Tomé mi teléfono, el cual estaba extrañamente silencioso. No tenía un sólo mensaje, y creía saber la razón de porque.

Sin embargo no quería recordar más, ya había pensado bastante en otras cosas.

Salí sin despedirme de papá. Solo tenía en mi cabeza ir a ver esa película.

Pasé frente a la casa de Stan y me detuve a esperarlo. Le escribí, no hubo respuesta. Lo llamé, no hubo respuesta. Timbré, sus padres dijeron que había salido. La situación parecía clara ¿Se había adelantado? Bueno, de ser así mejor.

Avancé bastante en poco tiempo, estaba muy cerca de llegar al cinema del pueblo.

El aroma de las palomitas y el caramelo se sintió al momento que llegué. Los murmullos de la gente, el sonido de las dispensadoras de soda, en entrar y salir de gente, y claro, los niños pequeños haciendo su escándalo y juego normal de niños pequeños.

Quien sabe cuándo había sido la última vez que fui a ver una película acá. Talvez cuando Stan, Kenny, Cartman y yo aún eramos unos pequeños mocosos. Bastante tiempo de hecho.

Busqué por todos lados, pero Stan seguía sin aparecer. Talvez estaba en otro lado, o se había desviado por otro sitio.

Me senté en una mesa donde podía ver la entrada, talvez si el llegaba sería el primero en verlo. Como tenía algo de hambre ya, compré un paquete de papas fritas para pasar el rato, y empecé con la espera.

Pasaban los segundos, los minutos, y luego unas horas. Stan seguía sin aparecer por aquí.

Pasaron dos horas, yo seguía sentado a la expectativa, pero seguía sin llegar.

Media hora después, ¡sorpresas! no hizo acto de presencia. Empezaba a preocuparme. Intenté llamarlo nuevamente, no respondió. Cuando lo busqué para enviarle un mensaje de texto noté que su última conexión había sido pocos minutos antes.

Como un idiota, creía que él ya estaba en camino. Esperé una vez más, hasta que se completaron las tres horas.

Me levanté de esa mesa, como un estúpido, rogando en mi mente que en algún momento apareciera Stan. Pero no vino nadie.

Quedé retratado como un completo idiota. Tres horas de mi vida entre aburrimiento, preocupación y culpa.

No tuve más remedio que regresar a mi casa, pero no son antes irme a un parque a llorar.

Me levanté temprano, desayuné ligero e incluso me arreglé lo mejor que pude, solo para que él me dejara plantado. Todo lo que me prometió, terminó siendo una mentira más de él.

Ni siquiera quería regresar a casa. Había hecho el ridículo allí afuera. Era de esos momentos en que deseaba que me tragara la tierra. Almenos estaría solo, papá estaba trabajando, podía llorar sin que nadie me escuchara.

Me fui del parque otravez a casa. Entré normalmente y subí a mi habitación a llorar como lo había hecho anteriormente.

Me desahogué en mi cama, en mi habitación. Dejé soltar eso que sentía dentro. No soportaba ese dolor horrible dentro de mi.

De repente, un mensaje llegó a mi teléfono mientras estaba sumido de dolor.

–Kyle, lo siento... Tuve que salir se urgencia a hacer una cosa. Te dejé algo en el buzón de tu casa, lo siento, enserio. Te amo.

No quería ni siquiera revisar. Me molestaba tan siquiera ver allí. Pero, la curiosidad me matab más y más.

Bajé a la sala de mi casa, busqué el buzón junto a la puerta. Al abrirlo vi una pequeña carta.

Se trataba de unas fotos de ambos con un simple mensaje "no olvides" parecía un detalle tonto, pero me llenaba.

Fui muy estúpido, nunca supe que yo solo veía la punta del iceberg.

Aveces dicen que nunca terminarás de conocer a nadie, nunca mejor dicho, pues lo que me enteraría de Stan dejaría en evidencia de lo anterior.

Mientras deslizaba la pantalla de mi celular para ver unas publicaciones, vi una foto curiosa de la cuenta de Clyde. Era una foto de Clyde, Token, Kevin Bebe, Wendy, y Red. Hasta ahí todo normal, eran amigos tenía entendido. Lo que se salía de lo normal era quién había tomado la foto, pues se alcanzaba a ver un pequeño reflejo en el vidrio que estaba atrás de ellos. Un chico de un abrigo café, jeans azul oscuro y un gorro azul con rojo.

Obviamente me negué a pensar que era Stan, no lo creía capaz de mentirme. Pero ¿ese era su grupo de amigos no? tenía algo de lógica.

Quise no darle más importancia, confiaba en las palabras de Stan. O bueno, pretendía hacer eso, quería y deseaba que me hubiera sido honesto, pero no fue así.

A los pocos minutos Wendy subió una foto a su cuenta de Instagram. En la descripción ponía "Este tonto no quiere dejarse tomar una foto" acompañada de unos emojis y hashtags sin sentido. El mensaje fue el que me dejó todo en claro.

La foto era de Stan cubriéndose la cara, algo molesto. Y la forma como Wendy la publicó no me daba muy buena espina. No pensaba en otra situación. Era pesimista. No podía imaginar alguna excusa para que Stan estuviera allí, y llevándose tan bien con su ex.

Fue así como todo se confirmó. Tomé la peor elección. Me dejé llevar, no de Stan, sino de quien yo creía que era Stan. Caí en sus juegos, en sus mentiras. Él sabía que con solo algún tonto detalle de él yo estaría más que feliz.

No sabía a quien hacerle caso, a mi cabeza o a mi corazón. Porque cualquiera que fuera la elección, sabía que no haría más que mentirme a mí mismo.

Siempre quise tomarlo de la mejor manera, pero... siendo así era imposible.

Final InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora