(Wild Ambition Fortune's Ice Prefers) LA AMBICIÓN PREFIERE EL HIELO

Esa virtud es suficiente para guiar en el trono parte 2

Se marcharon a la mañana siguiente, sin más ceremonias ni dramas, y Loki ni se había molestado en dar un último vistazo al castillo mientras se dirigían a la frontera. No había lugar para la nostalgia. Habían viajado ligeros; Thor solo tenía su mochila, que era pequeña para cargar solo lo que fuera útil. Sus pertenencias más preciadas ya habían sido empacadas y enviadas a Konungsgarðr, cortesía de Thrymr, quien había enviado a un par de jóvenes a las fronteras de Útgarðar para recoger las cajas con sus posesiones, la cuaes Loki ya habia estado preparando desde que Thor estuvo de acuerdo con el matrimonio.

Como Skrýmir no la necesitaba, decidieron llevar a Snarfari con ellos, encontrándola en el borde de la llanura, luciendo gorda y saludable la mañana de su partida, conducida por otro jovencito ansioso por ver a un asgardiano. Antes de que se fueran, Loki no quería admitir que le molestaba que Thor hubiera decidido conversa un poco con el joven que parecía adorarlo, mordiendo su labio y haciendo todo lo posible para mirar a Thor por debajo de sus pestañas, a pesar de ser unos cuantos centímetros más alto.

Thor, inexplicablemente, parecía preocupado por el coqueteo, ya que no quería que el pequeño volviera al salón de Thrymr solo y a pie, pero Loki le recordó de manera clara que los Clanes del norte estaban acostumbrados a hacer recados perpetuamente y que se suponia que los jóvenes generalmente vagaban por su cuenta. Loki no compartía a Thor con los otros más de lo que debía, solo un poco, mientras aun pudieran ir con libertad por su mundo.

El joven tuvo la sensatez suficiente para ver el peligro, por lo que decidido retirrase apresuradamente, y una vez que todas las sonrisas y miradas ansiosas, se habían desvanecido en el horizonte, Thor comenzo a reír.

"El verde es ciertamente tu color", dijo; Loki no sabía exactamente qué hacer ante esa afirmación, pero la implicación fue bastante obvia.

"No recibo las burlas con gusto", dijo con un resoplido y luego, muy contento, dejo que Thor le devolviera la sonrisa con besos y palabras suaves. Ese día, inexplicablemente, estaba bastante tranquilo, las sombras y las tristezas que lo habían estado acosando habían sido mantenidas a raya por el calor de la compañía de Thor, y estaba en camino directo al sur, solo ellos dos, sin nada en qué pensar, excepto el uno en el otro.

Tener a Snarfari con ellos había cambiado un poco sus planes de viaje, pero aun así quería mostrarle a Thor el camino costero hacia Konungsgarðr, por lo que hizo que Thor subiera a bordo del grueso cuello del Íssdyr, para luego congelarlo en su lugar con un collar de hielo. Thor no tuvo problemas en montarla sola, de hecho, parecía emocionado, por lo que Loki fue libre de cambiar sus pies por alas y volar por el cielo en su forma de halcón.

Loki extendió sus alas más ampliamente, dejando que el viento lo llevara, elevándose y subiendo sobre el sombrío bosque de Útgarðar, bajando después rápidamente, para girar su cabeza hacia la llanura, para vislumbrar el distante y brillante acantilado que era golpeado por las holas congeladas y extendiéndose al sur, el gran glaciar. Siguieron ese rumbo durante un tiempo, recuperando la velocidad y dejando que Snarfari estirara sus piernas, para luego girar hacia la costa y bordear el flanco suroriental de Jötunheimr, llegando a Véstaðr, que se encontraba justamente en el sur.

Detrás de él, Thor grito: "¡Snarfari, fylgja!" y Snarfari levanto la cabeza, resoplando en el aire, y Loki le grito, chillona y altamente. Ella rugió en respuesta, con sus pequeños ojos entrecerrándose mientras trataba de localizarlo; no podía seguirlo bien con la vista, pero lo hacia lo mejor que pudiera, asi que dejo que Thor la guiara fuera de los caminos habituales, confiando en su jinete para saber qué seguir.

Fue una buena carrera y un buen vuelo, corriendo a través de la llanura, donde descansaban hjörth escuálidos y temblorosos y temerosos gansos de nieve; la cara escarpada de las Ondas de Hielo se alzaban para encontrarse con la cresta eterna, con la ola que nunca se rompe; Thor tenía un destello de oro en sus ojos de cazador, brillando intensamente, con su mirada fija en Loki, confiando en el a dónde fuera que lo llevará...