Pronta fue la carrera, pero fue poco el tiempo para corre parte 2

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Rabten era del tipo ceremonial, como Thor ya había adivinado, ya que los llevo directamente a través de la avenida principal hacia el Forge, el templo-mercado que se encontraba en el centro de la mayoría de los asentamientos enanos. Para ellos fue algo dramático, ya que ​​mientras caminaban por la ciudad hubo varios ojos curiosos por todas partes. Rabten se sentó, con la espalda recta y el pecho hinchado, claramente encantada de ser el centro de atención, e incluso Nyima comienzo a pavonearse, con cada pata levantada en alto, como un caballo de guerra en un desfile.

Thor supuso que llamaban mucho la atención, siendo tan altos y tan extraños, con sus túnicas y polainas, el cabello suelto y las cabezas descubiertas, muy diferentes a las vestimentas y tocados ricamente bordados que allí se usaban. Las personas en las calles se hacían preguntas, se asomaban en las ventanas, incluso se arrastraban en los tejados, mientras Rabten escuchaba las preguntas de los curiosos. "Destruyó al Garuda" y "destruyo la cueva" dando en voz alta sus respuestas y Thor tuvo que resistir la tentación de frotarse la parte posterior de su cuello por la vergüenza.

El Amuleto de distracción estaba teniendo un maravilloso efecto, aunque parecía atraer más la atención hacia Loki, y con Rabten y los demás dirigiendo su conversación casi exclusivamente hacia él, una extraña e incómoda sensación apareció, muy parecida a la que sentía al estar con su padre.

Afortunadamente, la multitud permaneció fuera de los recintos del Forge mientras Rabten los guiaba para presentarlos a los Ancianos, aunque todavía se podían escucharlos susurrando.

"Dagfinnr y Vidarr", llamo Rabten cuando cinco ancianas marchitas se levantaron de su grupo de consejo (o de chismes, es difícil decirlo) para examinar a Thor y a Loki de cerca.

"¿Qué es lo que quieres?", Dijo la más anciana y canosa, con ricas ropas de oro y caqui que la hacían ver casi tan ancha como Rabten. La actual reina de la montaña, supuso Thor; sus zapatos de suela gruesa y su enorme tocado alado la hacían lo suficientemente alta para alcanzar la barbilla de Thor, haciéndolo fruncir el ceño.

Loki sonrío. "venerados ancianos", comenzó el, y Thor decidió dejar que su mente divagara mientras Loki contaba alguna bonita historia, basándose en las mentiras que le había dicho a Rabten. No había ninguna razón por la cual debían ser honestos con todos, a pesar de no había nada malo en decir que habían venido ahí solo para comerciar, pero aun así le permitió a Loki divertirse. Él regresaría a Asgard pronto, y era poco probable que volviera a este rincón remoto de Nidavellir alguna vez, y prefería un Loki alegre y travieso, a uno malhumorado y obstinado.

"Hmm", dijo la Reina de la Montaña, frunciendo los labios como si estuviera chupando una ciruela. "Hacer un Garuda lleva cinco años en la fabricación, ¿lo sabian?".

"Tiene nuestras más humildes disculpas", dijo Loki. "Tenemos pocas monedas, pero ¿No hay algún servicio que podamos ofrecer para enmendar y fomentar un espíritu de nueva amistad?"

"No es un mal trato", murmuro uno de los otros, dando un codazo a su compañero.

Los ojos de la reina de la montaña se iluminaron. "Ahora que lo mencionas", dijo, volviendo los ojos hacia Thor, "tenemos un poco de peso pesado con el que necesitamos una mano... "

Thor suspiro.

"Pero primero me darán mi desayuno, ¿no?" dijo Rabten en voz alta, pegándose al costado de Loki. "Me prometieron uno".

"Bien, bien", respondió la reina. ¿Cómo es que una mujer tan malhumorada fue elegida para su posición?, Thor no lo podía comprender. "Bienvenidos a Yara, viajeros. Supongo que es mejor que los alimentemos".

(Wild Ambition Fortune's Ice Prefers)  LA AMBICIÓN PREFIERE EL HIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora