(Wild Ambition Fortune's Ice Prefers) LA AMBICIÓN PREFIERE EL HIELO

Cuando el destino convoca, los monarcas deben obedecer parte 1

HOLA, HAY ACTUALIZACIÓN SIIIII, YA ESTAMOS A 2 CAPITULOS DEL FINAL. BUENO, DECIDÍ PONER ESTE ANUNCIO AL PRINCIPIO DEBIDO A QUE, COMO YA DEBEN SABER, WATTPAD HA ESTADO CERRANDO CUENTAS AL AZAR, POR LO QUE ME HE VISTO OBLIGADA A TRASLADARME A OTRA PLATAFORMA, EL PROBLEMA RADICA EN QUE NOSE A CUAL SUBIR LAS HISTORIAS, Y SI CONOCEN ALGUNA DE INTERES GENERAL QUE PUDIERAN RECOMENDARME, SERIA DE MUCHA AYUDA. DE MOMENTO HE ESTADO PENSANDO EN SUBIRLA FANFICTION.NET, PERO LA VERDAD NO ES MI FAVORITA, FANFIC.ES TUVO UN PROBLEMA CON EL SERVIDOR Y A ARCHIVE OF OWN NO PUEDO POR OBVIAS RAZONES JEJEJE. POR AHORA, SEGUIRE SUBIENDO LO QUE FALTA AQUI A WATTPAD. SIN MAS, DISFRUTEN SU LECTURA

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Loki golpeo el suelo sacándole un crujido, ahogando un grito mientras se arrodillaba sobre la nieve encogida protectoramente alrededor de los Vetrformen. Le era difícil escuchar, y le era aún más difícil de pensar con su propio grito resonando en su cabeza, pero logro sacudirse el mareo y lucho por ponerse de pie. No fue el más elegante de los viajes entre reinos. El resto de los jötnar estaban dispersos en el patio de armas de los hirðverr en pequeños grupos, sacudiéndose la cabeza y mirando a su alrededor confundidos, traidores mezclados con los leales, en conjunto con los heridos, los vivos con los muertos.

Solo tenía unos momentos antes de que la batalla comenzara de nuevo. Loki levanto los Vetrformen, balanceándose un poco mientras lo hacía, y con la velocidad de un pensamiento, el corazón del invierno cobro vida de nuevo, el suelo helado se agito, y el hielo empezó a emerger. Algunos de los jötnar que habían estado más alerta, habían intentado parar el hielo, pero pronto descubrieron que el crecimiento de hielo, no les respondían a ellos, y cuanto más lo intentaban, más rápido se los tragaba el hielo recién nacido.

En unos pocos segundos, Loki había congelado a Hverglmir y Suttungr, y a todos los que habían estado con ellos, así como a los cuerpos de Laufey, Helblindi y Skrýmir. Bajo el cofre y observo vagamente que los jötnar, se habían girado lentamente y lo miraban con asombro. Su sorpresa debería haberle parecido agradable, pero con los Vetrformen vibrando en sus manos, en todo lo que pudo pensar fue en su poder colosal. Sería demasiado fácil.

Nuestro Rey está muerto y Jötunheimr está al borde de la guerra", dijo, con su voz escuchándose claramente en la repentina y misteriosa calma. "Antes de que se pueda hacer justicia, debemos tener orden. Nos he traído a casa para que podamos proceder sin la interferencia de Ásgarðr".

Hubo un silencio pesado mientras los Jarls y su séquito miraban a Loki y los unos a los otros, con varios jötnar ahora sepultado en hielo fuera de su control.

"¿Quieres decidir la sucesión ahora?", Dijo Thrymr, abriéndose paso entre las figuras quietas y congeladas con sorprendente gracia. "Pero el Víssmót será muy pequeño, solo somos tres".

"No podemos a esperar a que Hverglmirstaðr y Suttungstaðr elijan nuevos Jarls", dijo Loki, apretando los dedos alrededor de los Vetrformen mientras los hrimthurs se empezaban a reunir a su alrededor. "Gunnlöð puede representar a Útgarðar, y Varinn y Baugi estaban en el palacio, representando a Hverglmirstaðr y Suttungstaðr mientras estuvimos en Ásgarðr".

"¿Y cuál es la urgencia?", Pregunto Hraesvelgr. "Tenemos los Vetrformen y aún queda un heredero. Debemos cuidar de nuestros heridos y enterrar a nuestros muertos. Ásgarðr puede esperar".

"No", dijo Loki, ignorando la irritación que cruzo por los rostros de Hraesvelgr y Hymir. "Los Vetrformen necesitaran un Rey con quien puedan comunicarse. Decidiremos la sucesión ahora y los devolveremos al lugar que le corresponde. Jötunheimr ha sufrido sin el demasiado tiempo".

Se formó otro gran silencio mientras los Jarls y los guerreros miraban a Loki, aparentemente más conmocionados por la asunción de autoridad de Loki que por la traición de Helblindi. Podría destrozarlos, pensó Loki, mirándolos fijamente, podría congelar el aire en sus pulmones y destrozarlos con solo un pensamiento. No me desafíen. El aire se electrifico con tensión mientras las personas se movían incomodas, mirando hacia abajo, frunciendo el ceño pero sin hablar. No podían ceder, no podían rendirse.