El deseo de grandeza es un pecado divino parte 1

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Loki se desperto y por un momento no pudo entender el peso cálido que lo cubría. En algún momento de la noche, Thor se había liberado de su nido de pieles, y había pasado un brazo alrededor de Loki, acercándolo. Todavía había una barrera de piel arrugada entre ellos, no obstante, era un abrazo.

Era extraño para Loki ser retenido así y no podía pensar cómo había logrado dormido tan estrechamente presionado con Thor. Lentamente se liberó deslizándose. Thor gruño en su sueño y se dio la vuelta, en busca de nueva calidez, Loki frunció el ceño. Había comenzado sus burlas anoche en un esfuerzo deliberado por ganarse la confianza de Thor y, con un poco de suerte, el placer de su cuerpo, pero se había encontrado inesperadamente cautivado por las historias de Thor sobre los mundos que había visitado y las aventuras que había tenido. A Loki le encantaría ver más de esos reinos y se había sorprendido al descubrir que le gustaría hacerlo con el Príncipe Aesir, en lugar de ir solo, como siempre había imaginado.

Sin pensar, Loki extendió la mano y aparto el pelo de Thor que estaba enredado sobre su rostro. Había sido... agradable pasar los dedos por el pelo extrañamente suave de Thor, había estado a gusto con alguien en la cama en vez de irse, como Loki generalmente prefería hacer. Thor cambio de posición y Loki aparto su mano.

Los sentimientos, se dijo bruscamente, no le servirían aquí. Él necesitaba a Thor, necesitaba convencerlo para que aceptara el matrimonio, de lo contrario, toda su planificación habría sido en vano. Que se encontrara feliz en la compañía de Thor era un beneficio solo porque facilita sus manipulaciones.

Loki eligió no pensar en la inquietud que crecia en su estómago cuando miraba a Thor, en lugar de eso, se lavó la cara rápidamente y selecciono un kjarta gris liso y opaco para la cacería del día. Él miraba ansiosamente su torc y sus joyas, Thrymr era muy un fiel reflejo de la tradición, y por eso hoy no podía irse con ellos puestos. Anoche se había quitado las joyas de su cabello, mientras Thor estaba charlando con el Jarl, y se sentía bastante desnudo sin éllas.

Ah, sí. Thrymr. Thor había caído en la misma trampa que Helblindi y había supuesto que el cariño fácil de Thrymr nacia de una aventura entre él y Loki. No lo era; Oh, sí, Loki, cuando estaba aburrido o incómodo, se habia unido al Jarl para enseñarle, pero él y Thrymr nunca se habían ido a la cama juntos. Thrymr guardaba el recuerdo de Thjazi muy cerca de su corazón y Loki no sería el segundo mejor para nadie.

Loki tenía sus sospechas sobre por qué Thrymr estaba tan ansioso por hablar solo con Thor, pero no podía presionar demasiado al Jarl, ya que necesita su favor para asegurarse de que el Staðr del norte aceptara el matrimonio de Loki con Thor. Donde Thrymr lideraba, muchos seguirían, y Loki lo necesitaba de su lado. Aun así, no le gusta que lo atraparan asi, y con una última mirada, un poco desconcertada, al dormido Thor, Loki salió sigilosamente de su habitación, buscando al maestro de Thrymstaðr.

Como era de esperar, lo encuentro en las perreras, dando los toques finales a los nuevos collares. Sus amados sabuesos se amontonaban a su alrededor, babeando y olfateando, alternando la lucha entre ellos y molestando a Thrymr por su atención. Loki nunca creería que esos fueran los mejores sabuesos de guerra en todo Jötunheim si no los hubiera visto en la cacería antes.

"Buenos días, lengua de plata", grito Thrymr sobre los animales ruidosos. "¿Odinson y tu durmieron bien?"

"Entre otras cosas," respondió Loki con una sonrisa sugestiva y Thrymr se rio, notablemente complacido. "¿Estamos listos para la caza?", Pregunto mientras se abría paso entre la manada de enormes perros. El bribón mjǫllhundr era otra cosa, si se acercaba al pecho de Loki, era capaz de derribarlo si no tenía cuidado, los veiðihundr de Thrymr eran algo completamente diferente. Tenían seis pies de alto, voluminosos y con enormes mandíbulas alargadas, eran animales grandes incluso al lado de Thrymr; eran temibles depredadores, criados para correr y dominar al más grande enemigo mejor armado, y fácilmente podrían desgarrar a Loki en dos. Sin embargo, a medida que se movía entre ellos, ninguno de los perros más musculosos se le acerco, solo el perro principal era quien se aventuraba a lamer su mano al pasar.

(Wild Ambition Fortune's Ice Prefers)  LA AMBICIÓN PREFIERE EL HIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora