Todo, menos la corona que se le prometió parte 2

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Los próximos días no fueron mucho mejores. Si Odin estaba tratando de impresionar a Laufey y al jötnar, estaba teniendo éxito: Loki nunca había visto un desperdicio tan despreocupado de la riqueza. Había juegos de todo tipo, se podía ser observador o participar, siendo algunos de los hirðverr más jóvenes y menos valiosos lo que preferían jugar; torneos, simulación de batallas y demostraciones de fuerza, la mayoría de los cuales ganaba Thor, teniendo el "favor" de Loki y dedicando en voz alta todas sus victorias a su prometido. Había concursos de artesanía, ya que los obreros metalúrgicos, carpinteros, tejedores y artistas competían para crear piezas para celebrar la nueva alianza de Asgard y Jotunheim, haciendo esculturas, jarrones, tapices y pinturas; había concursos de canto, baile, poesía y narración de cuentos, pero Loki no pudo participar en ninguno de estos; hubo una infinidad cenas y discursos, oh, con tantas falsas sonrisas y corteses mentiras en todos lados.

Thor había dicho la verdad cuando dijo que tendrían poco tiempo juntos: entre sus tareas principales en el día y la interminable ronda de entretenimientos y eventos, apenas habian intercambiado algunas oraciones en esos cuatro días. Thor estaba haciendo su mejor esfuerzo, haciendo un alto para ir y darle las buenas noches a Loki, para que lo vieran con él, manteniendo un afecto moderado pero genuino, ofreciéndole suaves besos en las manos y mejillas de Loki, mientras hablaba de él, cálida y ruidosamente cada vez que podían tener un tiempo para ellos. Mientras que Laufey y Odin pasaban todo el tiempo juntos, escondidos e inaccesibles, Thor había sido obligado a participar en la compañía de Helblindi y Býleistr. A los Jarls y a Skrýmir se les había asignado un Señor o una Dama para que fuera su guía y escolta personal, también asignándole uno Loki.

Había esperado ver a Frigga, ya que parecía ser algo muy simbólico, la reunión de la antigua reina y la nueva, pero no fue posible, ya que como Thor había tenido que apretar los dientes y tomar su lugar al lado de Helblindi para cada nueva aparición, Frigga había tenido que tomar el manto de la regencia y debía permanecer en el Palacio, haciendo lo que fuera tan importante para no poder esperar hasta el final de la visita. Loki no sabía, por supuesto, lo que era ser un invitado de honor, y aparentemente tampoco Tyr, o por lo menos no estaba interesado en compartir con él.

Loki había pensado en cientos de razones diferentes por las que Odin le había asignado al señor de las batallas como compañero, pero después del segundo día, pensó que debía ser para evitar que recopilara información. No había encontrado a muchos señores de la guerra propensos a tener una conversación interesante, pero Tyr era el general más cerrado con el que se había encontrado, caminando en silencio al lado de Loki, pareciendo más un carcelero que un guía. Si tuviera que hablar con Frigga, o incluso con los amigos de Thor; ¡Podría manipularlos, al menos! - entonces la inútil extensión de días antes de la ceremonia podría haber sido de utilidad. Pero con Tyr y su sombra siempre presente, no se atrevía a mostrar demasiado interés en algo, ya que obviamente todo le seria comunicado directamente a Odin.

Su compañía no se le consideraba como un insulto, al menos, porque Tyr era tan cercan a Odin que podría ser considerado como la siguiente persona más poderosa después de Thor, y al menos eso servía como un pequeño consuelo cada vez que veía a Thor en compañía de su sibja mientras que el estaba condenado a seguir a Tyr y escuchar sus explicaciones bruscas sobre cualquier evento al que asistan. Le hubiera gustado ver las bibliotecas que Thor le describió con tanto entusiasmo; le hubiera gustado tomar un barco y navegar lo más cerca posible del borde imposible, ver la cascada en el borde del mundo; le hubiera gustado una conversación, solo por tener una, o preguntar por Thor, para escuchar sobre algún recuerdo de aquellos que lo vieron crecer; le hubiera gustado, obviamente, tener a alguien tan tonto como para contarle más sobre el funcionamiento interno de la corte, aunque se habría conformado con un cortesano, ingenioso y agudo, con quien podría entrenarse verbalmente durante las largas tardes. Pero no, tenía que ser el guerrero más solemne, un hombre que apenas podía hablar con Loki, siendo fríamente educado y nada más.

(Wild Ambition Fortune's Ice Prefers)  LA AMBICIÓN PREFIERE EL HIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora