-Oye...¿estas bién?
Despues de un largo momento el extraño le habló, sus ojos, a pesar de que tenían un color peculiar, estas mostraban tranquilidad y preocupación. Al querer corresponder a esa pregunta sintió un agudo dolor en el lugar del golpe y soltó un pequeño aullido.
Preocupado se levantó rapidamente y se retiró. El azulado creía que lo había asustado y escapó, eso lo entristeció mas. Pero al verlo denuevo saliendo de un auto y cargarlo con cuidado para meterlo ahí se sintió un poco feliz.
-Descida, no te preocupes. No soy como ellos...no devieron haberte hecho esto. Son unos malditos.
-...Solo están confundidos.
-¿Mmm?
-No saben...que personas como yo...somos como ellos.
-Tienes razón.
Aunque era un desconocido, se sentía protegido por esa pesona. Notó la compasión en sus ojos y su voz, a pesar de nunca haberlo visto, tenía el presentimiento de que ya lo había hecho. Unos minutos despues el carro se detuvo, salió el chico y abrió la puerta donde estaba el azulado y se dió cuenta que estaba dormido abrazando algo que ya estaba roto. Un peluche.
Con cuidado lo cargó y entró en la casa. Al principio se sorprendió de lo delgado y libiano que era, sus costillas y huesos de las piernas y brasos eran demasiado notorios, como si solo estubiera hecho de huesos y piel. Lo llevó a su dormitorio y lo recostó en su cama. Observó cada detalle de él, su rostro era lo que mas le llamó la atención, él también sentía que lo había visto antes. ¿Pero en dónde?
Empezó a acariciar su piél pálida , a pesar de que su cuerpo era completamente delgado, sus mejillas estaban algo llenitas y un poco rosadas por el frio, le dió mucha ternura aquella escena, es como si fuera un niño. No dejaba de tocar esos cachetitos como si estubiera en un transe en tocarlos. Un pequeño gemido se escuchó y vió como dos grandes ojos hermosos y brillantes como las esmeraldas, decorados con grandes pestañas negras lo miraban a él. Se sintió totalmente anonadado al verlos y un sonrojo apareció en sus pómulos, sintió algo extraño en su estómago y sintió una electricidad recorrer en su cuerpo. Se había enamorado con tan solo verlo.
¿Pero qué rayos estaba haciendo? Él mismo se había prometido que no se enamoraría de alguien mas que no sea aquel niño que vió hace mucho tiempo en su infancia.
Pero aquellos ojos, su cara, su boca, su voz y la forma inocente que es, realmente le hicieron perder la conciencia y caería rendido a sus pies.
-Perdon...por haber hecho que me llevaras hasta aquí.
-No...descuida. No te iba a dejar tirado.
-¿Por qué me ayudas?
-No soporto que personas como ellos dañen a alguien como tú. Ademas estás bastante lastimado, si te dejo sentiré un gran remordimiento despues.
-Gracias.
Aquellas palabras fueron realmente muy sinseras, aquel erizo negro de franjas rojas se veía que era una buena persona. Pero él no era el único, ya que también estaba el niño que le había dado su pequeño peluche, peluche que ya no existía. Sus lágrimas empezaban a derramarse al recordar que ya no lo tenía y que ahora ya no tenía a alguien a su lado.
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Shadonic: Dolor eterno
FanfictionSonic nunca supo lo que era realmente el amor, su vida estaba llena de sufrimientos, aunque por un momento fué feliz...todo se desvanece. Ese era su destino. Esta historia será corta.