Parte 9

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-Hey...no llores...¿te duele algo?

-No...no me duele nada.

-¿Entonces por qué lloras?

-Ellos rompieron mi conejito...ahora no tengo nada.

-¿Tu conejo?

Con timidez le mostró lo que vendría a ser la cabeza del peluche. Se le hacía conocido.

-No...había visto este peluche desde que era un niño...hasta que...

Porfin lo pudo recordar. Recordó dónde había visto anteriormente esos ojos verdes y ese aspecto descuidado. Él era ese niño al que le dió ese peluche, ese niño que secretamente se había enamorado cuando lo vió.

-Tu...tu eras ese niño. Aquel niño que encontré en esa habitación.

-...

El pequeño no dijo nada, estaba completamente perplejo. No se dió cuenta que ya habían pasado 10 años desde que se encontraron por primera vez. Ambos no parecían ser de la misma edad, ya que la mala alimentación lo dejó con el aspecto de un niño llegando recién a la pubertad, cuando en realidad ambos tenían la edad de casi 20 años.

La emoción invadió a ambos y tubieron la necesidad de abrasarse, así lo hicieron pero con la fuerza que tenía el azul se aferró mas a él agradeciendole por el pequeño gesto que le dió hace tiempo y que atesoró por siempre. Sus lágrimas cambiaron a una de alegría y despues de tanto tiempo volvía a sonreir.

-Por sierto...no nos habíamos dicho nuestros nombres. El mio es Shadow.

-El mio no lo recuerdo...pero me puedes llamar Sonic. 

-¿Cómo que no recuerdas tu nombre? 

-Mis padres nunca dijeron mi nombre, así que me inventé uno.

-Entiendo...entonces... Sonic te llamaré.

El sonido de dos estómagos sonaron al unísono siendo del azulado el mas largo. 

-De seguro tienes hambre. Te voy a preparar algo delicioso.

Un tiempo despues Shadow le llevó una sopa muy sustanciosa para que Sonic esté muy satisfecho. Aunque estaba dormido, el aroma le despertó con un gran sonido de su estómago. Llegó acabarselo en tan solo unos cuantos minutos, su rostro parecía irradiar luz ante tal banquete.

-Bien, es hora de bañarse.

-Ammm...de bañarse...te refieres a...¿agua?

-Aja.

-No me llevo muy bién con el agua.

-¿Por qué?

-Una vez, un hombre me quería ahogar en el interior de un pozo.

-Descuida, no te pasará nada. Yo estaré contigo, y si quieres...*sonrojado* puedo bañarme contigo.

-¿Ehh? *sonrojado* claro...no hay problema.

Shadow llenó la tina con agua tibia. Luego, poco a poco se retiró su ropa dejando ver su cuerpo de color carbón y franjas de color carmín, ademas que el brillo de su pelaje marcaba uno que otro músculo dando a notar lo atractivo de su cuerpo. Sonic realmente se puso rojo al verlo y Shadow se dió cuenta, con una sonrisa mostrando un poco sus blancos dientes le tomó la mano y ambos se metieron juntos en la tina. No había ninguna incomodidad, ya que ambos entraban perfectamente debido al cuerpo pequeño del azulado.

Primero empezó a labar la cabeza del mas pequeño con abundante agua y shampoo para que la suciedad se retirara dando a revelar la suavidad de esta. Ya terminada esta zona pasó a la espalda, pero cuando observó este lugar sus ojos se llenaron de lágrimas, habían grandes cicatrices, heridas que estaban abiertas y algunas zonas que llevaba partes de carne que se estaban descomponiendo. No acalló su llanto y con un ligero abrazo con miedo de no lastimarlo mas lo asercó mas a él, se apoyó en su hombro y lloró pensando en todo lo que él sufrió. Ambos lloraron, Sonic ya no tenía miedo a que le escucharan y que lo golpearan, porfin podría liberar el dolor que tenía guardado desde el día de su nacimiento.



Shadonic: Dolor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora