Segundo final alternativo.

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Despertó acostado en una habitación algo grande y amplia, los colores, a pesar de ser de tonos rosados, eran suaves y combinaba bién con otros colores. Era algo totalmente obio que era de una chica esa habitación.

Por la puerta apareció una chica, una eriza, de puas color rosado. Entraba con una charola que tenía comida caliente.

-Me alegra que ya hayas despertado. Pensé que no sobrevivirías después de haber caído de esa altura. Por suerte las ramas de los árboles amortiguaron tu caída.

El erizo-lobo no respondió, solo bajó la mirada y su semblante era triste. Aquella eriza se dió cuenta del pequeño gesto y se acercó para sentarse al filo de la cama.

-No sé lo que te ha pasado, pero ahora...debes de cuidar ese pequeño ser que está en tu interior. Y te juro, que te ayudaré a tenerlo sano.

Pasaron días, semanas, meses, hasta que se volvieron dos años viviendo junto con Amy cuidando de su bebé al que llamaron Shadic siendo un varón. Pasaron juntos los mejores momentos, lo que le hizo entender que no solo Shadow era la única persona que se comportó generosamente con él, ya que ella también le presentó a unos cuantos amigos suyos que lo trataban bién.

Ya no había problema de salir en la calle ocultándose de los demás, aquella ley resolvió todo. Ahora estaban juntos en el centro comercial comprando cosas necesarias para la casa y para el bebé, quien también les acompañaba.

-Amy, voy por una cosa. No me tardo.

-Ok. Yo me quedo aquí con Shadic.

Ya se estaba disponiendo a regresar con aquél objeto, cuando de repente vió algo quedando totalmente paralizado. Un erizo, de color negro como la noche y betas rojas como sus ojos. 

Poco a poco, se fué acercando, pero el miedo de que fuera solo su imaginación lo hacía tambalear. Su mano se levantó hasta tocar el braso del otro llamando su atención. Ambos ojos chocaron, mirandose unos a otros. Los ojos esmeralda empezaron a empañarse de lágrimas, pero estas ahora no eran de tristeza o dolor...estas eran de alegría.

-Pensé...¡pensé que no volvería a verte!

-Sonic...¡mi Sonic!

Ambos se abrasaron uniendo sus labios para dar paso a aquella sensación tan hermosa que un día el destino les arrebató. Las lágrimas de ambos rodaron por sus mejillas por la alegría de volverse a ver, de tenerse uno al otro denuevo.

Ahora nadie los separaría, aquello que se convirtió en una pesadilla, ahora ellos vivirán un sueño donde ellos están juntos uniendo sus almas para siempre.

Shadonic: Dolor eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora