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-Reserva Negra-

Antigua pareja antes de ser esclavizados, esperaban que su reencuentro hubiese sido otro, no este, ambos atados a sus respectivas camillas, en un lugar extraño, donde solo podían ver un enorme huevo, y lo que había dentro los aterrorizaba, no creían que algo que parecía irreal fuese más verdadero que la política de este mundo; ya que sentían que la cosa dentro los observaba demasiado.

La mujer que yacía al lado del huevo también los aterraba, con ese ropaje negro marcando su apariencia, esos ojos felinos y sombreados de un tono oscuro, los hacía temblar como pequeños infantes, sabían que no tenían escapatoria, aunque esperaban que les pudiese responder las dudas en sus mentes.

-Alura y Zor-El-la mujer se posa frente a ellos mostrando una macabra sonrisa-Padres de Kara Zor-El-

-Cómo conoces a nuestra hija-pregunta Alura.

-Ella es la principal razón de que estén aquí-acaricia el huevo.

-¿A qué te refieres?-habla Zor-El.

-Está buscándolos, no puedo permitir que afecten su destino-camina hasta quedar en medio de ambas camillas-y por esa razón, morirán-

-¿Qué planeas con nuestra hija?-pregunta la mujer castaña con miedo.

-Su primogénita es la última hija de El, destinada a grandes logros, la familia siempre es un impedimento a la gloria, y como deben esperarlo, Kara Zor-El es la mejor de su linaje-

-Mi hija podrá ser considerada una asesina ahora-menciona el hombre entre dientes-pero jamás te apoyaría o accedería a tus planes con ella-

-No espero que acceda o me apoye-ríe-por esto-los señala-es que van a morir, sin embargo, Alexandra Zor-El, la niña que adoptaron antes de que Kara naciera, me servirá de mucho, si la última hija de El se niega a mis planes-

-Tú no eres un ser humano-tales palabras provocan la risa de la mujer.

-Lo sé-su rostro se ensombrece-y nunca he fingido serlo-retrocede tomando el bisturí de la mesa metálica-así que no les sorprenda que les extirpe el corazón sin anestesia-

-¿Qué es esa cosa?-preguntan.

-Mi hijo y el de Kara Zor-El-

Abren los ojos sorprendidos y aterrados, no podían creer que esta mujer extraña frente a ellos, haya usado a su hija para crear tal aberración; sus últimos pensamientos antes de que les arrebataran el corazón, fue...

Kara tendrá que detenerla...

..

..

..

-Debemos parar-

Pero mis palabras no han sido escuchadas en dos días, no esperaba que lo hiciera ahora, me ha mantenido cautiva, complaciéndola, y solo nos hemos detenidos minutos para comer, una ducha tampoco es relevante al parecer, hemos sudado, el coito gasta al cuerpo, sin embargo nada de eso importa, no para sus deseos.

-Lena-susurro sobre sus labios mientras muevo mis caderas y fricciono nuestras partes íntimas-Debemos...-

No me permite detener mis movimientos y me besa para que no hable más, estoy realmente cansada, aunque no soy de mármol por supuesto, creo ha sido demasiado, incluso canceló sus reuniones programadas por quedarse de esta manera conmigo, seré una asesina pero sé de responsabilidades; tres movimientos más y ambas alcanzamos el décimo séptimo orgasmo de este día.

-¿Acaso no te complace tenerme?-cuestiona besando mi clavícula, su voz es como un incentivo si se lo propone.

-Sabes que si-digo-solo que ya ha sido suficiente-

AbnormalizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora