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Vuelvo a la mansión, todo parece tranquilo, rasco mi cuero cabelludo, pensando en la manera que debo escapar, los guardias confían en mi lealtad para con Lena, y estoy a punto de mandar todo por un pozo sin fondo; al llegar a la alcoba, abro la puerta y sin previo aviso, recibo un fuerte golpe en la cabeza, lo suficiente para nublar mi vista.

Al abrir los ojos, sigo en la alcoba, solo que recostada en la cama, con los brazaletes en mis muñecas, cuando recupero total visibilidad, la veo, Lena para en frente, ha llorado, sus ojos rojos lo muestran y está enfadada, nunca la había visto con ese gesto para mí.

-Ibas a dejarme—acusa severa.

-Lena yo puedo explicarlo...-

-¡Lo prometiste!—alza la voz.

-Comprende que así como mató a tu padre, hará lo mismo con ustedes, esa persona me quiere a mí-

-Tú no vas a dejarme—dice entre dientes—prometiste que cuando supieras de ellos, no te marcharías, no importa quien esté allá fuera buscándote-

-Rao, Lena por favor escúchame-

-¡No!—comienza a llorar—¡escúchame tú a mí!—nunca la había visto tan enojada—vas a permanecer todos los días y noches en esta alcoba, no usarás más el uniforme, ya no es opcional-

-Yo no quiero que te hagan daño-

-Me lo haces tú—me señala—queriendo abandonarme, si tu me dejas yo me muero Kara—su voz ahogada sigue siendo furiosa.

-Lamento decepcionarte—suavizo mi voz.

-No es decepción Kara, porque intentas protegerme, de una manera equívoca claro—resopla—hemos aumentado la seguridad—vuelve a mostrar enojo—en cuanto a Jeremiah—su mirada se oscurece.

-Lena no—suplico intentado levantarme pero los brazaletes me lo impiden—Te prometo...-

-¡Él morirá!—afirma llena de ira.

-Tú no eres así, no lo hagas, te lo imploro-

-Ibas a dejarme—repite—Ibas...—su voz se oye entrecortada—ibas a dejarme—baja la voz llorando con más intensidad.

-Ya no me iré...-

-Claro que ya no te irás—ríe sin gracia—de eso me encargo yo, será mejor que vayas adaptándote al enclaustramiento-

Cierra la ventana, y me da la espalda, sentándose frente a la mesa, donde parece estar trabajando, ahora Jeremiah morirá por acceder a su sugerencia, ya no podré ver a Eliza y Peterson a los ojos, ya no más conversaciones con Caitlyn, ni paseos por los jardines.

Lena comienza llorar de nuevo, la veo limpiar sus lágrimas, puedo oír sus sollozos a pesar de que intenta no hacerlos notorios, un peso de culpa y dolor parece caer sobre mi pecho, soy una malagradecida, debí hablar con ella, no solo decidir sin pensar en su sentir, ella realmente me quiere.

-Lena-

-¿Qué necesitas?—pregunta sin mirarme.

-A ti-

Ella suspira audible, detiene su escritura, segundos después desliza la silla hacía atrás, y se recuesta a mi lado, abrazándome, su cabeza en mi pecho huele muy bien.

-No me dejes Kara—gimotea.

-Ya no llores, lo siento mucho, perdóname-

AbnormalizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora