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—Reserva Negra—

Tres días, habían pasado desde que capturó a Alexandra, manteniéndola inconsciente todo el tiempo, aunque hidratándola lo suficiente para que no muera, no le convenía perderla, no ahora que todo estaba resultado favorable a su favor. Mira el cuerpo de la pelirroja en su familia especial, donde ha extirpado varios corazones, los últimos pertenecían a los soldados enviados en su búsqueda, le divertía ver sus vanos intentos de atravesar el bosque, sus dragones eran más que eficientes, no obstante tenía sus propias guerreras, sabe que ya deben estar cerca, después de todo, llevan años ayudándola, desde la distancia.

Los anillos en sus dedos brillan, le entristece dejar tanto tiempo a su hijo, solo, en su escondite, no quiere perder un solo segundo de su evolución, sin embargo debe cerciorarse de seguir siendo una sombra; su astucia y conocimientos le han otorgado el poder, aunque anhela uno superior, que sabe pronto obtendrá, sus aliados, cuentan con ella.

-No deberías acariciar demasiado a ese huevo—escucha una voz conocida tras ella.

-Es mi hijo, y él de ella, las madres estamos para amar a nuestros hijos-

-Como Eliza Danvers—menciona y se gira para verla—¿Era necesario asesinar a un niño?-

-Isabella—observa a una de sus guerreras, portando un traje negro chino, cubierto por una larga túnica del mismo color con capucha—A veces, debemos tomar medidas extremas-

-Debiste capturar a Jeremiah, un niño nunca debe ser una medida extrema-

-El mundo en el que ahora vivimos, me ha demostrado que un niño se considera eso o algo mucho peor-

-Entonces, cambiarás un demonio por otro, no te comprendo, nunca lo haré-

-Cuando obtengamos el poder, todo cambiará, sin embargo debemos hace sacrificios-

-Entonces deberías asesinar a Kara Zor-El—de inmediato se gana la fulminante mirada de la encapuchada—Es una bomba de tiempo, y al asesinar a Peterson Danvers, has activado el cronómetro-

-Solo yo puedo controlarla—sonríe dejando atrás su furia al oír a la pelirroja de ojos azules—Y cuando él nazca—vuelve su vista al feto dentro del huevo rojo—Será más sencillo, recuerda Isabella, tengo a todo Kandor en mis manos y ella no es la excepción-

-Un experimento como ella no debería estar libre, debiste interceder para que Lex Luthor no la liberara-

-Aún no comprendes Isabella—susurra tocando el huevo, dándole la espalda—Ella... está enamorada...-

..

..

..

—Mansión Luthor—

Me encuentro en el jardín, la zona específica que Peter se encargaba de limpiar, está amaneciendo, Lena no estaba en la cama cuando desperté y eso era lo mejor, no tengo ánimo alguno de complacerla, he de suponer que se siente rechazada desde hace tres días, pero simplemente no puedo, me resulta difícil, sobre todo cuando no han hallado al miserable monstruo, cada soldado enviado a muerto, realmente no esperaba nada de ellos, son simples juguetes con uniformes, yo debería estar a cargo, no me llevaría más de un día, averiguar quién está detrás de todas las muertes.

-Sabía que estarías aquí—Caitlyn se sienta a mi lado, entregándome una taza de café.

-Gracias—murmuro y bebo un poco.

-Yo también lo extraño—susurra mirando las estatuas que Peter limpiaba—Cada amanecer me saludaba, con un poco de información leída en sus libros, era un niño muy inteligente-

AbnormalizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora