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—Cinco años atrás—

 

Al despertar después de haber sido capturada por los soldados, me encontraba en ese lugar blanco, con lámparas iluminando todo, no había muebles, solo una gran pantalla holográfica, que al parecer, estaba escaneando mi cuerpo, intenté liberarme, solo que era inútil, los brazaletes en mis muñecas sobre pasaban mi fuerza, mi vista nublada a penas y me dejaba vislumbrar formas, pero entonces pude ver siluetas, me removí asustada hasta que sentí una mano cálida en mi frente.

 

-Tranquila, te prometo que no morirás y te volverás la mejor creación de la historia... Kara-

 

Entonces pude verla, una mujer de piel tan blanca como la nieve, llevando una bata que portaban los científicos, su cabello negro contrastaba perfectamente con sus ojos verdes, aunque pude notar un ligero tono azul en el derecho, me miraba con un extraño brillo en su mirada, esbozando esa sonrisa capaz de doblegarme.

 

-¿Quién eres tú?-

 

Pregunto sintiendo dolor por todo mi cuerpo, y al observarlo completamente escaneado en la pantalla, y me llené de terror al notar que en mis venas no corría sangre roja, no, era azul, como una especie de corriente eléctrica en forma líquida.

 

-Procedan con la segunda fase-

 

Desvíe la vista hacía un hombre que me sacaba sangre, la mano de aquella mujer vuelve a tocarme e inexplicablemente me tranquiliza, sin embargo pude ver que mi sangre al salir de mi cuerpo era del tono común, pero al momento de verterla en una pequeña rata, inmediatamente sufría la agonía de su cuerpo disolviéndose lento y tortuoso.

 

-Segunda fase completada-

-¿Cómo lográremos la tercera fase?-

-Tiempo señores—aquella mujer se veía confiada—créanme, Kara Zor-El, logrará sobrevivir-

-Es una criminal-

-Una criminal con el cuerpo apto para esto, señores, ninguno de sus allegados lograría pasar la primera fase, ahora ella deberá mantenerse alejada de todo y de todos-

 

-¿Quién eres tú?-

 

Repito mi pregunta asustada por primera vez desde mi niñez, ella descubre su boca y se acerca para besar mis labios, eran suaves, con sabor a cereza, suspiré, esperando su respuesta.

 

-Soy Lena Luthor, quien salvó tu vida, tu futura esposa—su macabra sonrisa desencajaba con su belleza—La única inmune a tu sangre-

-¿Qué me has hecho?—gruño intentando liberarme—Estás demente, ustedes los millonarios, siempre nos usan-

-Estabas muriendo Kara—desliza los dedos en mi pecho—Cáncer en los huesos—no podía creerlo, sabía que mi malestar debía ser consecuencia de una enfermedad—Y tuve que hacerlo, hace muchos te conocí, y me enamoré de ti—esa sonrisa casi maníaca de nuevo.

-Eso no te da derecho de experimentar con mi cuerpo, prefiero morir a convertirme en una esclava-

-La única que puede asesinarte soy yo—ahora tiene una expresión seria—Y nunca vas a morir Kara, ahora eres mía, pues tu cuerpo me dará todo lo que necesito-

AbnormalizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora