["Pinceles rotos."] (Bloody PainterXHomicidal Liu)

Capítulo 16: Relaciones.

—¿En serio tienes treinta? Pensé que todavía rondabas los 20, como Liu.— Hunter negó, acomodándose mejor en la silla, observando su taza de café. Painter sorbió un poco de su té.

Ninguno habló, simplemente miraban sus tazas, familiarizados con ese silencio. Puesto que Helen no hablaba mucho con Hunter y este último tampoco quería entablar una conversación a decir verdad. Algo que al cazador le agradaba de Helen es que no se dejaba intimidar ni incomodar por un silencio, es como si este expresara más que cualquier palabra.

—Antes dijiste que... Cuando Liu se fue; te hizo sentir que hiciste algo mal. ¿Qué ocurrió entre ustedes?— Interrogó, tomando una galleta.

Helen divagó, mordisqueando un poco sus labios. Suspiró.— Nos besamos. Un par de veces. Y otras cosas. Quizá porque todavía soy un adolescente él nunca se sobrepasó conmigo. Puede que suene tonto e infantil, pero realmente amaba cuando él me permitía ser parte de su espacio,—Inhaló fuerte, exhalando por la nariz con cierto temblor en el cuerpo, como si le costase hablar.—cuando no sentía asco de su alrededor y yo podía ir y besarlo, abrazarlo y acunarlo en mis brazos sin preocupación, y amaba el hecho de que no tuviera que pedirle nada de regreso, porque él lo devolvía en aumento.—Sonrió levemente.— Cosas como simplemente dormir juntos, compartir pequeñas partes de nuestras rutinas, o hablar de un futuro juntos... Esas pequeñas cosas me fascinan.— Jugueteó con la cuchara, haciéndola girar en leves golpes al mango.—Yo sabía que la actitud de Liu cambiaba después de lo que hacíamos, pero decidí ignorarlo. Pensé que de ese modo él podría sobrellevarlo mejor, puesto que suponía era algo que yo no podía cambiar o quizá él creyó que me afectaría lo que tuviera que decirme.— Dirigió sus ojos a Hunter— ¿Qué relación tienen?-

—Amigos con derecho. Al menos así lo llevábamos.—confesó para luego darle un sorbo a su café, preparándose para cualquier reacción del menor, el cual simplemente se quedó ahí; sentado y con la mirada fija en el manor.—La primera vez fue un accidente. A decir verdad poco y nada recuerdo. Ambos lo dedujimos cuando despertamos sin ropa en la misma cama en términos poco amistosos.— Ladeó la cabeza.— Él había perdido a Susan hace más o menos dos meses, estaba destrozado. Fue ahí cuando cayó en muchas cosas, como en las drogas, el alcohol, las descargas sexuales y la depresión.— Se recostó en la silla, golpeando sus dedos de forma sincronizada, uno detrás del otro sobre la mesa.— Quizá debí preocuparme más, pero creí que sólo cuando chocara con la realidad se detendría, o eso pensé hasta que desapareció sin decir nada. Lo hicimos y desapareció, como si fuera una última descarga antes de dejarlo todo.— Suspiró.— Realmente no veo a Woods como una pareja, sino más como una persona que lo daría todo por mí.—Sonrió un poco, con amargura.— Creo que me aproveché un poco de ello, y abusé de su confianza y buena voluntad.— Mordisqueó sus labios, vacilando con sus ojos antes de dirigirlos a Helen, quien ahora poseía el ceño fruncido.

—Supongo que ambos ignoramos varias cosas.— Reconoció Otis.

Hubo un breve silencio.

—¿Él volverá?— Cuestionó cabizbaja, buscando en su té señales inexistentes. Sus ojos azules irritados por el cansancio se ocultaban detrás de pequeños mechones.

—Lo hará.— Pareció tomar aliento.— Me dejó una carta.—

—¿¡Me estás jodiendo, Hunter!?—

Esa tarde Masky y Puppet tuvieron que separar a Hunter y Helen, más Hunter nunca le dijo al pintor qué decía esa carta.