["Pinceles rotos."] (Bloody PainterXHomicidal Liu)

Capítulo 11: Globos y regalos.

~Subtitulo: Menta y chocolate.~

Abrí los ojos con pereza, parpadeando un par de veces para acostumbrarme a la luz que se adentraba por la ventana. Se sentó en la cama como en cualquier otro día de su vida, levantándose para ir al baño y prepararse para bajar.

Abajo, los gritos de todos le pusieron la piel de gallina, mirándolos como si fueran todos unos bichos raros.

-¡Feliz cumpleaños!- Helen hizo un gesto confuso, girando sobre sí mismo para verificar que nadie estuviese detrás.

-¿Por qué nos miras así, Otis? ¿Olvidaste qué día es?- Rió Tim, acercándose a él.

-¿Sábado?- Dijo con obviedad.

-Tu cumpleaños, idiota.- The Puppeteer se carcajeó al ver la reacción sorprendida del adolescente.

-¿Seguros?- Sacó su celular para confirmar, dándose cuenta de que sí. Efectivamente era su cumpleaños.

-¡Ya 17, Painter!- Recordó Dina, yendo a abrazarlo.

-¿17?- Puso una cara bastante graciosa, como si se hubiera olvidado de que existía.

Slenderman cedió su presencia llevando con él una bandeja con el desayuno favorito de Helen, haciéndolo reaccionar con el agradable olor de este.

-¡Es mi cumpleaños!- Reconoció despabilándose, sonriendo ampliamente.

Las risas no se hicieron esperar, pero a Painter no le importó estaba feliz y era el primer cumpleaños que pasaba con Liu. Estaba más que emocionado.

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-¡Helen, acompáñame!- Hoodie lo llamó luego del desayuno, llevándolo a la parte "trasera" de la Creepy-Hause.

Los ojos azules que de por sí ya mostraban emoción, quedaron fascinados al ver desde la salida los preparativos al estilo guerra de trincheras y a Tim y Puppet vestidos con los respectivos trajes militares y protecciones del Paintball. Cargaban rifles cargados con balas de pintura, listos para empezar la batalla.

Bloody no lo dudo y miró a Woods, quien estaba lavando los trastes (la cocina es grande y la puerta trasera se encuentra justo allí) junto a otros 4 Creepypastas. Con la mirada le dijo todo, pero el mayor negó con la cabeza.

-¿No vendrás?- El menor vacilo en espera, en un movimiento brío de ir y venir desde la puerta hasta el castaño. Casi como un niño hiperactivo.

-Iré luego.- Aseguró y Bloody asintió y salió como tiro al aire para cambiarse y comenzar el juego con sus amigos.

-¿Se fue?- Preguntó Jeff, asomando la cabeza por la entrada de la cocina.

-Sí, rápido.- Liu soltó los platos para secarse las manos e ir con su hermano hacia la puerta principal para ayudar a entrar los regalos del cumpleañero y llevarlos a la alcoba de este.

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-¡Listo!- Confirmó Jeff bajando las escaleras junto a Liu.

-¡Perfecto!- Dina sonrió, y el resto de Creepypastas asintieron conformes.- Homicidal, Helen ya está preguntando por ti. Ven y de paso ayúdame a llevar las recargas de los rifles.-Sacudió ligeramente una caja entre sus manos llena de estuches de balas de pintura.

-Está bien.- Aceptó, cargando la caja que ella transportaba.

-¡Hey! ¿Qué te parece si les enseñamos a esos novatos cómo disparar?- Propuso con arrogancia el castaño rozando el azabache, a lo que Woods simplemente sonrió dirigiéndose al patio.