Capítulo 2: Habitual.

602 50 12
                                    

Una vez más; Liu no se presentó a almorzar. Debería estar acostumbrado, puesto que nunca comió con nosotros en los 3 años que llevo como Creepypasta. Pero en su entonces no teníamos relación alguna. Ahora es diferente para mí y también para él, creo.

No pude nombrar su ausencia porque Jeff ya había dicho que Liu no comería más tarde —cosa que no creí—, así que guardé todo comentario respecto al tema. No sólo por eso, sino porque temía que los demás empezaran con sus bromas absurdas de: “ay se preocupa por su novio. Qué lindo~”. Era irritante, por lo que comí mientras hablaba con Masky y Puppet.
________________

Sostuve firmemente la bandeja entre mis manos, divagando un poco en si entrar o no al cuarto de Woods.

Era consiente de lo ridículo que debía verme. Ya habían pasado 2 meses y medio desde el intento de… Suicidio de Liu.

Tragué una gran cantidad de saliva y toqué la puerta, sin recibir respuesta alguna. Me sentí intranquilo. Entré ya familiarizado en esa escena, siendo testigo de —como ya dije— la habitual imagen de un cuarto desordenado. Había libros esparcidos por la habitación, prendas sobre la cama deshecha, hojas y cuadernos sobre la mesa de luz y el suelo, y una laptop tirada también en el suelo, cubierta de papeles escritos. Las cortinas tapaban la luz que entraba por la ventana, y la luz se encontraba apagada. Lo normal.

Eso sí, la luz del baño estaba encendida, escuchándose una melodía que no conocía ni de casualidad. Supongo que Liu está allí.

-¡HELEN!- Un gritó me hizo vibrar los huesos, girando rápidamente la cabeza hacia la puerta del baño.-¡Sé que estás ahí, ven por favor!- No pude resistir el pedido de ayuda por parte del cicatrizado, por lo que dejé la bandeja que traía sobre la primera superficie disponible y fui deprisa al cuarto de baño, entrando sin pena.

-¿Me pasas una toalla?- Pidió el castaño una vez que estuve a su vista.

-¿Tenías que gritar para eso…?-

-Tal vez no me escuchabas por la música.-

Rodé los ojos, yendo por una toalla un tanto molesto por el susto que me había pegado.

-“Sólo a ese idiota se le ocurre asustarme así por una maldita toalla.”-

Una vez que le di la toalla, él  se levantó dentro de  la tina para secar parte de su cuerpo, teniendo cuidado de no mojar la toalla  en el proceso.

-¿Cómo puedes ser tan sinvergüenza?- Regañé entre dientes, desviando la mirada. Liu no estaba en mala forma, la verdad…

-¿Perdón? ¿Acaso lastime tus ojos vírgenes de penes?- se burló.- También tienes uno ¿Cuál es el problema?-

-Cállate. Sólo es incómodo que andes cómo si nada frente mío.-

-Ya. Lo siento.- Soltó desinteresado, secándose con un gesto perdido hacia el suelo.

Sabía perfectamente que no lo sentía, y también que no siente vergüenza. Liu me había contado a detalle puro cómo se sentía minuto a minuto. En simples palabras… Vacío.

-Helen… ¿Por qué eres mi amigo?- Aquí vamos otra vez… Esa baja autoestima que lo hace ver aún más modesto de lo que es.

-Por favor sécate y vístete. Te he traigo algo de comer…- Y otra vez evadí la pregunta…

["Pinceles rotos."] (Bloody PainterXHomicidal Liu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora