Capítulo 17: Allanamiento.

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—Slenderman sacará las cosas de su habitación de todos modos. Debemos buscar al menos una pista de dónde está o una razón de porqué se fue.—Jeff entró bastante desesperado al cuarto de su hermano. 7 meses no eran un juego.

—Recién ahora se les ocurre.— Soltó Jane irritada.

—Tampoco diste ideas.—Contraatacó Ben.

—Dejen de pelear y busquen.—Eyeless se agachó debajo de la cama de Woods, encontrando polvo que se había estado acumulando los últimos meses y uno que otro papel con quehaceres como "comer a dicha hora" o "leer a dicha hora". Él nunca se había dado cuenta de esos horarios, mas parecían órdenes o metas que terminaron tiradas de la frustración.

Jane se dirigió al librero mediano colgante, allí se hallaban libros sobre la depresión, la auto superación y otros referidos a la vida en ese estado. Luego había otros libros sobre poesía, ortografía, caligrafía y las diferentes posiciones políticas. Ella nunca se había enterado de los primeros libros y mucho menos esa fascinación del castaño por la escritura lírica y la política.

Ben revisó el baúl, entreteniéndose con los objetos que iba sacando. Entre esos objetos se hallaban calaveras, objetos forrados con piel humana, algunos juguetes un tanto infantiles, decoraciones bastante hermosas y elegantes como para estar metidas en ese baúl. Él nunca se había dado cuenta de ese gusto peculiar y brevemente extravagante si nos referimos a la delicada y refinada forma de ser guardadas o hechas.

Helen observaba desde la puerta, desplazando la mirada por todo el cuarto, hasta que decidió moverse. Fue directo a la mesa de luz, allí donde recordaba haber visto una y otra vez a Woods guardar su cuaderno.

"—Promete que nunca tocarás este cuaderno.—"

—Debo hacerlo.— Se dijo a sí mismo antes de abrir el cajón y quitar la tabla que ocultaba un el verdadero fondo de este. Un pequeño alivio se poso en su pecho cuando contempló esa libreta, una pequeña pista.

Se sentó en la cama, con las piernas cruzadas, abriendo en la primera página. Respiró profundo, con miedo. Conocía escasos pensamientos de Woods, la mayoría no los entendía y varias veces calló al no tener una respuesta. Conocía a Liu lo suficiente para saber que, cuando hablaba con alguien, cuidaba muy bien lo que decía y las palabras que utilizaba. Temía verlo siendo él, expresándose sin límite. Temía no saber cómo reaccionar a lo que desconocía.

Los demás le prestaron atención, buscando donde sentarse, dando a entender que leyera, querían escuchar. El ambiente era tenso, a decir verdad a muchos le tenían pavor a afrontar los sentimientos del castaño, a ser nombrados o ser una causa sin saberlo.

¿Tanto terror puedes tenerle a la depresión?

°[Cuaderno número 14.

Podría mirar la fecha y anotarla, pero sería como el anterior y no quiero volver a sentirme mal por ver la frecuencia con la que escribía. Así que este cuaderno no tendrá fecha ni noción.

Hoy me di cuenta de que no hay nada por lo que luchar. Sentirme mal por personas que ni siquiera están ahí para mí no vale la pena, entonces decidí que ya no me preocuparía por ellos. Sonará egoísta, pero he tocado fondo. Y aunque sé que siempre estoy a un centímetro de tocarlo, esta vez fue un continuo roce de malos sucesos, pensamientos y ataques.

Todavía busco el momento indicado.]

[Lo había estado ignorando pero hoy me topé con mi reflejo. Sentí vergüenza, lo que veía no me agradaba. Mi cuerpo que va de mal en peor con mis cambios de apetito que jugaba con mi esperanza de comer algo y no vomitarlo luego. Las ojeras que modelaban sobre mi pálida piel que debía ser medianamente bronceada. Los kilos que notoriamente he perdido se perciben en mis delgadas muñecas y las ropas que ocultaban la verdadera figura huesuda que poseo.

["Pinceles rotos."] (Bloody PainterXHomicidal Liu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora