Capítulo 18.

1.2K 93 5
                                    

He escrito esto escuchando Crash de Sum41 y he llorado. Espero que os guste.
-------------------
[Narra Lydia]

El agua salpica mi cara haciéndome despertar de mi sueño. Joder, con lo que me había costado dormirme. Miro a la ventana por donde las gotas entran y rápidamente me levanto a cerrarla, miro hacia fuera y todas las aceras están mojadas. La lluvia cae tan solo iluminada por las luces de las farolas. Sonrío, amo las lluvias de verano aunque aquí supuestamente es invierno pero bueno, hace buen tiempo.

Me vuelvo a tumbar en la cama, pero me he desvelad (puto jet-laj). Cojo el móvil de mi mesilla y miro la hora, solo son las 3.15 am. Abro twitter pero en mi tl no hay nada interesante así que abro wattpad y me pongo a leer algunos capítulos de historias random. De repente escucho un ruido en el piso de abajo, creo que alguien acaba de llegar, pero no se quien puede ser a estas horas, todos nos habíamos ido ha dormir pronto. Escucho unas pisadas acercarse por las escaleras despacio y me acerco a la puerta, la abro con cuidado un poco, dejando el suficiente espacio para poder ver por la rendija pero sin que se me vea a mi. Veo una figura delgada mojada completamente, lleva una sudadera negra con la capucha puesta, es Calum. Abre la puerta de su habitación con cuidado de no hacer ruido y pasa dentro cerrando tras el.

No se si debería ir a hablar con él o no, pero opto por la segunda opción, se que me oculta algo de aquí, pero no quiero presionarle a contármelo. Me vuelvo a la cama y me intento volver a dormir.
*********

Me despierto, miro la hora, las diez. Cojo una camiseta limpia y unos pantalones largos, porque sigue nublado y voy al baño. Me aseo, pero no me ducho porque siempre lo hago por las noches y me cambio.

Bajo a desayunar y en la cocina está Calum desayunando aún en pijama y a su lado Mali.

-Buenos días.-saludo

-Buenos días ¿qué tal la noche?- dice Mali y Calum me saluda con la mano, ya que está terminando el tazón de cereales.

-Bueno, me costó bastante dormirme pero bien, gracias.

-¿Hoy vienes al ensayo no?-dice Calum dejando el tazón de cereales en el fregadero.

-Sí.

-Vale- sonríe- Voy a ponerme presentable y ahora vamos a dar una vuelta si quieres.

-Me encantaría.- digo y se va de la cocina.

-¿Que haces por aquí Mali?- la digo sonriendo. Pensaba que no vivía aquí.

-Mamá trabaja y me dijo que me pasase por si necesitabais algo.

-Pues si me dices de dónde puedo coger unos cereales te lo agradecería.- Le sonrío.

-Oh, claro. Toma.-Dice abriendo el armario y cogiendo un paquete de cereales y un tazón, luego abre un cajón y me da una cuchara. -Mi hermano es un despistado y no se acuerda de darte de comer- reímos.

-Hablando de tu hermano, ayer por la noche, super tarde, estaba lloviendo pero él había salido, le oí entrar a las 4. ¿Sabes dónde pudo haber ido?- digo y su sonrisa se borra y tiene una mirada triste.

-Tengo una ligera idea.

-¿Y cuál es?

-Creo que es mejor que te lo cuente él.

-¿Que le cuente quien qué?- Escucho detrás de mi a Cal, me giro y está con el ceño fruncido y algo desconcertado. Mali se acerca a él y le susurra algo al oído, no se que está pasando. Él asiente y me tiende la mano.

-¿Puedes subir conmigo arriba? Tenemos que hablar.- Si algo he aprendido de las películas en todos estos años es que esas palabras no son algo bueno. Le cojo la mano y subimos a su habitación, me indica que me siente en la cama, él  cierra la puerta y se sienta a mi lado. Suspira y mira al techo, abre el cajón de su mesilla y saca una foto y me la da. En ella hay una chica, diría que es la misma que la de la foto que tiene en su habitación en Madrid.

-Se llamaba Hannah- dice triste.

-¿Era tu novia?- asiente-¿Qué pasó?

-Hannah era mi mejor amiga, crecimos juntos desde siempre. Siempre estuve enamorado de ella. Era guapa, simpática, inteligente... nada se podía comparar a ella. 

Cuando teníamos 12 años le confesé lo que sentía y sorprendentemente ella me dijo que yo también le gustaba. Me sentí el chico con mas suerte del mudo. 

Empezamos a "salir", aunque solo eramos dos críos, dos inocentes niños que no podían vivir el uno sin el otro.- Sonríe y los ojos se le ponen llorosos.- En mayo de hace 4 años fuimos a una fiesta a las afueras de la ciudad, en una antigua casa abandonada.-Su tono cambia, ahora es más serio.- Yo había bebido y me lo estaba pasando muy bien, pero ella no tanto, sus amigas no estaban y yo la estaba ignorando un poco porque estaba con los míos. Fui un gilipollas.

Me dijo que se iba, la dije que si quería que la acompañase, pero me dijo que no hacia falta y yo acepté. 

Al día siguiente me despertó una llamada a las ocho de la mañana, leí su nombre en la pantalla, pero cuando lo cogí no era su voz la que estaba al otro lado, era la de su madre. Hannah había sido atropellada por un conductor borracho esa noche mientras iba a casa. Me dijo que había pasado toda la noche en cuidados intensivos y que fuese lo mas rápido posible.- Sus lagrimas empiezan a caer y paso mi brazo por sus hombros en señal de apoyo.- Cuando llegué su madre estaba sentada en la sala de espera y vino rápidamente hacia mí.

Me dijo que estaba muy grave, y aunque estaba consciente, los médicos le habían dicho que había muy pocas posibilidades de que sobreviviese. También me había dicho que había hablado con los médicos para que pudiese pasar a verla cinco minutos, porque normalmente solo dejan a familiares, pero me consideraba lo suficientemente importante para que yo también pudiese verla.

Cuando me acerqué  a la habitación había un medico en la puerta. Nunca olvidaré sus palabras "Puede que sea tu última oportunidad para despedirte de ella, lo siento". Abrí la puerta y ahí estaba Hannah, llena de vendas y tubos que salían de su cuerpo, había algunas máquinas que pitaban a su lado, nunca pensé que la vería así. Todavía esa imagen es la dueña de mis pesadillas, me sentí una mierda. Me acerque a ella y cogí su mano sentándome a su lado. No pude evitar llorar.

Le dije que lo sentía, y me dijo que no era mi culpa, pero yo no lo creía así, yo no lo creo así. 

Me hizo prometer que reharía mi vida y me dijo que siempre se encargaría de que yo fuese feliz. 

"Te quiero Calum y siempre será así" son las últimas palabras que me dijo antes de que el medico pasase y me dijera que tenía que irme. Esa fue la ultima vez que la vi. Murió al día siguiente en quirófano.- Dice y de repente noto que yo también estaba llorando, es la historia mas triste que he oído y nunca se me hubiese pasado por la cabeza que algo así le pudiera haber pasado a alguien como él.

-Lo siento Cal.

-Gracias.

-¿Así que por eso te fuiste?- Dije cuando ya se había calmado un poco.

-Los siguientes meses dejé de ir al instituto, entré en una depresión. La veía en todos lados, todo me recordaba a ella. Sentía que ella vendría a cenar cada viernes a casa como siempre, pero eso era imposible. Parecía que todo era un mal sueño, pero es la triste realidad. No podía ni mirarme al espejo sin odiarme a mí mismo por dejarla sola aquella noche. Luego le ofrecieron el trabajo a mi padre en España y lo aceptó así que me fui a la otra punta del mundo para intentar superarlo, pero no había empezado a hacerlo hasta que te conocí.-Mis mejillas se sonrojan y una sonrisa tímida se dibuja en mis labios.

-Me alegro de haberte ayudado.

-Has hecho más de lo que crees, me has ayudado a poner mi mundo en pié de nuevo.

Seventeen // Calum HoodWhere stories live. Discover now