[Narra Lydia]
Me sudan las manos estoy nerviosa y tengo calor. Vamos de camino a la casa de Calum en el coche de su madre desde el aeropuerto, no puedo esperar a caminar por todas estas calles que veo desde mi ventana, ni a bañarme en el Pacifico, aunque el mar no es algo que me entusiasme.
Miro a Calum que está sentado a mi lado, se le ve cotento pero hay algo triste en su mirada. Llegamos a una casa y aparcan en el garaje, me bajo y voy a por mi maleta al maletero, estoy muy cansada por el viaje y casi no puedo con ella, pero Calum me ayuda.
Pasamos por una pequeña puerta que da el pasillo y se ve el salón.
-Esto no ha cambiado nada.-dice Calum revisando cada esquina de la habitación. Miro a su madre que sonríe con una sonrisa triste y me siento fuera de lugar.
-HOLA HERMANITO- dice Mali pasando por la puerta de la entrada y va corriendo a abrazarle.
-Hola Lydia.- dice y me abraza.- Ven, te voy a enseñar tu nueva habitación.- dice y me coge de la mano para llevarme escaleras arriba.-Esta era mi habitación y como me caes bien pues te la dejo.-Me dice pasando a una puerta que está a la derecha de las escaleras. La habitación es del mismo tamaño que la mía de España, pero esta es de color azul verdoso y tiene menos muebles y eso.
-Wow qué bonita. ¿Ya no vives aquí?
-No, ahora vivo con unas amigas en un piso del centro. Bueno, te dejo que organices tus cosas y eso, voy a ver a mi hermano.-Dice y se da la vuelta, pero justo cuando pensaba que se iba a ir se vuelve a dar la vuelta y camina hacia mí.-Gracias por traerle de vuelta- Dice con lágrimas en los ojos.
-Yo no he hecho nada.
-Si lo has hecho, aunque no te des cuenta. Eres muy importante para él, créeme.-Dice y me da un abrazo rápido antes de irse. Sonrió por lo que me acaba de decir ¿Tanto le importo a Calum de verdad? Abro mi maleta y empiezo a colocar las cosas. Unos minutos mas tarde escucho a alguien subir las escaleras.
-¿Te gusta?-Escucho a Calum desde la puerta.
-Sí, y tu familia es muy agradable.
-A ellas también les caes bien.- sonríe.-¿Me acompañas a mi habitación?
-No sabes ir tu solo o qué- me río y el pone esa típica cara de "que graciosa..."
-Sí, pero no se, es que...-empieza decir
-Claro que te acompaño tonto- le sonrío y le doy la mano. Su puerta está en frente de la mía así que en un paso estamós en la puerta. El coge el pestillo con la mano que tiene libre, le miro a los ojos que están creados, suspira, los abre y abre la puerta lentamente. Me aprieta la mano más fuerte cuando ve lo que hay dentro.-¿Estás bien?
-Sí, es solo que es como si nunca me hubiese ido y es raro, muchos recuerdos y joder... no se, es raro.- se sienta en su cama y esconde sus ojos con sus manos intentando disimular, pero se que está llorando. Me siento a su lado y le levanto la cara apartando sus manos. Le miro a los ojos que están rojos y llenos de lágrimas, le seco las que tiene en las mejillas con mi mano y el aparta la cara avergonzado.
-Cal, no llores, no puedo verte así.- Le digo y él intenta sonreír pero se queda en el intento. Así que le abrazo y el apoya su cabeza en mi cuello, noto su aliento en mi nuca y un escalofrío recorre mi cuerpo. Pasamos así unos minutos, pero a mi no me importaría que fuesen horas. Cuando se separa de mí me sonríe, y me pongo un poco roja, pero espero que no se haya dado cuenta.-Venga, te ayudo a deshacer el equipaje.
-Oye, acabo de hablar con la madre de Michael y están todos allí, voy a ir a verles, es una sorpresa porque ellos no saben que estoy aquí. ¿Te vienes?- Dice cuando terminamos de colocar su ropa y coge una camiseta limpia y se la cambia por la que lleva puesta, yo me hago la loca intentando no mirar su cuerpo mientras no tiene ninguna puesta. Puto Calum, no me hagas estas cosas.
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Seventeen // Calum Hood
Novela JuvenilHay momentos que la vida es demasiado difícil de manejar. Debes tomar decisiones para seguir adelante porque no te puedes aferrar al pasado. Muchas veces la única opción que tenemos es empezar de cero, ya sea en otra ciudad o en la otra punta del mu...