Estaba en casa tan solo pensando en él. ¿De verdad no me recordaba en lo absoluto? Tomé a Collin y lo mantuve en mis brazos, aunque ya era un enorme animal. Lo acariciaba en mi balcón y jugaba un rato con él, cuando Boris comenzó a ladrar en el otro lado.
-¡Hola Boris! –saludé y extendí mi mano para poder acariciarlo.
-Hola –saludó Luke. Yo no levanté la mirada, solo sentí que la piel se me estremeció al escuchar su voz, no podía verlo a la cara, ¿para qué si de todas formas él ya tenía una amiga?- ¿me escuchaste?
- Sí –respondí suspirando- ¿cómo estuvo tu día?
- Lindo, creo que comienzo a recordar algunas cosas de mi infancia –respondió y yo sonreí levemente- pero aún a ti te tengo borrosa. Dicen que fuimos amigos…
- No solo fuimos amigos –aclaré y me le quedé mirando- tú fuiste mi más grande amigo. Con sus altibajos en nuestra relación, pero al fin y al cabo… amigos.
- Ojala pudiera recordar –dijo él sentándose en el filo de la balaustrada de su balcón, igual que yo.
- ¿Ves la cicatriz que está en tu mano? –pregunté y él asintió- ¿cómo te la hiciste?
- No lo sé, supongo que me corté escalando un árbol o algo así –respondió mirándola- parece una rara lombriz –reí.
- Es una “S” –aclaré- una fea “S” pero bueno… Yo tengo una L –informé y le mostré su mano.
- ¿Por qué tenemos estas letras? –preguntó.
- Porque cuando
- ¿Luke? –escuché la voz de una chica. Dirigí mi mirada hacia su habitación y de allí salió Olivia. Ella salió hacia donde estábamos nosotros y abrazó a Luke fuertemente desde detrás de su espalda.
- ¿Me decías? –preguntó Luke y yo no sabía si contarle. Esto era parte de nosotros, no de nosotros tres.
- Luego –dije y bajé de la barra.
- Espera –llamó Olivia- ¿por qué siento que no te agrado?
Caminé hacia las puertas de mis balcones y sin mirarla, dándole la espalda comencé a cerrar las puertas.
-Porque en realidad no me agradas –respondí y luego cerré las puertas.
…
Eran las nueve de la mañana y la música estaba prendida. Abrí los ojos como plato y sentí cómo la furia invadía todo mi cuerpo. Me levanté de la cama y caminé hacia mi balcón. Abrí las puertas y brinqué al de él.
-¡Brooks! –le grité- ¡Baja el volumen pedazo de idiota! –grité, abrieron las puertas y él se sonrojó al verme.
- Lo siento, yo no quería despertarte –respondió. Caminó hacia su reproductor y bajó todo el volumen- no volverá a suceder.
- Oh demonios –susurré, no recordaba que él no me tenía en su memoria, por lo cual nuestras discusiones matutinas sobre el volumen de su música nunca habían pasado- lo siento.
- No, discúlpame a mí, no debí subirle tanto… -dijo agachando la cabeza. Me sentía tan mala.
- Está bien… sé que –no sabía qué decirle cómo comentarle que siempre peleábamos- lo siento.
- Oye Luke… en el baño te falta el –salió de nuevo Olvia. Me le quedé mirando, “¿Qué demonios hace ella aquí?”
- Oh, lo siento, no sabía que teníamos visitas –pronunció.
- No te preocupes, solo es mi vecina… Scarlett… ¿verdad?
¿Solo su vecina? “¿Scarlett, verdad?” Apreté los puños fuertemente y traté de no explotar frente a mi amnésico amigo y la desconocida ratera de amigos que estaba frente a mí.
-¿Qué haces aquí? –pregunté tratando de no sonar como una novia celosa.
- Luke me invitó a pasar la noche en la casita del árbol que está atrás –señaló. ¡Bum! ¿Mi corazón? No pregunten por él. La miré y sentí que el nudo en mi garganta se formaba nuevamente.
- Ah –susurré. Me di la vuelta y caminé hacia el balcón. Una esquinita blanca de papel llamó mi atención en el bote de basura. Me acerqué y lo tomé, era un trozo del dibujo que alguna vez lo vi hacerme. Mordí mis labios fuertemente y brinqué a mi balcón realmente destrozada.
…
De noche. Estaba sentada en la casita del árbol, pensaba en todas las cosas que hicimos juntos aquí. Si esta casita hablara, tendría mucho qué contarnos. ¿Qué hicieron ellos aquí anoche? ¿Será que hicieron lo mismo que él y yo?
Cerré los ojos tratando de borrar esa horrible imagen que tenía en la cabeza. Al abrirlos Logan estaba caminando hacia donde yo estaba. Le sonreí y él se acercó a mí.
-¿Qué tienes que estás tan deprimida? –preguntó sentándose a mi lado y mirando hacia el cielo, tal y como yo lo hacía.
- No lo sé, me siento realmente incómoda con la “mejor amiga” que tiene Luke –respondí con honestidad.
- ¿Son celos? –preguntó y yo suspiré.
- No lo sé –repondí- me duele la cabeza y siento que la sangre se me calienta cuando la veo cerca de él.
-¿Has intentado hablarle de cómo te sientes? –preguntó y yo negué.
- No me recuerda, ¿qué caso tiene? –dije entrelazando mis manos y jugando con mis dedos.
- Pues ahora que no te recuerda pueden hacer una nueva historia, ¿por qué no empezar de nuevo?
- Sé que sería lindo, pero me molesta que ella esté TODO el tiempo con él. Así no puedo serle sincera o abrirle mi corazón y me vuelva a conocer.
- ¿Quieres enamorarlo de ti nuevamente? –preguntó y me miró a los ojos. Desde que él y yo nos habíamos convertido en amigos solamente; hablábamos con sinceridad de los dos. Él se iría a la Universidad de Nueva York y yo estaría aquí en la de Londres. Un océano nos separaba y una gran barrera también.
- Quiero que sea de nuevo mi mejor amigo y no quiero que esté más con ella –confesé y cerré los ojos.
- Entonces búscalo… -aconsejó.
- ¿Qué demonios es esto? –pregunté- ¿acaso mi ex novio me está aconsejando buscar al tipo por el que lo dejé?
- Así es –dijo él riendo- sé que con él eres feliz. ¿Para qué engañarnos? Además, yo también soy feliz…
- ¿Debo preguntar si existe alguien?
- Puedes preguntar… mas no estoy obligado a hablarte de ella. Así que… mejor me voy a dormir antes de que comiences a interrogarme.
- De acuerdo –dije, besé sus labios con ternura y luego él se fue.
¿De verdad tendría yo que comenzar a buscarlo? ¿Acaso siempre voy a ser yo la que mendigue su amor? Enamorarlo esta vez no sería fácil.