¡Te extrañé!
Kiss and Sell – The Maine.
“Another party with the same kids, another night with the same drinks. I need to find myself a new chick, I need to kiss a set of new lips”
Estábamos en el avión. Luke se encontraba a mi lado durmiendo. Yo miraba por la ventana y esperaba con ansias que ya aterrizáramos para poder ver a mi hermano. Hoy por la noche era su graduación. Vi a Luke y él estaba relajado en su asiento. Desde lo que pasó con James no me habla de la misma forma, pero siguió con la propuesta de venir a la graduación de mi hermano.
Estábamos por aterrizar y me pidieron que le abrochara el cinturón. Así lo hice y le enderecé la cabeza para que no estuviera torcido y lastimado. Él medio despertó pero siguió en su lugar. Las azafatas nos ayudaron a bajar nuestras cosas y yo tomé de la mano a Luke. Estaba demasiado desorientado por el cambio de horario.
Al bajar del avión, lo primero que hice fue tomar mi maleta en la cinta transportadora y mi amigo también tomó la suya.
- ¿Ya tienes todo? –preguntó papá y yo asentí- ¿qué tal estás Luke?
- Estoy bien –sonrió a medias y bostezó. Si este viaje fuera normal y calmado, estoy segura de que yo me sentiría peor que él. Pero hoy vería de nuevo a mi hermano, así que no me importaba que estuviera despierta ya por varias horas.
Caminamos juntos hasta llegar a la salida de los pasajeros. Miré por todos lados esperando ver a mi hermano mayor por allí. Instantáneamente una sonrisa se formó en mi cara y solté mi maleta. Comencé a correr, pues un chico alto de cabello negro y despeinado, ojos azules, labios rojizos carnosos los cuales esbozaban una hermosa sonrisa estaba mirándome y alzando los brazos. Cuando llegué me lancé a sus brazos y él se comenzó a reír.
- ¡Te extrañé! –lloriquee. Él me abrazó aún más fuerte y besó mi mejilla.
- Hermanita, ya estoy aquí –murmuró bajito. Nos quedamos así unos minutos más hasta que sentí cómo mamá me separaba de él.
- ¡Quítate sigo yo! –dijo y ambos reímos. Mamá se le acercó y Joseph, la abrazó fuertemente.
Luke-.
Ver la forma en que ellos se abrazaban me dio ternura. Estoy seguro de que si mi hermana mayor viniera a casa yo me sentiría igual que Scarlett o peor.
Toda su familia se acercó a saludar y yo me paré al lado de ellos tan solo cuidando las cosas. Al final, cuando se dijeron muchísimas palabras de aliento Joseph me miró.
- Alimaña -saludó y yo medio sonreí.
- Hola Joseph...
- ¿Qué haces aquí? -preguntó levantando una ceja- ¿Sigues con el castigo en Nueva York? -preguntó a su hermana.
- No iba a traer a Logan, así que tuve que traer a Luke, ¿importa mucho? -preguntó- Si quieres lo puedo dejar amarrado en casa... -yo rodé los ojos y Joseph rió.
- No es necesario, tampoco queremos ser crueles con el pobre, está bien. Que venga a mi graduación. Bienvenido -dijo y yo le hice media sonrisa.
- Gracias -dije sospechando de sus intenciones.
Subimos a su auto y por una vez noté lo emocionada que Scarlett estaba. Se la pasaba hablando con su hermano de todas sus vivencias, incluso le contó lo que pasó con Logan y sus padres admitieron que ahora no lo querían en casa. Era una pena que yo hubiera acabado con su reputación, pero Scarlett se encargó de defenderlo, cosa que no me gustó mucho.
- ¿De verdad, luego de lo que te hizo, estás dispuesta a defenderlo? -le preguntó su madre.
- Siento que no fue su culpa, siento que fue Hanna, pero... igual no quiero confiar en nadie aún -admitió- esperaré a que todo se solucione y luego ya hablaré con él.
- Haz lo que tengas que hacer -dijo Joseph.
Miré por la ventana de la camioneta y me quedé pensando en lo mucho que esta chica quería a su novio. De verdad estaba dispuesta a darle una segunda oportunidad, cuando a mí no me da ni la hora. Esto de tener que salir con ella por la maldita apuesta estaba muy complicado. Ahora creía que no lo lograría. Pero yo, muy en mi interior, sabía que por allí en su corazón... aún había una notita de cariño por mí. Tal vez solo necesitaba ser un poco más amable con ella para que por fin cayera. Solo eso... amabilidad y cariño.
Llegamos a la casa de Joseph, era grande y un tanto lujosa. Nos dijo que tenía un compañero viviendo con él, así que seguramente no estaríamos solo en familia. Al llegar bajamos todos, junto con nuestras cosas. Le ayudé a Scarlett con su maleta, pues ella se la pasó dándo vueltas en la entrada. Veía todo como si esto fuera un paraíso y la verdad es que en cierta forma lo era. Pues era realmente hermoso el lugar.
Entramos a la casa y si afuera era hermoso, por dentro era aún mejor. Scarlett lo primero que hizo al entrar fue correr al sillón y tirarse allí. Yo por mi parte me quedé parado en la entrada con las maletas a mi lado. Un chico alto de cabellera castaña y ojos marrón bajó las escaleras. Parecía muzculoso y tenía una bonita sonrisa. Usaba camisa en cuello V y unos jeans negros.
- Buenos días, mi nombre es John, pero todos me dicen Johnny -saludó a los padres de Scar-. Es un placer conocer a la familia de Joseph.
- Gracias Johnny, también para nosotros es un placer conocerte -murmuró su madre algo sonrojada. Sí lo admito, el tipo era un bombón andante. Sonrió a ambos y hasta el padre de Scar se sonrojó.
- ¿Tú eres...? -preguntó cuando me vio.
- Luke Brooks, amigo de Scarlett -respondí muy seguro. Ningún niño bonito me intimidaría hoy.
- Un placer Luke -saludó amablemente- ¿Dónde está la hermosa chica de la que tanto me ha hablado Joe? -preguntó y yo fruncí el ceño.
- Yo conozco a una chica, pero no es hermosa -murmuró Scarlett desde el sillón.
- Mentira -respondió John sin verla siquiera- sé que eres hermosa con tan solo las palabras que Joseph me dijo de ti.
- ¿Qué te dijo? -dijo Scarlett aún tirada en el sillón.
- Que eras inteligente, amable, cariñosa, sensible, obsesionada con los encendedores y las navajas mariposa. Ruda y cuando crezcas te gustaría tener una motocicleta Harley, de preferencia una Iron -respondió, yo no sabía eso- también que eres alta, labios rojizos, ojos profundos y azules, cabello ondulado y negro. Sonrisa perfecta y... bueno, algunas cosas más.
- Hablas de mí como si estuvieras enamorado -dijo Scarlett riendo. Johnny se sonrojó también. Yo apreté más los puños.
- Es que lo estoy...
¿Qué? ¿Cómo demonios es que Scarlett lo hace? A donde quiera que íbamos yo tenía competencia. Este tipo le llevaba por cinco años y estaba enamorado de ella solo por palabras y fotografías. Estaba que me cargaba el demonio. Apreté los puños y rechiné los dientes. Este tipo seguro era un mujeriego de mierda que solo quería ilusionarla. Vamos, a todos nos gustan las hermanas de nuestros amigos, pero siempre son para jugar solamente. Yo no permitiría siquiera que se le acercara un centímetro. Johnny, no.
Scarlett se levantó del sillón y se le quedó mirando incrédula. Yo apreté más los labios y él la miró tímidamente. Los padres de Scarlett como yo, estabamos en shock mirando cómo ella caminaba hacia él.
- Scarlett Bouvier -estiró la mano.
- Johnny Cartier Cooper -murmuró. Hasta nombre de artista tenía el condenado tipo. Le sonrió y ella también lo hizo. Él se acercó para darle un beso en la mejilla y yo gruñí marcadamente. Todos me miraron y a mí no me importó. Yo solo veía cómo Scarlett sonreía.
- Idiota -dije mirando hacia la puerta.
Ellos comenzaron a hablar entre sí y yo subí las escaleras buscando nuestra habitación. Porque por supuesto, yo estaría con ella y no dejaría que ese tipo se le acercara.
Entré a una habitación que tenía la S de mi mejor amiga. Entré y la verdad es que este lugar era más que un paraíso. Incluso la cama era realmente tentadora. El ambiente era tranquilo y el olor a vainilla era delicioso. Suspiré y me acerqué a la terraza. Era este un hermoso lugar.
- Bueno, eso definitivamente no me lo esperaba -comentó Scarlett mientras entraba a la habitación y se tiraba en la cama.
- Ni yo... no entiendo como es que le gustas a tanta gente -murmuré mientras regresaba a la habitación con ella.
- Bueno, supongo que ellos ven algo que tú no -respondió con tranquilidad.
- ¿Como qué? -pregunté interesado, ella suspiró y mordió sus labios para luego responder.
- No lo sé, pregúntale a ellos, ellos son los enamorados de mí no yo... además, Johnny es demasiado grande, no creo que me permitan salir con él.
- ¿Qué no sientes nada por Logan ya? -pregunté, prefería competir con el chico que con Johnny, quien era mucho más grande que yo, mucho más maduro y mucho más experto en esto.
- Claro que siento por él, si no soy de piedra -murmuró ofendida- es solo que me dio curiosidad el chico. Es guapo y de verdad amable.
- Es mucho mayor que tú -dije apretando los puños.
- ¿Por qué te enojas? -preguntó ella mirándome y yo liberé de mi agarre el pobre peluche que había tomado.
- No me enojo, solo trato de protegerte... el tipo es mucho mayor y por lo tanto un mujeriego -respondí calmadamente.
- Supongo que tú sabes mucho de eso, ¿no? -dijo levantándose de la cama y encendiendo la televisión, comenzó a hacer zapping, pero yo me puse frente a esta.
- Claro que lo sé... me gustan las hermanas de mis amigos, eso es un hecho, es lo clásico -respondió- siempre hay tipos así. Que dicen que gustan de tí cuando lo único que quieren es echárselas.
- ¡Cállate Luke, eres un idiota! -murmuró y yo me enfurruñé tirándome en la cama a su lado.
Las horas avanzaron y ahora estábamos comiendo todos juntos la comida que Johnny "había preparado" ahora resulta que también es un buen chef. Idiota, solo quería ser buena persona frente a ella. No me supongo qué tanto dice de ella a nuestras espaldas.
- ¿Estás bien? -preguntó Scar y yo sonreí inmediatamente.
- ¡Más que bien! -dije con una gran sonrisa forzada.
- No pareces estarlo -murmuró bajito ella y Joseph se nos quedaba mirando- desde lo de James no me hablas igual...
- ¿A qué te refieres? -pregunté interesado.
- Desde que besé a James estás distante y siempre molesto conmigo. ¿Qué te hice? -preguntó inocentemente. "Apareciste, eso hiciste, me hiciste pensar que sería fácil enamorarte de mí y lo único que hago es ... creo que caer en mi misma trampa. ¿Por qué demonios no eres como las otras chicas? ¿Por qué no puedo hacerte mía y punto? ¿Por qué tengo que luchar contra mi propia ética, sentimientos y moral? ¿Por qué te quiero?"
- Nada -susurré- tú no me hiciste nada.
- Entonces deja de actuar como el idiota que siempre eres y pórtate bien... recuerda que esta noche te necesito como un niño bueno -dijo metiendo un bocado de comida a sus labios.
- De acuerdo -murmuré un tanto dolido.
Era hora de que todos nos arregláramos. Como hombres, nos quedamos en casa duchándonos en turnos, primero los graduandos y luego el padre de Scarlett y al final yo. Admito que me sentía un poco intimidado pero no dejaría que estos tipos, ancianos me quitaran mi debido lugar como acompañante de Scarlett.
Las chicas estaban en un salón de belleza, las preparaban y para cuando ellas volvieran ya estarían listas; así que nosotros éramos los presionados por el tiempo. Yo estaba acomodando mi cabello hacia arriba cuando escuché que unos tacones se acercaban a la habitación. Miré atentamente para ver quién era el que abría la puerta y tan solo era su madre.
- Oh señora Bouvier -dije al verla- luce hermosa -comenté pues el vestido negro y su cabello ondulado a los lados, la hacían ver muy joven y muy hermosa.
- Gracias Luke -murmuró- Scarlett está abajo con los chicos... me pidió que te llamara.
- Oh, sí.. ya voy -dije mientras me acomodaba un último mechón de cabello. Me perfumé y dejé toda mi ropa tirada cerca de mi maleta. Lucía elegantemente sexy en un traje así. Me miré por última vez en el espejo y luego salí en compañía de la madre de Scar de la habitación.
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You Got Me- Colbie Caillat.
"You stock on me and my laughing eyes. I can't pretend though I try to hide, I like you... I think I felt my heart skip a beat, I'm standing here and I can hardly breathe; you got me, the way you take my hand is just so sweet, and that crooked smile of yours, it knocks me off my feet..."
Llegamos abajo y noté que Joseph llevaba la toga con su respectivo birrete y Johnny también tenía la suya puesta, pero sin el birrete. Entonces fue cuando la vi. Scarlett lucía ese hermoso vestido rojo que vi por primera vez en su habitación. Su cabello estaba trenzado y sus ojos resaltaban con un maquillaje, un tanto natural, pero delineando cada luz y cada rasgo azulado de su mirada. Sus labios, estaban destacando de una forma impresionante. Tenían un color rojo, uno escarlata, uno que me tentaba a quitárselo. Uno que me decía: "Bésame, y síguelo haciendo hasta que no quede más color en mí". Sus curvas, su cuerpo, todo en ella me tentaba terriblemente.
- Si cierras la boca, posiblemente hagas que ella te trate mejor -murmuró Joseph y yo salí de mi trance.
- ¿Qué? -dije confundido mientras metía las manos a mis bolsillos.
- Nada -dijo Johnny y le sonrió a mi chica.
Perdón, mi chica no... a... Scarlett. Sí, ella.
Me acerqué a ellos y se quedaron en completo silencio. Di unos pasos hacia atrás, me sentía incómodo aquí. Ojalá no hubiera venido. El padre de Scarlett bajó las escaleras apresurado y nos sonrió a todos. Juntos, en la camioneta que Joseph poseía salimos en camino al lugar donde se graduarían. Que resultaba ser el gimnasio mayor de su escuela.
El camino fue en total silencio, excepto por los cuchicheos que tenían Joe y Scar. Ellos se la pasaban riendo y yo nunca me enteraba de nada. Ojalá y no hablaran de mí porque los mataría.
Llegamos al lugar y bajamos, le ayudé a Scarlett a bajar de la camioneta y ella me sonrió amablemente. Cuando bajó, Joseph y Johonny tuvieron que correr al lugar porque se les haría tarde y no alcanzarían la entrada. Por fin, en todo el día me dejaron solo con ella.
- Si te digo que te ves hermosa, ¿me creerías?
- Sí -dijo rápidamente- me vi al espejo antes de salir.
Reí y suspiré-. Lamento haberme puesto celoso hoy... es solo que no me acostumbro a que estés rodeada de tanta gente. Por lo regular soy yo el que llama más la atención.
- ¿Extrañas ser tú el centro del universo? -preguntó ella levantando una ceja y yo negué- ¿Entonces?
- Extraño que tú no llamaras tanto la atención -murmuré apenado- ahora todos te buscan y te quieren.
- ¿Qué tiene eso de malo? -preguntó ella encogiéndose de hombros. Yo suspiré y tomé la manija de la puerta, para jalarla hacia mí y cederle el paso. Ella caminaba lentamente, sin necesidad de apresurar las cosas- Contesta -pidió y yo mordí mis labios.
- Nada, es solo que... siento que ahora que volvemos a ser amigos, puedan alejarte de mí -respondí.
- Vamos Luke, ambos sabemos que eso no es posible -murmuró con media sonrisa.
- ¿Enserio? -pregunté ilusionado y ella asintió.
- Claro, nosotros nunca volvimos a ser amigos, hacemos esto solo porque nuestros padres nos obligaron a pasar el verano juntos -respondió y sentí cómo la sangre se me encendía, ¿de verdad ella seguía saliendo conmigo solo por lo de sus padres?
Caminé un poco más apresurado y la dejé a ella atrás. No quería pasar un solo minuto cerca de ella, necesitaba pensar antes de que le arrancara ese vestido la obligara a amarme y dejarla tirada sin esperanza alguna de que yo volviera a ser "amable" con ella. Perra....
El lugar en el que estaban los padres de Scarlett se comenzaba a abarrotar. Ella llegó y se paró a mi lado sin siquiera mirarme. La ceremonia comenzó y todos nos quedamos en completo silencio. Ella estaba mirando a Joe, con una gran sonrisa. Como si su héroe hubiera sido nombrado Rey de Inglaterra, como si tuviera un título ahora. Como si fuera condecorado, cuando en realidad estaba siendo solo su titulación como Biólogo Marino especializado en tiburones.
Cuando comenzaron a nombrar a los chicos, todos comenzamos a aplaudir, pues chicas y chicos se graduaban y la verdad es que lo merecían pues se habían esforzado por alcanzar su título. Admito, que cuando las chicas pasaban yo les daba un vistazo y aunque fueran mucho mayores que yo... sabía que tendría el poder de llevarme a quien yo quisiera a mi cama.
- Joseph Dasaev Bouvier -nombraron y Scarlett estalló en gritos y en aplausos. Era hermosa, lucía radiante con esa sonrisa y esas gotitas cristalinas que se paseaban por sus mejillas sintiéndose orgullosa de su hermano.
- John Cartier Cooper -nombraron y ella pareció que escuchó: "Grita más fuerte, grita para que todos y él te vean" Johnny miró hacia nosotros y le lanzó un beso a ella haciéndola sonrojar. Mi sangre casi estalla en mi cabeza, necesitaba golpear a alguien, necesitaba arrojar algo ahora o explotaría.
¿Qué rayos era esto que sentía, por qué demonios me afectaba tanto que ella fuera un tanto coqueta? ¿De verdad sentía cierto tipo de miedo de perderla? ¡Vamos soy Luke, ella no puede ir contra ti! ¡Scarlett es mía! -gritaba en mi mente.
- Luke, gracias por acompañarme -dijo ella amablemente sacando todo plan corrupto de mi ser. Se acercó a mí y me dio un gran abrazo, permaneciendo pegada a mi pecho. La miré sorprendido y ella levantó la mirada dándome un beso en la comisura de los labios. Eso me sorprendió bastante dejándome la mente en blanco.
- Te quiero... nadie podrá reemplazar esta amistad -murmuró besándome de nuevo en esa parte de mi boca. Me quedé pálido, ¿qué demonios es esto y por qué mi corazón late tan rápido? ¿Por qué siento que se me encienden las mejillas? ¿Por qué no quiero que me bese allí sino en los labios? ¿Por qué no quiero soltarla? ¿Por qué quiero cerrar los ojos y estar con ella todo el maldito día y toda la maldita noche?
- Luke... ¿saldrías conmigo? -preguntó de pronto Scarlett.
- ¿Qué? -dije confundido, pues el "beso" me había dejado en un copleto transe.
- No puedo ocultarlo más... estoy enamorada de ti y, quiero salir contigo. Quiero ser tu novia, no me importa Johnny en lo absoluto, yo solo quiero ser tuya y de nadie más -murmuró, sonreí triunfante. ¡Por Dios, había ganado la apuesta!
Sonreí emocionado, me acerqué a ella para por fin besarla y en dos días al volver a Londres y terminar con ella. Me acerqué lentamente y puse mi mano en su mejilla. Ella me miraba con cierto brillo en los ojos, mi corazón se comenzó a acelerar aún más de la cuenta. Lentamente cerré los ojos y pude cerrar mis labios en los de ella.
Carnosos, dulces, deliciosos, rojizos labios. Lentamente, moví mis labios y puse mi mano en su cintura para acercarla más a mí. Ella obedientemente se acercó y yo la así fuertemente. Sus labios eran tan tersos, eran algo que yo nunca había probado, era algo que yo no sabía si deseaba, pero sabían tan bien. A sandía... Mis pensamientos no daban para más que para estar en este momento, disfrutando de semejante manjar. Miel, miel y sandía, solo ella podía darme este placer que yo necesitaba. Jamás pensé que un beso fuera a saber tan bien y me hiciera erizar la piel. Su lengua juguetona se hizo paso entre mis dientes para jugar con la mía. Sonreí triunfante y noté que a ella también le gustaba. Nuestros labios se movían en total sincronía, jamás pensé encontrar a alguien que con tan solo un beso me hiciera enloquecer, ¿por qué? ¿por qué ella podía hacer esto?
- ¡Luke! -gritaron abrí los ojos alarmado y fue cuando entendí.
- Está por comenzar la ceremonia... ¿podrías por favor bajar de la camioneta ya? -preguntó Scarlett desesperada.
- ¿Qué? -dije confundido. ¿Todo había sido un sueño? Ese magnífico, ese maravilloso sentir, había sido tan solo un sueño.
- Muévete ya -gruñó Scarlett cerrándome la puerta de la camioneta en la cara.
Animal- Neon Trees-.
Estábamos en el área donde sería el gran baile. Los familiares nos encontrábamos en otra parte dividida de los graduados mientras que a ellos les dedicaban las últimas palabras de los maestros. Al terminar, la música comenzó y nosotros nos comenzamos a mover algo incómodos. Los padres de Scarlett tratando de avergonzar a todo mundo abrieron el baile y nosotros nos metimos entre la gente con tal de que no nos reconocieran.
Scarlett se movía en un solo cuadrito, tratando de no parecer tan emocionada por querer bailar. Suspiré y me le quedé mirando a los labios. Esos labios que yo hacía unos minutos había besado, en sueños, pero besado. ¿Será que se sienta lo mismo? Cuando enserio la bese... ¿sentiré lo mismo que sentí cuando soñaba?
Ella me miró y me hizo media sonrisa. No supe cómo actuar que una sonrisilla estúpida salió de mis labios. Ella levantó una ceja y yo sonreí nervioso. ¿Qué demonios pasaba?
- ¿Quieres bailar? -preguntó acercándose a mí.
- ¿Enserio? -dije pues no pensé que ella se acercaría pidiéndome eso.
- Sí, ahora sí es enserio, no como en el club cuando te serví la bebida alterada -dijo y yo me comencé a reír.
- Fuiste mala conmigo ese día -dije con una gran sonrisa.
- ¿Solo mala? -dijo ella ofendida.
- Bueno, fuiste tremenda perra... pero igual aún me sigues agradando -murmuré mientras caminábamos juntos a la pista. Ya había gente así que los señores Bouvier ya no se notaban tanto.
- Tú también aún me agradas... te traje a la graduación porque pues, me ayudaste cuando yo me puse ebria -comentó mientras se comenzaba a mover. Ella bailaba con gracia, lucía bonita, sus pies eran tan ligeros, tanto que parecía volar sobre el suelo.
- En realidad, quien te ayudó fue James... no yo -dije encogiéndome de hombros.
- Bueno, pero no sería correcto pasar tres noches con alguien a quien apenas conozco y gusta de mí. ¿Qué tal si en una de esas me agarra ebria y en mi cama? -dijo horrorizada ante la idea. Yo sonreí, James no era capaz de hacer nada como eso. Tal vez Daniel sí, pero el irlandés por supuesto que no.
- No, James no podría -murmuré seguro.
- Bueno, de todas formas confío un poquito más en ti -dijo. Escuchar eso me hizo sentir... feliz, no sé. Pero me dio seguridad de que en algún momento ella caería rendida hacia mí- Eso te hizo feliz, ¿cierto?
- De cierta forma sí, necesitaba escuchar que alguien me cree -admití- jamás pensé que fueras tú la que confiaras en mí.
- Dije que solo un poco, no creo que te puedas aprovechar de mi castidad -dijo encogiéndose de hombros- ¿o serías capaz? -preguntó curiosa.
- No lo sé, ¿me dejarías? -pregunté mientras me acercaba más a ella.
- Yo... no lo creo -dijo aún con la sonrisa.
- ¿Por qué no?
- Porque no eres mi novio -respondió. Buena respuesta.
- Lo sé, pero antes era tu mejor amigo y la cosa no se pondría más complicada de lo que ya está... ¿no sientes atracción por mí? -pregunté y agaché la mirada, de cierta forma estaba tocando terrenos extraños. No sabía qué sentiría luego de que ella me respondiera.
- Honestamente, sí... estás bastante bien -sonreí y levanté la mirada un tanto avergonzado- pero siento la misma atracción por ti que por Johnny.
- ¿Qué? -dije confundido- ¿qué tenemos que ver el uno con el otro?
- Ambos son increíblemente deseables, pero uno es mayor y no podría salir con él, da miedo estar con alguien que ya conoce muchas más cosas que yo; tal vez él sea un experto en muchísimas cosas que yo ni siquiera sé que existan.
- Muy cierto... -dije bailando aún.
- Aunque honestamente me da curiosidad salir con alguien mayor...
- Disoluta, cállate y continua con la comparación -pedí antes de que desviara más el tema.
- Cierto -dijo riendo- bueno, tú también eres increíblemente deseable, lo admito. No estoy ciega -dijo con honestidad, o eso creí- pero eres demasiado egocéntrico. Me daría miedo estar contigo, pues pensaría que nunca te satisfaría o que solo sería una broma barata para compartir con tus amigos.
- Vamos, supongo que serías buena y si no, pues no alardearía de que no lo fueras -ella me miró con media sonrisa y luego me quedé pensando. ¿De verdad estábamos hablando de tener sexo entre nosotros?
- ¿Qué pasaría si terminas enamorado de mí? -preguntó de pronto. Me quedé pensando en la posibilidad.
- No creo que eso sea posible, eres demasiado odiosa como para cambiar mis sentimientos por ti de un rato a otro -ella sonrió un poco- por Dios, no tienes idea de cómo sufro ahora por estar aquí en Nueva York contigo. Debería de estar con Peter o con Natalie divirtiéndome en una playa paradisíaca o algo así.
- ¿Enserio? -preguntó ella curiosa, su mirada y su sonrisa eran tan risueñas que me hicieron decir la verdad.
- No... -admití- la verdad es que como he estado contigo demasiado tiempo. Ya no te odio tanto, pero igual odio cuando me tratas como un perro, pero contra ti, contra tu persona misma, contra tu existencia... no tengo nada. Al contrario, me alegro de haber conocido a alguien tan interesante como tú.
- Luke, a veces me pregunto por qué es que aún siento cierto tipo de resentimiento contra ti -murmuró ella mientras se acercaba a mí; pues el tono de la música había cambiado de un electrónico a uno calmado, como para bailar lento y juntos. Pasó los brazos por mis hombros abrazando mi cuello y yo abracé su cintura.
- ¿No me odias tanto como al principio? -pregunté y ella negó con la cabeza.
- Cuando estás dormido o cuando no dices nada, a veces puedo llegar hasta quererte -pronunció y yo sonreí.
- Creo que me quedaré callado más seguido -dije y ella acercó su cara a mi pecho. Tomé una de sus manos y la entrelacé con la mía poniéndola en mi pecho.
- No te quedarías todo el tiempo que necesito en silencio -susurró.
- ¿Cuanto tiempo necesitas? -pregunté y ella separó su rostro de mi pecho para verme directo a los ojos.
- Necesitaría que te quedaras callado hasta que yo pudiera besarte y quitarme esta terrible sensación... -mis labios se separaron automáticamente al escucharla.
- ¿Por qué quieres el beso? -pregunté, ¿estaba dormido de nuevo? ¿Cuando me quedé dormido? ¿Al iniciar? ¿Al terminar? No recordaba haberme dormido. ¿Estará pasando esto?
- Solo quiero saber por qué es las chicas quieren hacerlo, ¿sentirán más que solo rosar los labios? ¿Qué se siente o qué esperan de ti? -preguntó.
- Pues la verdad es que, no sé... yo solo hago lo que sé hacer y bueno, creo que eso es lo que les gusta -dije encogiéndome de hombros.
- Sigo sin entender -murmuró poniendo de nuevo su rostro en mi pecho. Yo suspiré y miré hacia arriba, hacia el techo.
- Cuando estaba dormido en la camioneta... soñé que te estaba besando -admití-. No sé por qué soñé eso,
- ¿Qué tal nos fue? -preguntó y yo reí.
- Debo decir que nos fue bien, lo disfrutaste.
- ¿Solo yo?
- Bueno, creo que yo fui quien lo disfrutó más. No lo sé, sentí cosas que no sentí con nadie más. Como si fuera una terrible adicción que me hiciera perder el sentido -ella reía- fue tan impresionante. De verdad pensé que te besaba que... mi corazón latía a una inmensa velocidad.
- Dicen que uno sueña con lo que más desea -susurró en mi oído y yo me estremecí un poco.
- Hem... -no sabía cómo responder a eso. Ella separó su rostro de mi camisa y me miró con media sonrisa.
- ¿Por qué de repente eres tan sincero conmigo? -preguntó- Estoy segura de que si estuvieras en tus cinco sentidos, tú simplemente no hubieras admitido todo eso, ¿o me has estado mintiendo?
- No, dije la verdad -admití- en todo te he sido sincero -"excepto en la apuesta".
- Luke... esto sonará extraño pero... -inquirió- ¿te gusto?
Esa era una pregunta seria, una pregunta que ni yo mismo podía responder. ¿Me gustaba? Si lo negaba era una mentira, si la afirmaba era una incógnita. Me le quedé mirando un momento más, perdiéndome en ese reflejo azul, tan cristalino como el agua, ¿qué si le decía que sí? ¿Ganaría la apuesta hoy?
- Yo... -sí, le diría que sí. Para así si yo no le gustaba a ella por lo menos sacarle la espinita de mi amor- Scarlett tengo que decirte algo importante.
- ¿Qué? -preguntó mirándome más que confundida.
- Yo
- ¿Me podrías conceder una pieza? -preguntaron interrumpiendo mi mas grande confesión amorosa.
- ¿Enserio Johnny? ¿Justo ahora? -pregunté con la mano se Scarlett entrelazada con la mía.
- Sí, justo ahora -dijo y yo bufé pero la miré, ella asintió y yo la tuve que dejar allí, bailando con mi competencia, mientras yo me iba a tomar ponche alterado.
