Luke-.
Desperté y Scarlett estaba a mi lado abrazando su almohada. Era hora de irnos así que besé su frente y la moví un poco para que despertara. Cuando recién lo hizo, se me quedó mirando e hizo media sonrisa. Nos sentamos en la cama y ella un tanto perezosa caminó al baño. Se dio una corta ducha y cuando salió de este ya vestía unos jeans ajustados, una blusa negra con cuello en V y manga tres cuartos. Unas zapatillas Supra rojas, recordándome mucho a James. Se puso una chaqueta negra de cuero y una boina en la cabeza.
Yo bajé de la cama y me fui directo al baño. Allí dentro me sentía demasiado débil. Creo que los efectos colaterales de mi alcoholismo me habían llevado a la decisión de no volver a tomar por un rato.
Me di una ducha realmente gratificante y luego me vestí con unos jeans negros, una camisa blanca y me peiné levemente, pues estaríamos 12 horas en un avión. Al salir Scarlett ya había empacado muchas de nuestras cosas, lo único que faltaba eran las cosas que yo había utilizado en el baño.
- ¿Lista?
- Sí –dijo con media sonrisa.
Íbamos saliendo de la habitación con todas nuestras cosas cuando me detuve. Miré el suelo y luego ella se me quedó mirando.
- ¿Se te olvida algo? –preguntó y yo dudé de pedírselo. Ella dejó sus cosas y se acercó a mí- ¿Qué? –dijo con media sonrisa.
- ¿Te importaría tomarte una fotografía conmigo, en la terraza de la habitación? –dije señalándola. A penas clareaba la mañana… Ella miró hacia allá y notó que hoy sí haría un buen día. Frunció los labios y luego sonrió.
- Claro –dijo y caminó hacia allá. Sonreí y tomé mi celular de mis bolsillos. Caminé detrás de ella. Abrimos las puertas de la terraza y nos acercamos ambos a la balaustrada. Ella se sentó sobre ella y sonrió. Yo sin pedir permiso le tomé una a ella.
Scarlett no se opuso. Sino que sonrió y en la fotografía lució esa hermosa sonrisa rojiza que tanto me encantaba. “No, no me encanta… me agrada” –pensé y parpadeé un par de veces. Su mirada, me imponía. Me acerqué a ella y no sabía cómo acomodarme para salir a su lado.
- ¿Cómo…? –intenté decir. Scar me jaló de un brazo y me puso frente a ella, me abrazó con ambos brazos y puso su mejilla junto a la mía.
- Listo –dijo ella mirándome. Levanté la mano con el celular en él y puse las configuración en frecuencia, o sea que no solo tomara una, sino todas las que pudiera por veinte segundos. Ella y yo hicimos gestos en casi todas. Pero al final, cuando por fin pusimos cara de seriedad, Scar tomó una donde puso sus labios en mi mejilla y yo sonreía a la cámara. Era la fotografía más perfecta que pude haber tenido de ella.
Bajamos de allí y pusimos nuestras cosas en la sala. Los papás de Scar estuvieron guardando más de estas y cuando por fin todo estuvo listo nos fuimos al aeropuerto.
Ya allí estuvimos en la sala de espera durante un buen rato en lo que anunciaban nuestro vuelo. Al final de largos minutos lo hicieron y todos nos comenzamos a despedir de Johnny.
- Fue un placer conocerte, hijo –dijo Joanna, la mamá de Scarlett.
- El placer es todo mío –dijo él amablemente. Le dio un abrazo y luego el papá, Charly, le dio solo un apretón de manos.
- Hem… hasta luego –dije y él asintió. Scarlett se acercó tímidamente, a pasos realmente lentos y cuando estuvo frente a él, Johnny la abrazó fuertemente.
Johnny cerró los ojos y Scarlett también lo hizo. Me preguntaba cómo es que le había tomado tanto cariño de un minuto a otro. Él apretó los labios y se separó un poco de ella, lo suficiente como para estar cerca de su oído y comenzó a susurrarle esto:
I’ll pretend that i’m kissing the lips I’m missing, and hope that my dreams will come true, and meanwhile i’m away, I’ll write home everyday and I’ll send all my loving... to YOU.
Cuando me di cuenta Scarlett ya le estaba dando un beso tierno en los labios. Desvié la mirada tal como los padres, Joseph y Anna habían hecho. All My Loving, era la canción favorita de Scarlett. Johnny sin saberlo le había hecho la mañana más maravillosa de su vida.
Nada me hubiera costado hacer un berrinche ahorita. Pero honestamente no tenía ganas de arruinarle el día. Actué tan maduro como pude y dejé que Scarlett se despidiera de él como debía de ser.
Luego de que vocearan nuestro vuelo nuevamente. Scarlett se separó de Johnny con una tremenda sonrisa y regresó con nosotros. Joseph le dio un fuerte abrazo y Anna también se despidió así de él.
- Te extrañaré amigo… volveré en un mes –dijo Joe a Johnny.
- Sobreviviré sin ti –le dijo Johnny- sin Scarlett… será duro.
- Cállate mejor –dijo Joseph y le dio un golpecito en el brazo.
Después de tantas despedidas subimos al avión y Scarlett se sentó a mi lado viendo por la ventana el avión que estaba a nuestro lado.
- ¿Enamorada? –pregunté y ella sonrió apenada.
- No en realidad, aún no… -susurró pero su mirada no me mentía, sabía que ella sentía algo por él. Esa mirada soñadora que brillaba al escuchar su nombre, se parecía tanto a la mirada que tenía cuando veía a Logan. Mordí mis labios y me quedé pensando en si una chica pensaría así de mí.
Me gustaría imaginarme a alguien soñando despierta, a una chica que en verdad se interesara por mí. Una que diera todo por defenderme. Alguien que supiera hacerme feliz con tan solo mirarme. Una que se sonrojara cuando yo le hablara, una que no dependiera de mis palabras o mis hechos, una que se riera de mis chistes tontos. Una que no me tuviera miedo, sino que me amara, una que imaginara una vida a futuro conmigo. No lo sé… “A quién engañas Luke… te estás enamorando de Scarlett”.
Ella tenía puestos sus audífonos y luego de recargar su cabeza en la ventana. Nos pidieron apagar los celulares. Enfurruñada sacó el celular para apagarlo y cuando estaba a punto de hacerlo se quedó seria, observándolo.
- ¿Pasa algo? –dije apagando el mío.
- James me envió un mensaje –dijo ella respondiéndolo.
- ¿James? –dije curioso- ¿Diciéndote qué? –pregunté y ella negó con la cabeza, o sea que no me lo diría. Apagó el teléfono y se recargó en el respaldo del asiento suspirando y cerrando los ojos. Este sería un largo viaje.
…
Muchas, bastantes, demasiadas horas después sentí cómo me besaban la frente. Abrí ligeramente un ojo y Joseph estaba frente a mí.
- ¿Qué? –dije moviéndome incómodo. Ambos rieron y supe que había sido Scarlett la del beso, pero Joseph se puso entre nosotros.
- Despierta… estamos en Londres –dijo Scar. Sonreí y me estiré. Tomé mis cosas y Scarlett las de ella.
Salimos de nuestros asientos y nos acomodamos en la fila para así poder salir del avión. Luego de todos los mismos procedimientos al bajar y de tomar nuestras maletas en la cinta transportadora. Caminamos al lugar donde nos recogerían nuestras respectivas familias. En eso noté que en la sala de espera estaban nuestros familiares, Natalie, Peter, Hanna y mis chicos (James, Beau, Daniel y Jai); junto con Logan. Quien tenía un pequeño lirio en sus manos. Scarlett al verlo se quedó paralizada, él hizo media sonrisa y ella luego de un suspiro rápido corrió a los brazos de él.
Yo caminé primero con mi familia y luego de que todos me abrazaron y me preguntaron como me había ido, noté que los padres de Scar no les habían comentado nada de lo del hospital. Charly y Joanna saludaron a mi familia y yo me acerqué a los chicos.
- ¿Qué tal te fue? –preguntó James.
- Bien, nos fue muy bien… -pausé y los abracé a todos- ¿qué le enviaste a Scarlett?
- ¿De qué hablas? –preguntó James.
- En el avión… justo antes de despegar le llegó un mensaje tuyo –insistí- ¿qué decía?
- Yo no le envié nada –dijo James y yo lo fulminé con la mirada. Me acerqué a él y lo hice a un lado.
- James, dime la verdad no me enojaré si le declaraste tu amor, solo dime qué le enviaste…
Él se puso completamente rojo y dio unos pasos hacia atrás un tanto temeroso. Mordió sus labios y miró hacia ella.
- No le envié nada –dijo de nuevo sin mirarme a la cara.
- Dios, James –dije molesto.
Me alejé de él y caminé hacia donde estaba el grupito de mis otros “amigos”. Natalie me dio un beso en los labios acercándome a ella como si su vida dependiera de ella. Ese beso no causó nada en mí, ni emoción, ni me sorprendió, ni me gustó, ni nada. Fue un simple beso que me dio, como si tu mamá u otra persona, tal vez una prima te diera.
- Hola –dije cuando se separó de mí.
- Bien amigo, ya la tuviste en tu casa, en tu cama, en la de ella, en un club nocturno, en Nueva York, estuviste demasiado tiempo con ella... y aún así ella corrió a los brazos de Logan –murmuró Peter- no creo que la estés enamorando.
- Cállate idiota, tú no la conoces… No es igual a cualquier chica que haya conocido jamás –dije molesto.
- ¿Luke acaso… estás enamorado? –dijo Peter levantando una ceja. Yo me removí incómodo y di unos pasos hacia atrás.
- No –respondí, no sabía si mintiendo o diciendo la verdad, pero lo dije.
- Espero que no olvides el objetivo de esto Luke –dijo Natalie- ¿me has olvidado a mí? –preguntó y su mirada chocolate me incomodó demasiado.
- Claro que no… por ti hago esto –murmuré en silencio.
- Entonces no te enamores –rugió ella molesta. ¿Acaso estaba celosa o qué pretendía con eso? Me quedé callado y Hanna solo me sonrió. Creo que recordaba lo de la otra noche.
- Bienvenido a Londres –dijo ella amablemente. Le sonreí y le di un abrazo, bien lo merecía.
- Wow, wow –dijeron tanto Peter como Natalie.
- ¿Quién es el guapo de allí? –preguntó mi “exnovia” al ver a Joseph.
- ¿La chica? –dijo Peter, casi los ojos le brillaban de la emoción- ¿Quién, quién es ella?
- El chico se llama Joseph… Joseph Bouvier –ambos reaccionaron al apellido- Sí, él es el hermano de Scarlett.
- Por Dios… está como quiere el chico –dijo Hanna y Natalie mordía sus labios desnudándolo con una simple mirada.
- Y tú ni te le acerques –le dije a Peter pasando un brazo por su hombro- La chica es su novia y no tienes ni la mínima oportunidad con ella.
- ¿Realmente crees que yo no tenga oportunidad con ella? –preguntó como si hubiera golpeado su ego.
- Inténtalo y te aseguro que en medio segundo estarás aplastado en la silla de la vergüenza –él me fulminó con la mirada-. ¡Vamos Peter Montezco, Anna es cuatro años más grande que tú!
- Me importa poco, te aseguro que ahorita… -dijo acercándose a ella, pues estaba sola acomodando algunas de sus cosas. Caminé un tanto cerca de él, quería ver el “RECHAZO” en primer plano.
Al llegar Peter se plantó frente a ella y le sonrió amablemente ayudándole a cerrar la maleta pues había sacado algo y ahora no podía cerrarla. Joseph estaba con Scarlett, al parecer les estaba presentando a mis chicos.
- Hola… soy Peter Montezco –dijo amablemente- ¿está todo bien con tu maleta?
- Sí, gracias –dijo ella con una gran sonrisa- por cierto, mi nombre es Anna Baker.
- ¿Americana eh? –dijo él mientras le ayudaba a ponerla derecha.
- Sí –dijo ella apenada.
- Oh, en caso de que quieras un tour por Londres… dímelo –inició y Anna se le quedó mirando un tanto incómoda- tranquila… no cobro.
Anna miró a Peter tratando de descifrar la treta que él tenía y le siguió la corriente.
- ¿Enserio y por donde pasearíamos? –preguntó ella.
- No lo sé… cuando vayamos lo descubriremos –murmuró Peter acercándose a ella.
- Oh –dijo Anna acercándose también a él- ¿te puedo dar un consejo Peter?
- El que tu quieras –murmuró Peter cerca de sus labios. El ser británicos nos daba la ventaja de ser más altos a nuestra corta edad. Así que ellos dos prácticamente estaban a la misma altura o Peter unos pocos centímetros más alto que ella.
¿Enserio Peter había logrado obtener a Anna en tan poco tiempo? ¿Qué hacía con ellas y con su mente? ¿Tenía un especie de Don o algo parecido? Anna era mucho muy hermosa, estaba a punto de rozar los labios de Peter y mi amigo sonreía complacido.
- Mi consejo es –dijo insinuándosele un poco más- aléjate de mí –pidió y Peter frunció el ceño.
- ¿Qué? –dijo aletargado, la cercanía de la pelirroja lo había dejado un tanto mareado y confundido.
- Me gustan los hombres, me aburren los niños… largo de aquí –pidió ella alejándose de él. Peter abrió los ojos como plato. Creo que se esperaba de todo, menos ser rechazado.
Anna se quitó de allí y tomó su maleta. Joseph extendió la mano y ella caminó hacia él refugiándose bajo sus brazos. Yo me acerqué a Peter, quien aún seguía en la misma posición.
- Triste realidad, ¿no?
- Bienvenida a Londres –escuché decir a Scarlett mientras abrazaba a Anna.