Bueno basta de reencuentros con gente que hacía cinco años, en mis años horribles de pubertad me acompañaron. Regresé a mi casa con Collin en mis brazos, con su nuevo collar, placa y correa. Así como de un pequeño costal de croquetas. Anna estaba en la sala con mi hermano, quien estaba dormido apaciblemente en el sillón. Dejé a mi mascota en el suelo, y éste se desparramó de patas y durmió como si no hubiera un mañana. Lo había cansado.
-Hola Anna –saludé y ella me sonrió. Se quitó los lentes y sus hermosos ojos hicieron presencia, despeinó su cabello y luego se me quedó mirando.
- Scarlett, ¿podemos hablar de mujer a mujer? –preguntó y yo la vi alarmada, regularmente nunca tenía una plática seria de mujer a mujer. Mi madre y yo éramos unidas, pero en cuestiones de amor no sabía ni papa de mí.
- Hem, no estoy segura –dije apretando los dientes.
- Sobrevivirás no te preocupes –sonrió y me senté a su lado en el sillón más cómodo y más grande.
- ¿Qué pasa? –pregunté entre suspiros.
- ¿Sabes qué pensé de ti cuando te conocí? –preguntó y yo negué- Que eras idéntica a Joseph en ciertos sentidos. Con carácter, misteriosa, luchadora, fuerte, inteligente y hermosa…
- Gracias –dije con media sonrisa.
- Pero esta semana has estado tan débil, tan llorona que me pregunto si te analicé bien –respondió y yo levanté una ceja un tanto ofendida- ¿Dónde quedó la chica que Joseph tanto me platicaba?
- Sumergida en un mundo de apuestas vanas, mentiras y lujuria estúpida –cerré los ojos e hice un puchero.
- Tienes 17 años, pronto cumplirás los 18 y la verdad es que te falta mucho madurar. Cuando te conocí o más bien cuando él me habló de ti, supe que seríamos buenas amigas, te parecías a él y bueno… me encantaba saber de ti.
- ¿Qué pasa ahora?
- Me agradas, pero me harta verte llorar y luchar contra cosas que en realidad no deberías de soportar. Primeramente, Logan sufre por ti. Cosa que no debería, si en verdad lo quieres no lo ilusiones –bajé la mirada-. Luke, bueno él… no tengo idea –dijo mirando hacia ningún punto fijo- parece que te ama, y su mirada es tan profunda y dulce cuando te ve…
- Pero…
- Hay días en que lo odio por egocéntrico –dijo horrorizada-. A lo que quiero llegar Scarlett, es a que pienses muy bien lo que haces. Por querer dañar a alguien también puedes salir dañada tú.
- Intento no involucrarme demasiado, pero igual duele… -dije enternecida.
- Lo sé, linda –susurró- piénsalo bien.
- Gracias…
- Oh –dijo cuando me levanté- Engañar a una mujer es doloroso, pero cuando la mujer daña… es terrible. No des pasos en falso, si vas a jugar, juega bien y si vas a vencer… vence con dignidad.
Me le quedé mirando y ella también a mí fijamente. Mordí mis labios y suspiré algo agitada, todo esto de la apuesta me traía vuelta loca.
Caminé hacia las escaleras y Collin me siguió obedientemente, aún no podía subirlas bien, así que lo cargué y entré a mi habitación. Lo puse en un cojín para que durmiera más, y le dejé un platito con croquetas y leche para que se alimentara. Le hice unos cuantos cariños y luego me tiré a la cama. Cerré los ojos frustrada y me puse a pensar en lo que estaba haciendo con mi verano. Se supone que mis veranos son divertidos, no así de frustrantes.
Vi mi guardarropa y noté que la ropa que usaba era de mi gusto. Solo había un suéter rojo que odiaba con mi vida, pero mi padre me lo había regalado, así que no lo podía mandar quemar.
Caminé hacia él, saqué mi pijama de vacas y mis ridículas pantuflas. Me puse todo, me agarré el cabello en dos colitas y me senté en medio de la cama a dibujar un rato.
Luke-.
Habían pasado ya unas horas y no había podido hablar con Scarlett. En la cafetería no nos fue como planeábamos, y Daniella se había encargado de hacerme la vida imposible mientras Scar estaba hablando con Logan.
Honestamente, no sé para qué lo sigue buscando. Solo le da ilusiones vanas aunque, luego de que la apuesta acabe, puede que vuelva con él. No me gustaba pensar en eso, desde que estoy con esto de la apuesta, ver a Scarlett con otro chico, o que un muchacho se le quede viendo demasiado tiempo me pone nervioso. Siento que la puede atraer y ella mandarme al diablo rápidamente. Extraño cuando era fea y no atraía ni a las moscas. Aunque a mí me gustara…
