8.

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When I'm Gone- Simple Plan. 

Mi maldita triquiñuela está hecha, Scarlett terminó con Logan y ahora que su corazón está partido en dos. Luke se encontrará allí, para consolarla, para animarla y devolverle la sonrisa. Camino hacia ella, quien ya está sentada en un rincón oscuro en todo este enorme Centro Comercial. Ella está abrazando sus rodillas, pone la cara entre sus manos y aún sigue sollozando. Me siento a su lado, sin decir nada. La verdad es que no sé qué decir ahora. Se supone que la comprenda, que la consuele, pero ¿qué le diré? "Lo lamento, pero solo así te puedo conquistar". Definitivamente no. 
- No te atrevas si quiera a decirme, te lo dije, o ya lo sabía o... algo... parecido -menciona entre susurros y sollozos. 
- No, eso no pasará -le digo en tonos dulces y amables- ¿Quieres irte ya a casa? -pasa un buen rato antes de escuchar una sola respuesta de ella. Pero no me importaría estar con ella hasta que se calmara; pues se suponía que este era el plan.
- De acuerdo –dijo y se levantó lentamente. Me paré a su lado y caminamos hacia las escaleras que nos llevarían al estacionamiento subterráneo. 

Llegamos a mi auto y le abrí la puerta, por la cual ella entró aún con lágrimas en los ojos. Mordí mis labios, no sabía cómo sentirme respecto a esto, de alguna forma la había herido y sabía que volvería a pasar cuando yo la enamorase y tuviera que terminar con ella. Me sacudí la cabeza se suponía que esto era solo una apuesta y yo debía de cumplir, no tendría que andar con sentimentalismos. 

Entré al auto y ella miraba hacia delante con la mirada perdida, como si estuviera perdida en sus pensamientos. No derramaba lágrimas, pero sus ojos estaban enrojecidos y sus labios también. Sin decir nada encendí el motor y nos dirigimos a casa. Metí el auto a mi garaje y luego me acerqué a su puerta para abrirla y ayudarle a salir. Cuando lo hice, ella salió con muchas lágrimas y sus labios temblaban. En cierto modo me odiaba por lastimarla, pero supongo que esto se quitará cuando yo entre a su corazón. 

La acompañé a la puerta de su casa en silencio y ella abrió la puerta. 
- Me había divertido si no hubiera sido por lo de Logan -murmuró- hasta luego Luke... 
- Hasta luego Scarlett -dije y ella se acercó a mí dándome un ligero abrazó, pero cuando se encontró entre mis brazos la apreté a mí y ella comenzó a llorar más fuerte. Cerré los ojos y respiré profundo, su aroma impregnaba mi ropa y sus lágrimas empapaban mi camisa, pero eso no me importaba. 
- Lo siento -susurró y yo acaricié su cabello. 
- Está bien, tranquila -dije y ella se separó de mí. 
- Me tengo que ir -susurró y entró a su casa, cerrando la puerta tras de sí. Yo caminé hacia mi casa y entré sin decir nada, mis padres al parecer no estaban, tampoco mis hermanas. 

Subí a mi habitación y me tiré en la cama. Ahora sabía cual era mi siguiente paso, ahora tenía que encargarme de ser dulce, amable y no dejar que Logan se le acercara a quererle dar explicaciones, porque sabía que posiblemente ella lo perdonaría y era muy fácil que lo hiciera. Cerré mis ojos y me dediqué a pensar en todo lo que tendría que hacer ahora. 


Scarlett-. 
Creí que mi mundo se venía abajo. ¿Cómo podía ser posible que el hombre en quien en realidad confiaba que no fuera mi hermano me hubiera engañado y de esa manera? Al entrar a casa traté de respirar profundamente, traté de calmarme y pensar que no era el fin del mundo que había muchos chicos afuera y yo podría tener al que quisiera, que... Logan no era el centro de mi universo. Pero, era imposible dejar de pensar en todo, en lo que habíamos vivido en lo mucho que yo lo quería y en lo mucho que despreciaba a Hanna. 

Mis padres no estaban y eso era raro. Pero me dirigí a la cocina y tomé un vote de nieve del refrigerador, metí la cuchara y le puse demasiado jarabe de chocolate. Siempre me he preguntado por qué las mujeres deprimidas hacemos eso, pero... bueno, al final te satisface la dulzura o simplemente te empalaga. Las lágrimas venían nuevamente a cantidades exorbitantes. Tomé el teléfono y marqué al único que me ayudaría con esto. Dos, tres timbres y contestó. 
- ¿Hola? -dijo un tanto cansado. 
- Logan me engañó -susurré bajito. Él se quedó callado un segundo y suspiró marcadamente. 
- ¿Cuando? -preguntó Joseph un tanto molesto. 
- Hace un rato... lo encontré en el comedor del Centro Comercial con Hanna -murmuré y él me escuchaba tranquilamente mientras yo le contaba toda la historia. 
- Odio a esa tipa, "Hanna la zorrita", pero... enserio me sorprende por él. De verdad creí que era honesto contigo -las lágrimas de nuevo se encapotaron en mis ojos- Scarlett, bonita, deja de llorar por favor. 
- Es que me molesta mucho -lloriqué- ¿por qué son así? ¿por qué no les basta estar solo con una? 
- Amor, tranquila... -susurró apesadumbrado. 
- ¿Por qué no estás aquí? -lloré más fuerte- ¿por qué te tuviste que ir? 
- Cuida lo que dices linda, sabes que estoy acá por la Universidad y que de todas formas siempre estoy al tanto de ti. Si fuera por mí ahora mismo le estuviera pateando el trasero a Logan y tú y yo comeríamos pizza hasta cansarnos y morir por dolor de estómago. 
- ¡Te extraño! -lloré en mi balcón. 
- Me graduaré en un par de días, así que no llores más... prometo volver a casa en cuanto esto termine. No me hagas sentir mal -pidió- no me hagas querer dejarlo todo ahora. Aguanta solo un par de días y te veré aquí en mi graduación, ¿quieres?
- Siempre te estoy preocupando -murmuré- debo dejar de acudir a ti siempre que tengo problemas estúpidos. 
- No Scarlett, escúchame bien -pidió- prefiero que acudas a mí aunque sea por un problema trivial, no me interesa qué tan estúpido sea. Siempre voy a estar protegiéndote. Si tengo que dejarlo todo por ti, lo haré.
- No Joseph -luché- esto no puede ser así siempre. 
- Scarlett, por favor cálmate -pidió- no hagas nada estúpido de acuerdo. 
- Sabes que si dices eso de todas formas lo haré -murmuré de forma sombría y seca. 
- Scarlett Bouvier, deja de decir tonterías, métete a la cama y duerme -dijo de forma dura- y sí, señorita es una orden. 
- No -dije y colgué. Tomé mis cosas y salí de mi casa, al final no había nadie. Así que nadie me detendría. 




...


Luke-. 

Estaba realmente dormido cuando sentí que mi celular vibraba. Odiaba realmente la melodía de mi celular cuando aún no clareaba si quiera. Tomé mi celular y lo dejé tirado en el suelo. No quería despertar aún y quienquiera que me llamara a esta hora podría esperar hasta medio día del día siguiente. Cerré los ojos frustrado y dejé que siguiera sonando. Pero ocho veces la misma melodía me hizo levantarme e ir por él. 

Lo tomé y contesté de mala gana sin mirar a quién me dirigiera así. 
- ¿Qué? -dije enojado. 
- Luke, soy el papá de Scarlett, lo que pasa es que la hemos estado buscando y no sabemos en dónde está... dinos por favor que está contigo -abrí la boca asustado por lo que me decían. ¿Qué demonios había hecho? 
- Sí, señor... está dormida, creí que le había avisado -no sabía si esta mentira funcionaría, tal vez la vendrían a buscar y me descubrirían. Pero ella... ¿dónde demonios estaba? 
- No, no nos dijo nada... pero es bueno saber que está contigo. Dile que la próxima vez que se quede contigo, por favor nos avise. 
- Sí, señor -dije tocando mi frente realmente asustado. 
- Bueno, perdona por despertarte
- No se preocupe -"Demonios, ahora tengo que salir a buscarla yo mismo"- entiendo. 
- Gracias, buenas noches -dijo y colgó. 

A penas escuché el corte de la llamada, cuando salí disparado a mi closet. Saqué los primeros jeans que encontré, así como una camisa limpia y una sudadera negra, pues a estas horas había un clima algo frezco. Me puse los Vans tan rápido como pude. Tomé mi cartera y las llaves de mi auto. Salí de mi cuarto apresurado, pero tratando de hacer el mínimo ruido posible. 

Al bajar lo primero que hice fue correr al jardín trasero. Corrí hacia la casa del árbol y la subí para ver si allí se encontraba. Pero cuando entré me di cuenta de que no había señal de movimiento, no había venido aquí. 

¿Dónde podría estar? ¿Con Logan? No lo creo... se supone que está dolida con él. ¿Habrá ido a buscarlo? Demonios, cómo saberlo. Bueno, si los padres de Scarlett recurrieron a mí por alguna razón será. ¿Habrán llamado con él antes? Miles de preguntas estaban en mi cabeza, preguntas que realmente me tenían alterado. ¿Donde podría estar esa mujer? 

Agitado corrí hacia el garaje, sabía que el sonido probablemente despertaría a mis padres, pero no me importaba. Lo que yo quería era encontrarla. Manejé directo a los parques más visitados por ella y por mí. Pero no había señal de nadie en lo absoluto. La busqué en la escuela, en las gradas, en un bar, en el club en el que fuimos noches anteriores. Cuando le pregunté al de la barra que si la había visto me comentó que sí. Pero que cuando le pidieron un taxi a su casa ella se negó. 

Ahora estaba aún más asustado. Scarlett, dolida, hebria y en alguna parte de Londres. Entré a mi auto y comencé a llamar a todos mis amigos. Excepto a los idiotas como Peter, Hanna o cualquiera de las chicas. Ahora que lo pienso, a Scarlett no le conozco ninguna amiga. La mayoría del tiempo está sola o con Logan. Desesperado puse la cabeza en el bolante. ¿Dónde demonios puede estar? 
- ¿Hola? -contestó Daniel algo adormilado. 
- Daniel, amigo de pura casualidad... ¿has visto a Scarlett? 
- Luke son las cuatro de la madrugada, claro que no -respondió y yo suspiré. 
- Gracias -dije y colgué. 

Fui a la habitación de mi hermano gemelo, por ahí el sabe algo.

- ¿Hola? -contestó dormido Jai. 
-  Hey, ¿cómo estás?
- ¿Qué quieres Luke? -preguntó- Es demasiado temprano. 
- ¿Has visto a Scarlett? 
- ¿Qué hiciste? -preguntó y yo suspiré.
- Nada, es solo que sus padres no la encuentran y yo les dije que estaba conmigo para no asustarlos más. Necesito encontrarla. 
- No, amigo. No la he visto. 
- Gracias -dije y fui a la habitación de Beau. 

- ¿Hola?
- ¡Luke! -dijo Beau animado. 
- ¿Has visto a Scarlett? 
- ¿A la bonita? -yo rodé los ojos- Pues sí, pero hace unos días ¿por qué? 
- Solo era una duda. Gracias -dije. 

Llame a James.


- ¿Hola? -contestó James. 
- Amigo...
- Oh por Dios -dijo él y se escuchó un sonido estruendoso, como si algo se hubiera caído al suelo. 
- ¿James estás bien? -pregunté y luego de un rato se cortó la llamada- ¿Qué demonios? 

Conduje de nuevo hacia mi casa. No sabía dónde se encontraba la chica y comenzaba a amanecer. Estaba asustado cansado y tenía hambre. Mordí mis labios y me quedé pensando en dónde más podría estar. Mi celular volvió a timbrar, era James. 

- ¿Qué pasa? -pregunté con los ojos cerrados. 
- ¿Tienes alguna idea de por qué está Scarlett dormida en mi cama? -preguntó y sentí un gran alivio, o sorpresa, no sabía. Pero lo que sí, era que ya sabía dónde se encontraba. 
- Voy para allá, no dejes que se vaya -pedí. 
- Está dormida -susurró. 
- Ahora voy -dije acelerando el auto. Tiré el teléfono al asiento del copiloto y suspiré aliviado. La pregunta es: ¿qué demonios hace en casa de James?

Karma  | Luke Brooks {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora