-¡¡¡Nataliaaaa!!!- oigo un potente grito, que hace que me despierte.
Miro el móvil. ¡Madre mía!
Me visto lo más rápido posible. Vaqueros negros, sudadera blanca con cuello de camisa gris. Me lavo la cara y me maquillo un poco y me peino.
-Cariño, ¿cómo se te ocurre?¿Hasta cuándo estuviste despierta?- mi madre me echa la bronca, pero yo no estoy lo suficientemente despierta.
-Bueno luego nos vemos- le doy un beso y cojo la mochila y una tostada.
...
Me acerco a casa de Alba.
-Creía que estarías ya en la puerta.
-Se me ha hecho un poco tarde lo siento- cierra la puerta.
-Yo me he levantado hace 10 minutos- me río.
-Yo realmente hace 1 hora y algo, pero mi hermana me ha entretenido y luego se ha ido antes que yo.
Mi mente se da cuenta de algo. ¡Pablo! No le había avisado, seguro que me ha estado esperando.
Caminamos hacia el insti.
...
-Uy Alba, de lo mejorcito a lo peorcito- se ríe un grupo de gente al fondo.
-Por lo menos no tiene que sentirse mejor para ser feliz- le miro y sigo caminando, recibiendo el aplauso de medio insti.
...
-Tía, no sé cómo has hecho eso, eres lo más- me abraza.
-Mujer, se estaba metiendo con nosotras- nos despedimos y entro a clase.
...
Entra Lucas y me sorprendo.
-Si queréis participar en la obra que está realizando el club de teatro solo tenéis que pasaros por el salón de actos y dar vuestro nombre- lo que faltaba, ahora gente de mi clase.
-Sí, ahora, para tener que pasar más tiempo con la puta de Natalia- todos se ríen.
Lucas me mira y yo le sonrío, pero quizá estoy al borde de las lágrimas.
Sale de la clase, y nos quedamos sin profesor.
-¿Nos cantas algo?- se acercan varias personas a mi mesa, con tono irónico obviamente.
Les ignoro y me levanto de la silla.
-Jajajaja la puta tiene sentimientos- dice un grupo de chicos del fondo de la clase. Salgo corriendo.
Me encierro en el baño. Empiezo a llorar.
-Ojalá Alba estuviera aquí- empieza a costarme respirar. Los insultos cada vez son más fuertes, y a mí me supera.
Alguien entra al baño, y toca a la puerta.
-¿Nat?- es Pablo.
No puedo contestarle, me ahogo.
-¡Nat!
-No... puedo...- no puedo acabar la frase y abro el pestillo de la puerta.
-¡Natalia!- me coge en brazos y me saca fuera-. No te preocupes, voy a buscar a alguien.
Le veo salir por la puerta, y empiezo a respirar de forma entrecortada.
Pocos minutos después Pablo aparece con el profesor de matemáticas.
-Natalia, intenta respirar profundamente- lo intento, y consigo respirar normal.
En teoría ahora tendría clase con él.
-Me ha extrañado no verte en clase- he tragado saliva.
-Me estaban...- lo pienso dos veces-. No me encontraba bien.
Pablo pone cara de asombro. El profe se va.
-¿Qué te han dicho hoy?
-Puta.
-Es que son gilipollas, como los coja...
-Gracias por no decir nada- le abrazo.
...
Salgo al patio, cuando debería estar en clase. Siento el aire frío, y apoyo la cabeza en mis rodillas.
Alguien me abraza.
-Perdón, si lo hubiera sabido hubiera bajado antes- levanto la cabeza.
-Gracias por venir Alba- me emociono un poco.
-Tienes que enfrentarte a esos idiotas- me mira los ojos, y me quita las lágrimas-. Yo lo hice, y ahora soy feliz a tu lado. Ahora te toca a ti.
Sonrío un poco y le doy la razón.
-Corre, ve a clase y déjales las cosas claras- me vuelve a abrazar y me levanto del banco.
Me planto delante de la puerta, respiro hondo y abro.
...
