La luz que entra por la ventana me despierta. Me giro con cuidado para no molestar a Alba, pero ella ya no está. Me levanto intentando mirar si está en otra parte de la habitación, y veo que hay una nota a mi lado:"Perdón por irme así, pero nos teníamos que ir pronto por una cosa de Marina. Si todo va bien, por la tarde, estaré de vuelta. Deberíamos quedar para ensayar.
Te quiero,
Alba♡"Vaya, justo hoy, la vida me odia de verdad.
-Bueno, buenos días dormilona- dice Santi.
-Muy gracioso- me cojo un bol y me echo cereales. Me siento a su lado-. ¿Habéis visto a Elena?
-Cuando me he levantado ya no estaba, ni ella ni mamá- levanta los hombros-. Supongo que papá ha vuelto y se han ido a desayunar sin nosotros.
-Seguramente- me río, y casi se me sale la leche por la nariz-. ¿Hacemos nosotros algo también?
-Venga vale, ¿jugamos a la play?
-Bueno, pero yo llevo sin jugar bastante tiempo- le levanto las cejas como advertencia.
-¿Al FIFA?- pregunta mientras enciende la máquina y pone a cargar uno de los mandos.
-A ese mismo- supongo que ese es de fútbol.
...
-¡Goooool!- grito eufórica, cuando la puerta se abre y entran mis padres y Elena.
-¡Pero bueno!¿Estáis jugando sin mí?- Elena se indigna.
-Tú te has ido sin nosotras- me giro un momento-. Lo importante es que le he ganado a Santi 2 partidos.
-¿De cuántos?
-Eso no importa- se ríe mucho y aprovecho para meter gol.
-¡Eso no vale!- exclama y entrecierra los ojos, echándome una mirada desafiante-. Vale, vale..., quieres la guerra...
Se tira encima de mí y se pone a hacerme cosquillas.
-¡Nooooo!¡Cosquillas noooo!- mis padres se ríen.
Acabamos todos en el sofá haciéndonos cosquillas.
...
Después de todo, mis padres se han puesto a hacer la comida y mi hermano a hablar por el móvil.
-Ayer...,¿bien?- deja caer mi hermana ya en mi cuarto.
-¿Ayer?- me hago la loca y cambio de tema-. ¿Qué tal el desayuno con papá y mamá?
Mi hermana me mira con cara de intentar asesinarme.
-¡No me cambies de tema!
-Pues bien- frunzo el ceño-. ¿Qué quieres que te diga?
-Si hicisteis algo...- sube las cejas, y yo pongo los ojos en blanco.
-Eres mi hermana pequeña, cuando seas más mayor te lo contaré.
-Venga va, dímelo- insiste y pone cara de perrito triste.
-Nos besamos- levanto los hombros.
-Sí, bueno, eso ya lo sabía- me sorprendo por su reacción de pasotismo.
-¿Qué más quieres que te diga? Eres consciente que estoy coja, ¿verdad?
-¿Hubo otra parte del cuerpo?- se me escapa la risa.
-¿Qué clase de pregunta es esta? Si quieres te lo cuento al detalle, porque vamos.
-Eso es lo que quiero- me vuelvo a reír.
Mi madre nos interrumpe.
-¡Natalia!- grita desde abajo.
-¿Qué?
-¡Han tocado a la puerta, es para ti!
-Una pena Elena, me tengo que ir- le doy un beso y me voy.
-Luego me lo vas a contar.
Bajo las escaleras lo más rápido que puedo.
Me planto delante de la puerta y la abro.
-¿Pasaste buena noche?
-Tampoco fue para tanto- me pega flojito en el hombro.
-Acabo de llegar, y como te he dicho que teníamos que ensayar, pues vengo a decirte que esta tarde a las 18:30 en mi casa.
-Vale, allí estaré- se acerca y me da un pico.
- Luego nos vemos, te quiero- me quedo de piedra. ¿Necesito contárselo a mis padres ya, o es muy pronto?
Si no se lo cuento a mis padres, tendremos que llevar una relación a escondidas, cerca de ellos. Si se lo cuento, igual se lo toman mal.
¿Qué hago?(Comentad lo que haríais vosotros)
