Palabras y llanto

1K 65 26
                                    

Recordó como caminaba alegre, esperando con ansias ver al que consideraba su gran amor, sentir la perilla de la puerta y darse cuenta que se encontraba abierta, ver a su Senpai sentado en el sillón con un libro en mano, pudo notar que no lo estaba leyendo, básicamente lo acababa de tomar, no algo extraño en su mirada, pero no le presto atención y simplemente con una gran sonrisa informo de su llegada y se dirigió a la cocina, más extraño le pareció que no le diera la bienvenida, era algo que hacía aunque le costará o se apenara, entro a la cocina cuando escucho la voz de aquel
-No cocines- musitó de tal manera que parecía que algo terrible se avecinaba, hubiera querido no preguntar por que, pero simplemente se dejó llevar
-¿Por qué Senpai?, a comprado algo, sabe que no me molesta cocinarle al contrario me hace muy feliz
-A mi no, deja eso ya, no quiero que vuelvas a cocinarme nunca más no estoy interesado en probar tu comida jamás- dijo esto apartando su mirada del libro, dejándolo a un lado y levantándose lentamente, como preparándose a responder más cosas, que no quería responder, Morinaga se acerco rápidamente a su Senpai, para solo encontrarse con la espalda de este, quería voltearlo pero simplemente pregunto algo indeciso
-Senpai, ¿a pasado algo?, sabe que puede decírmelo, le hicieron algo, o quizá ¿hice algo m...
-¡Callate!, no quiero escucharte más, quiero que te largues de aquí, que te vayas y... Y que no vuelvas jamás
Morinaga giro a su Senpai aquel no bajo la mirada, pero había algo extraño en aquella, no tenía el señor fruncido, Souichi siguió hablando, distrayendo la atención que el menor estaba poniendo en su mirar, por que sabía que podía fácilmente darse cuenta de algo, de algo que debía ocultar
-Debes irte, ¿de acuerdo?,  yo quiero que te vayas
Morinaga empezó a hacer una expresión de enojo
-Pero Senpai, ¿Por qué tan de repente?, ¿que quiere decir con eso?,  yo... Yo quiero estar con usted y se que usted también quiere estar conmigo, me lo dijo yo lo amo, y se que usted igual me a...
-¡NO!, no te atrevas a decirlo, tu no eres más que un maldito homosexual, me has... Envuelto en tus perverciones, quiero dejar esto así, largate y no vuelvas

Morinaga comenzó a llorar
-¿Por qué?, ¡usted dijo que me quería cerca, que era especial, me dijo eso, y me demostró! ¡Me demostró su amor de tantas formas!, no entiendo Senpai, ¿que paso?
-¡Mentí!, ¿de acuerdo? ¡MENTÍ!, joder, al principio pensé, que no quería lastimarte y no quería que tiraras todo tu esfuerzo a la basura, pero ya me di cuenta, yo no soy gay, no lo soy, todo lo que paso no debió pasar, por que tu dices amarme, yo jamás sería capaz de amarte- hubo un trago en seco- no te amo y jamás te amaría, estar contigo me da asco, solo... Solo que apenas lo note, yo no puedo amarte, y quiero que te vayas de aquí, de mi vida por que solo me... ¡Me causas molestias! Y el único jodido sentimiento que lograste sacar de mi es... odio y repulsión- no bajo ni desvío la mirada ni una sola vez al decir eso, no titubeó, sonó seguro y decidido, confiado y sincero, o ¿más bien ensayado?, el menor solo pensó en la primera.
Y entonces fue cuando su corazón cayó al suelo, rompiéndose en pequeños pedazos, fue cuando sus ojos se tornaron llorosos y su alma lanzó un lastimoso llanto, cuando se le fueron las palabras y noto al bello hombre que amaba delante suyo algo borroso por las lágrimas indiferente a su dolor.

El motivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora