Cuarto día: Ayuda

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Un ligero escalofrió paso por la espalda de Souichi al escuchar la puerta, al abrir sus ojos notó que había llorado de nuevo, se sentía como un verdadero idiota, ya habían pasado tres días, hoy sería el cuarto y el seguía lamentándose por lo sucedido, consolandose al pensar que al menos Morinaga estaba feliz, abrió la puerta y se sorprendió bastante al ver quien estaba tras ella, fruncio el ceño y dirigió su mirada a Kanako solo ella pudo traer a ese payaso

-¿Que haces aquí?

-Escuche que estas enfermo, así que vine a levantar tus ánimos

-Es extraño que vengas solo, ¿y mi hermano?

-No vendrá, le prometí que yo bastaría para hacerte entrar en razón

-¿harás entrar en razón a un germen?

-No digas tonterías Souichi, bien sabemos que lo que te tiene "enfermo" es la falta de "vitamina Mori..."

Souichi se apresuro a tapar la boca de Isogai, mirándolo como si fuera a matarlo, le hizo una seña a su hermana de que se fuera, pero no comprendió del todo

-Kanako, vete, voy a salir con este idiota, avisale a Matsuda

-Bien hermano, y de nada

-¿Esperas que agradezca por traer a este idiota?

Isogai se quito la mano de Souichi y dijo

-Es que yo te traeré al idiota que esperas Souichi

-¡CALLATE!, corre Kanako

-Bien, hermanito

Cerro la puerta en cuanto vio a Kanako marcharse y arrojó a Isogai a la cama mirándolo con ferocidad

-¡Hey! Tranquilo Souichi, no vine por eso

-Idiota,  voy a vestirme, ni creas que te quedarás aquí, te llevare a donde perteneces

-Oh, ¿al karaoke?, de acuerdo te esperare, pero ni tengo ganas de cantar, y creo tu tampoco

Souichi empezó a vestir se en el baño y desde ahí le dijo

-Ya callate, ¿en serio no tenias nada mejor que hacer que molestarme?, no estoy de humor

-Fuera de lo que crees, no vengo a burlarme o molestar, vengo únicamente a ayudar

-¡JA! Tu ¿ayudar?, no necesito tu ayuda

-Lo siento Souichi, lamento informarte que esto es lo que obtienes por ser tan tirano, si fueras más amable tendrías varios amigos dispuestos a aconsejarte, los únicos que tienes somos Morinaga, y yo, tus asistentes no cuentas Souichi,  así que lastima

-¿Quién dice que somos amigos?

-Souichi, vamos no seas cascarrabias, hasta fuimos a cantar y todo, incluso vine a ayudarte

-Estoy bien, así que puedes irte

-Sabes que no lo haré

Souichi se quejo pero no logro que se fuera, terminaron saliendo juntos de la casa de su Tía, despidiéndose de ellas, caminaron por la calles, Isogai bastante tranquilo junto a un Souichi que estaba sumamente molesto

-Entonces... ¿Qué pasó?

-Nada

-Oh vamos!, no dirías lo mismo si te vieras, de verdad Souichi, nisiquiera con tu mirada asesina me haces cambiar de idea

-¿Que quieres? Estoy bien

-...

Se sentaron en una banca, Isogai optó por guardar silencio, ante un ambiente tenso, ante un Souichi agarrándose las manos nerviosamente, Isogai se sentó cómodamente en la banca, ante un paisaje nublado, y los ojos rojos del pelilargo, rompió el silencio al ver que pasaba el tiempo y el silencio se volvía molesto

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