De vuelta a casa

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Sus recuerdos llegaron rápidamente al momento que más le destrozaba, solamente pudieron ser detenidos por el leve movimiento en que todo se detuvo, agradeció llegar al fin, así no tendría que pensar demasiado, bajo junto con todos los demás pasajeros, y caminó perdido entre un montón de gente que desconocía, había estado ahí no hace mucho, intentando igualmente escapar de ese sentimiento que le quemaba tanto, pero esa vez fue diferente, en ese momento no esperaba demasiado, ahora después de todo lo vivido le parecía imposible conseguir salir de ese profunda agonía, y estaba buscando un consuelo que antes le atormentaba, ellos nunca fueron capaces de ayudarle, pero ingenuamente y sin salida los buscaba, esperaba verdaderamente ayuda además significaba que al fin estaba terminando con su gran amor, después de todo siempre le dijo que nunca iría con sus padres, Souichi no lo buscaría, y mucho menos ahí, entonces así no se podía permitir flaquear ante esta decisión, ya no había vuelta atrás, esta vez no quería flaquear.

En realidad no habían cambiado tanto las cosas, no desde la ultima vez, las mismas calles, quizá unas cuantas casas nuevas, algunos negocios, lugares habían sido pintados y árboles habían sido plantados, pero era básicamente igual, y la gente no podía reconocer a todos pero bastantes se detuvieron a saludarlo animadamente, alguien incluso se ofreció a llevarlo hasta la casa de sus padres cosa que el agradeció pero prefirió caminar, quería recorrer aquel camino en especifico, era lo único del pueblo que realmente tenia bastantes años de no ver, de no caminar por ese camino, al fin lo haria, camino a paso lento, sabía que lo estaban esperando, aviso en cuanto subió al metro, no quería llegar de sorpresa, pero no le daba emoción llegar solamente le producía unos terribles nervios, podía ver su casa a lo lejos, sintió ganas de llorar y entonces de correr a los brazos de su madre, pero su celular sonó, era Hiroto, no se había despedido de el, seguro se entero de alguna forma, pero ¿como?, contesto preparándose para las quejas de su amigo, pero le sorprendió ver que aquel en realidad no tenía idea de su repentino viaje
-¿Ángel-kun? ¿Vendrás hoy?
-Hiroto, en realidad no podré verte ni hoy, y probablemente tampoco las próximas dos semanas
-¿Ah?, no me digas que has salido con tu Senpai ¿Acaso lo has convencido de partir a una lejana isla o a una playa?, quien diría que lo conseguirías Ángel
-No, en realidad estoy caminando a casa, S-senpai, el en realidad
-¿Esta contigo?, algo que suena todavía más increíble que tu en una playa con el, es el pensar en los dos caminando a tu casa, que sorpresa, pero supongo que así es...
-No, vine solo, Senpai, Souichi jamás vendría conmigo
-Mmm, ángel has vuelto a pelear con el verdad, y mira que huir esta vez con tus padres, no es propio de ti Ángel-kun
-Bueno si lo puedes tomar como una huida, estoy huyendo de Senpai
-¿AH?, de tu Senpai, ¿pero que paso?
-En realidad, creo que debería aceptar mi culpa, siempre esperando demasiado de su parte, pero era yo haciéndome ilusiones tontas con...
-Morinaga es imposible que solo tu hayas creado ilusiones
-¿Que no decías tu que lo mejor era no esperar nada de el, y que debería alejarme?
-Y tambien dije que deberías ser más paciente con el, que no es facil cambiar tan de repente, creo que todo lo que se de su relación solo indica una cosa, le importas
-Imposible, Hiroto realmente no quiero convencerme de que me quiere, es mentira, pero me gustaría hablar contigo
-En ese caso te veré en dos semanas, si así lo has decidido, claro que te estaré llamando ¿entendido Ángel?
-Gracias Hiroto, adiós.

Como si a Souichi pudiera importarle, imposible, nisiquiera lo pensaría, Souichi le había demostrado que no le importaba, que cruel, se dio cuenta de que estaba llegando, no faltaba tanto, pero entonces de la nada recordó a Souichi, las veces que le dijo que viniera a su casa, incluso hace apenas una semana, incluso una vez se ofreció a venir con el y defenderlo, y el ya se podía imaginar llegando a su lado, quizá el otro se estaría quejado sin cesar, pero estaría a su lado, casi podía verlo caminar sin miedo junto a él, mientras el como en la realidad estaba terriblemente nervioso, de repente esa imagen de Senpai tranquilo giro y sencillamente cambio su expresión, parecía tan real y fue terriblemente doloroso, no tenía el ceño fruncido, al contrario no se veía molesto, estaba triste, estaba llorando, estaba sufriendo, y vio sus labios moverse pero no escucho nada, notó que no tenía gafas, y tenia el cabello totalmente maltratado y despeinada, entonces dislumbro a Kanako acercarse a Senpai, eso... No era un recuerdo, no era su imaginación, era...
Sintió un cuerpo cálido abrazandolo, era su madre.
-Hijo, te espere ansiosa, ven adelante
-Hola madre, perdón por la espera
-¿Has venido solo?
-Ah, si lamento haberme adelantado al hecho de estar acompañado
-¿Esta todo bien cariño?
-No- sintió una terrible necesidad de abrazarla, y así lo hizo, empezó a llorar un poco y noto la mano de su madre acariciando su espalda
-Oh cariño, no te preocupes te repondrás aquí en casa, al fin estas con tu madre que te consolara como debió hacer siempre
-Mad...
-Pero primero ve a tu habitación y date un buen baño, seguro estas bastante cansado, ponte cómodo y te llamaré cuando la cena este lista
-¿Mi padre?
-El fue por un mandado, pero estará aquí pronto, no te preocupes lo saludaras en la cena, puedes incluso dormir un par de horas, ¿bien?
-Bien, ¿donde es mi...
-Es imposible que lo hayas olvidado, es el mismo de antes, claro que esta más remodelado, pues lo preparamos para tu llegada
-Gracias.

Subió las escaleras, notó el piso nuevo, y algunas pinturas que no había visto, las escaleras fueron limpiadas, y algunas fotos reenmarcadas, vio algunas fotos de el, varias de sus padres, y su hermano, llego a su habitación, la cama, las cortinas, el piso, los muebles todo era diferente, todo había cambiado, reviso el ropero y los demás muebles, tenían ropa nueva y demás cosas, todo a su medida, varios zapatos, unas pocas corbatas, y escogió cualquier cosa, lo que traía apestaba y sus cosas que eran muy pocas aun no llegaban, en algunos portaretratos estaban algunas fotos de su infancia, incluso de su adolescencia, no tenía idea como sabían su medida de ropa, seguro le preguntaron a su hermano, pero lo que más llamo su atención fue la camiseta que estaba al fondo del cajón, la había estado buscando antes de partir del departamento, y no la encontró ¿como llego aquí?, además estaba lavada, quizá solo era otra nueva y el la estaba confundiendo, su madre de por sí tenia la manía de lavar la ropa nueva, se dio un baño, aquel baño tenia bañera, así que decidió utilizarla, se sumergió en ella y unas lágrimas empezaron a brotar, seguro discutiria con su padre, aún tenia que hablar con su hermano, y no dejaba de pensar en esa imagen de Souichi llorando, ¿Por qué lo imaginaria llorando?, estaba aquí, su corazón en realidad no dejaba de desear estar con su Senpai, recibir una llamada de el, o incluso llamarlo, lo extrañaba tanto, sobre todo por que estaba convencido de que no lo vería nunca más, por que el lo amaba tanto que nunca supo como acabar con ese amor, y Souichi le había despreciado, quería con todas sus fuerzas que el amor de verdad tuviera fecha de vigencia, le amaba y le dolía, estaba sufriendo sin remedio, y entonces simplemente sonrió, pensando que al menos al fin estaba en casa.

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