Noveno dia: Al fin juntos

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Sus heridas fueron un tanto graves, se necesitaban unos días más en el hospital, pero Souichi no estaba dispuesto a quedarse más tiempo en ese lugar, confiaba en Morinaga sin duda pero Morinaga podía notar el nerviosismo de Souichi en cuanto lo dejaba solo, no quería que las enfermeras se le acercaran y se le notaba incómodo ante cualquier desconocido, y fue un poco difícil que aceptará al padre de Morinaga en su habitación cuando entro no dijo mucho, solo le miraba molesto, parecía solo sentirse cómodo con Morinaga y con Isogai, esto último le molestaba a Morinaga, el quería ser el único con ese privilegio, pero le daba calma ver a Souichi siendo un tirano de manera normal al lado de Isogai, verlo volver, sin miedo, parecía que no había sucedido nada, pero en cuanto Morinaga salia su incomodidad era evidente, podía observar a un Souichi girando su mirada de un lado a otro e incluso el tono de su voz aumentaba, por eso decidió hablar con el doctor para que diera le diera de alta prometiendo cuidarlo bien, el doctor se negó, diciendo que era preferible que lo observarán un par de días más, Souichi estalló furioso, su silueta emitía tiranía por donde se viera le exigió al médico que tramitará su salida,el médico accedió, pero no se dejó impresionar por el fuerte carácter de Souichi, les regaño a los dos severamente por tal decisión,  como dos niños pequeños, Morinaga disculpándose y Souichi quejándose, al final soltó una risa por las expresiones de los dos, de niños castigados, dio permiso de que saliera al fin.

Estaban preparándose para salir, Souichi ya estaba vestido y alejo a todas las enfermeras de manera inusualmente amable, se dejó ayudar por Isogai, se notaba que estaba feliz de irse de ese lugar, al salir del hospital vio a Morinaga y  su padre esperándolos, el hombre se ofreció a llevarlos hasta casa, Souichi no discutió. A mitad de camino Souichi tomo el celular de Morinaga y marcó ante la mirada curiosa del más joven que no paraba de observarlos desde el asiento de enfrente

-Llegare pronto

-¿Y avisas hasta ahora?, hermano si que eres desconsiderado, ¡si no fuera por que Morinaga nos ha avisado no sabríamos nada de ti!

-¿Que? ¿Te dijo? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Miro a Morinaga que en cuanto vio a quien llamaba desvío la mirada y fingió no poner atención a nada

-Si, por que tu no dirías nada

-¿Que te dijo?

-¿Qué dijo?, que te metiste en una pelea por defenderlo de unos delincuentes ¿es correcto?

-La mayor parte...

-¡Eres el ser humano más valiente del mundo!, Siempre tan valiente, pero también creo que te pusiste en riesgo, estábamos muy preocupados por ti

-Lo sé...

-Estoy feliz de que estés bien

-...

-Pero quiero que te cuides hermano, y quiero verte ya

-Yo igual mocosa

-Te quiero, te quiero mucho, mucho muchooo

-Niña...

-¿Si?

-Igual, incluso más de lo que puedo decir o demostrar

-Lo sé, y solo me hace quererte más

La llamada término, la niña feliz y el, el con la mirada en el móvil mirándolo melancolicamente, la puso en la mano de Morinaga de nuevo. El viaje fue tranquilo, en cuanto Souichi lanzaba el más mínimo quejido el auto se paraba y todos bajaban del auto para revisar que todo marchará bien, Souichi se enfadaba por tal acción, y simplemente les grito que lo único que quería era llegar pronto a casa, pararse no ayudaría en nada.

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