Primer dia: Padres

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Al despertar el sol tan potente como siempre, es que el sol en este lugar tan escondido de su pasada siempre brillaba profundamente, era hermoso, pero solo le causó una fuerte molestia, se dio cuenta de que ya era tarde, era molesto tener que levantarse, empezó a querer huir por la ventana, pero se burló de si mismo al darse cuenta de estaba en el segundo piso, empezó a despertarse un poco más, escucho a alguien tocar la puerta delicadamente, y una voz simplemente informo de manera amable que era tarde
-Cariño, baja que debemos desayunar
-No desayunare madre
-¡Oh! Cariño, debes comer no dejes que eso te afecte, además tu padre y yo te hemos estado esperando un buen rato
-¿Me han esperado?
-Por supuesto cariño ¿bajaras?
-De acuerdo
-Genial tu padre estará muy feliz de al fin verte

Escucho los tacones bajar, casi podía verla caminando, pensó en darse un baño, pero  considero que terminaría muy tarde, optó por solo peinarse un poco y bajar lo más pronto posible, antes de bajar intento llamar de nuevo a su hermano, a pesar de ser sus padres no podía más que sentirse incómodo al estar solo con ellos, su hermano sería un buen apoyo, empezó a bajar y pudo oler el delicioso desayuno, se detuvo antes de entrar a la cocina, podía sentir a su padre adentro con una taza de café y un periódico, imagino que cuando los volviera a ver estaría acompañado, sus opciones eran claras, su hermano, y su amado, pero se encontró solo en una casa que ya no podía llamar hogar, quizá debía pensarlo dos veces, pues lo que solía llamar hogar al parecer era un error, los dos hogares que alguna vez conoció, le destrozaron el corazón, finalmente dio un paso, vio a su madre sentada tomando el té, al verlo se sorprendió, creyo que no bajaría, vio a una mujer cocinando, era bastante inusual que comieran en la cocina, pero supuso que ahora que solo eran dos personas no solían usar tanto en comedor, entonces su vista se fue a su padre, un hombre alto y con una excelente postura, con el cabello un poco gris y los ojos siempre enfadados, sus padres habían envejecido, vio sus ropas, eran cómodas, pero no dejaban de tener cierta clase, su padre no llevaba un traje como siempre, solo un pantalón y camisa, incluso llevaba aun unas pantuflas, pudo ver algunas de las arrugas en las frentes y ojos de aquellas a los que tanto necesito, la mirada de su padre se dirigió a su hijo, se veía sumamente enojado, como siempre, en realidad aún si no estuviera enojado tendría esa mirada, no tenía el ceño fruncido, pero parecía que podía arrancar el alma con sus ojos, a pesar de eso pudo percibir la sorpresa en su mirada, casi puede jurar que escucho que tragaba en seco, le pareció imposible, pero incluso vio miedo o nervios escondidos, se acercó a ellos lentamente

-Buenos días padres, madre- hizo esto último saludando específicamente a la mujer, después vio a su padre levantarse, recordó cuando lo despreciaron y le miraban con asco, se acercó a él y extendió su mano a modo de saludo

-Buenos días, padre

Pero se quedó esperando la mano, alzó la mirada que por instinto bajo, y entonces simplemente no le dio tiempo de nada más, por que el hombre lo atrapo en un fuerte abrazo, le tomo fuertemente como si fuera el hijo perdido, al que hubieran buscado por mar y tierra hasta simplemente terminar esperando un milagro, y entonces el milagro hubiera aparecido delante de el, pudo ver su mirada un segundo antes del abrazo, entonce la mirada siempre enfadada de su padre se convirtió en una mirada arrepentida, dolorosa, ese hombre siempre exigente parecía querer llorar, como si la vida no le alcanzará para arrepentirse, pero sobre todo como si su hijo fuera un fantasma, pero el fantasma por el que había pedido todos los días, el milagro que espero cada día, esa mirada, que igual vio en su madre cuando llego apenas ayer, como si fuera una sorpresa su llegada, ella ya lo esperaba, pero probablemente el verlo llegar significaba seguridad, que lo había conseguido, no perdería a su hijo de nuevo, no se lo arrebatarian de nuevo, no lo permitiría, eso decían sus miradas.
Morinaga no quería terminar el abrazo, su padre tampoco, pero como por arte de magia el abrazo lo rompieron los dos, pudo ver que su padre se sintió un poco avergonzado, pero también que no le importaba, escucho su voz como una ola, la ola que llega después de una enorme sequía

-Siéntate, hijo, vamos

Morinaga se quedó sin palabras y tomo asiento, mientras observaba a la mujer que cocinaba servir los platos

-Tienes tanto que contarnos muchacho- se río sonoramente- al fin estas en casa hijo

-Si padre

-Dime como te va en el trabajo ¿todo bien?
-Si, todo bien, ahora estoy de vacaciones así que, la verdad no quiero hablar de trabajo
-Jajaja, bueno hijo, la verdad yo no tomo vacaciones, pero vendría tu, vaya que valía la pena tomar unas por este par de semanas
-Es verdad, tu padre a cancelado un montón de cosas solo para estar con nosotros
-Oh, mujer, no han sido tantas cosas, además quizá el muchacho quiera salir por ahí a ver el pueblo
-No te preocupes padre, realmente vine para estar con ustedes
-¿ves?, Morinaga si quería vernos
-Mujer
-¿madre?
-Oh, no es nada cariño, tu padre que estaba atemorizado como un niño por tu llegada, creyo que no vendrías, que no querrías verlo
-Entonces tendría que ir yo mismo a buscarte hijo
-Ja, no deberían preocuparse tanto por eso
-En realidad, ¿como podrías querer vernos?, después de todo
-Tu madre tiene razón, fuimos muy duros contigo hijo
-Pero... ¿Qué quiere decir todo esto?
-Nada, muchacho, realmente estamos arrepentidos por todo aquello
-Eso,¿eso quiere decir que ahora lo aceptan?
-¿Que cosa cariño?
-Eh, esto, que yo sea g...
-Cariño, hace un tiempo vino tu Kunihiro a explicarnos un montón de cosas, pero nosotros reaccionamos terriblemente mal, igual que contigo, vino a decirnos que se enamoró de un joven, y que dejaría a su esposa, actuamos por impulso, y se fue, pero antes de irse nos dijo algo que nos hizo pensar mucho, sobre ti, vino a abogar por ti, no quisimos escuchar razones, pero la verdad es que...
-Muchacho, son nuestros hijos, lo último que queremos es hacerles daño, y  no queremos perderlos, ya no queremos cometer los mismos errores, a sido suficiente, por eso tu madre igual hablo con Kunihiro, el acepto nuestras disculpas
-Pero, ustedes aún no lo aceptan verdad
-No es facil que cambiemos de un momento a otro, sobre todo si todo este tiempo hemos estado seguros de tener la razón, pero queremos intentarlo, nosotros ya no vamos a oponernos, al final de cuenta es su vida, nosotros no tenemos derecho a estar en contra de lo que ustedes sienten, ¿verdad mujer?
-Si..., por supuesto

Morinaga comenzó a llorar a la mitad de las emotivas palabras de sus padres, se apresuro a darles un abrazo, se sintió al fin en paz al respecto de ese tema, la verdad era que paso amargos momentos torturadose por esa etapa de su vida, saber que al fin volvía a recuperar a sus padres y que no sería rechazado por ellos de nuevo la hizo inmensamente feliz, pero sería completa y verdaderamente feliz si Souichi se encontrará ahí, siempre imagino la felicidad así, su familia de sangre, su familia de vida y su amado, juntos, pero tal parece que no podría tener ambas cosas, dejó el abrazo

-Entonces, hijo ¿que quieres hacer hoy?
-¿Ah?, mmm, no se, no se me ocurren muchas cosas que hacer por aquí
-jaja, es cierto, no hay mucho que hacer
-Pero...
-¿Qué cariño?
-¿Podríamos salir mañana?, hoy podríamos solo ver unas películas
-Claro, deben existir un montón que desconocemos, pero vayamos a comer fuera

Se acomodaron en la sala a ver unas películas, que en realidad estaba siendo súbitamente ignorada por las voces contentas de los tres, comiendo palomitas y haciendo comentarios al respecto de lo que veían, realmente era irreal, es que nisiquiera cuando era un niño solían hacer cosas así, es que verlos sonreír y hacerlo con ellos le servía bastante de consuelo, empezó a creer que lo lograría, podría superar a Souichi, pero... Llego la noche, y después de risas, y unas amenas pláticas tuvo que dar las buenas noches, quedándose solo nuevamente y extrañando como loco el hermoso hombre que dejó kilómetros atrás, deseo tenerlo ahí, pero igual se apresuro a dormir, quería despertar lo más pronto posible para al fin poder seguir consolandose con sus padres, para sentir de nuevo que podría olvidarlo, a pesar de eso, su último pensamiento fue de nuevo únicamente dedicado al que amaba tanto que apesar de apenas llevar un día sin el, ya empezaba a extrañarle más que cuando habían pasado dos meses sin verle, es que esta vez creía era para siemrpre

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