Adiós

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Entonces se levantó, despacio, limpiando sus lágrimas con el corazón roto, tal vez dejando trozos en el suelo, se levantó tras tomar aire, y se levantó con una idea, con una decisión tomada, pero pensando que quizá no debería tomarla, se levantó como si todo hubiera terminado pero sumamente decidido, y frente al hombre que amaba tanto al fin rompió el silencio en el que fue abandonado y dejado como si fuera basura

-Bien, tomaré mis cosas Senpai, perdone si le digo así por última vez, no le veo el caso llamarle por su nombre, si será la última vez que se lo diga, yo... Lamento verdaderamente haberle causado tantas molestias, le agradecería que me despidiera de su bella familia, y de todos incluso del idiota de Isogai, y agradezco todo el tiempo que me regalo, quiero que sepa que yo siempre quise lo mejor para usted, si yo no sirvo me iré, pero quiero que nunca olvide que lo a...
-De acuerdo, yo les diré, te dejo a solas para que recojas, espero que no te tardes por que solo te doy un par de horas, tu sabes bien que entre más rápido mejor

Y así el de cabello largo salio sin decir nada más, Morinaga no atinó más que a caminar apresurado a la ventana solo para ver a su Souichi doblar la esquina sin mirar atrás, y en cuanto aquel dobló la esquina, ambos lloraron, rompiéndose totalmente y estrujandose el pecho fuertemente, tratando de contener los llantos para al final dejar que fluyeran como ríos, apenas podían abrir sus ojos y escuchar el viento, en un corazón se repetían las palabras crueles y en otro los ojos llorosos, sabiendo que no tenía perdón, se incorporó y tomo un taxi, pues noto que ya había gente acercándose, se dirigió a la casa de su Tía, quien ya lo esperaba con los brazos abiertos junto a una chiquilla, y le abrazaron, pero tras unos breves minutos el solo se dirigió a su habitación, sabía que no merecía consuelo, dejando aquellas damas con una gran preocupación, mientras Morinaga empacada todo lo suyo, y riéndose amargamente de como fue tan iluso de pensar que ambos se pertenecían mutuamente a este amor, y encerró sus cosas en cajas, tratando de pensar si había guardado su corazón, solo para darse cuenta que lo había visto doblar la esquina, llamo un servicio de mudanzas, sabía a donde iría, había estado indeciso sobre eso, y esperaba que de ir, sería con su Senpai, pero ahora no dudaba, había sido bastantes años y probablemente le haría bien verles, le consolarian, y podría olvidar su gran tristeza, estaba todo arriba de la camioneta, solo faltaba el, pero quiso despedirse de aquel lugar que tantos momentos hermosos le había dado, escucho la puerta tras el, por un segundo pensó que era el tipo de la mudanza y casi le grita enfadado que debía darle más tiempo, pero sin voltear noto que el lugar se volvió a impregnar de aquel olor, giro repentinamente, aún tenia los ojos llorosos

-Esperaba que ya no estuvieras aquí, parece que lo haces incómodo a propósito Morina...

-Nada de eso, yo solo me despedía de este hermoso lugar
-No hagas eso, como si fuera hermoso, deberías de olvidarlo, como yo lo haré
-¿Podrías olvidarlo?
-Eso es lo que más deseo en la vida

Morinaga tomo la última maleta y se dirigió a la puerta, tan solo para detenerse y girar de nuevo, Souichi revisaba unos papeles aun de pie, ¿sin expresión?

-Senpai...
-Dijiste que hace un rato sería la última vez que me llamarias así
-Lo siento, solo quería decirle que yo... Yo estaré viviendo en el lugar al que llamó hace tanto tiempo, si algún día me busca yo estaré con mis padres...
-Callate, por favor... Callate, ¿Por qué lo complicas tanto?, yo... No quiero saber donde estarás, será mejor que nisiquiera me lo digas, si me lo dices tendrás la esperanza de que te buscaré algún día, yo no te quiero dar esperanzas ya, no te buscaré, así que termina con todo esto ya- esta vez lo dijo bajando la mirada, sin verlo y un tanto inseguro, lo dijo calmado, tratando de contener la calma pero le miro de frente y vio como Morinaga le dedicaba una sonrisa triste con los ojos bien cerrados

-¿Entonces eso será todo?

Souichi no respondió y el otro comenzó a salir lentamente, y simplemente para no quedarse sin decírselo pronunció

-Te amo Senpai, te amo tanto que nunca supe que hacer con este amor, ahora menos sabre que hacer con todo esto, pero solo quiero que lo sepa- se le comenzó a quebrar la voz- yo lo amo... Souichi adiós

Cerro la puerta después de esto, subió a la camioneta y dio la indicación para avanzar

Souichi se quedó estático en el lugar, viendo la puerta y con una mano un poco levantada, esperando quizá así mismo, deseando con todas sus fuerzas ir tras el, pero repitiéndose que era mejor así, y escuchando con el motor de una vieja camioneta como se le hiba una gran parte de su vida.

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