Cosas Del Destino

un sentimiento devastador.

04 de enero del 2019 Boston estados unidos

Entonces estoy ahí., viéndola a escondidas desde el pasillo de limpieza gracias a un espacio que ha quedado al mover dos detergentes en el estante. Es impresionante lo hermosa que es, su cabello ondulado, negro, sus ojos miel claros, brillantes, su piel lisa, morena, clara, sin manchas como de porcelana, su cuerpo tonificado de gimnasia son impresionantemente perfectos., jamás me había perdido de esta manera por una mujer, y mucho menos por una completa desconocida.

"¿No crees que ya es mucho tiempo de estar viéndola a escondidas?", alega mi conciencia al sentir culpa por lo que hacía; tenía que hablarle o en su defecto continuar con mi caminó, no era normal en mí quedar atrapado de esta manera por algo o alguien (es hora de continuar mi camino, me susurro a mí mismo de forma casual alejándome del mostrador)., pero justo cuando doy un paso hacia atrás para alejarme del estante y seguir las compras, tropiezo con un sostenedor de escobas que estaba en mi espalda que a la vez cae en la canasta de jabones de ropa y hago un gran desastre tirando todo al piso en el pasillo de limpieza irónicamente.

Todos de inmediato voltean hacia atrás y logran ver el desastre que había provocado, incluyendo la chica hermosa de hace un momento que yo espiaba, estaba realmente apenado, no habían pasado ni dos minutos cuando ya me había dejado ver en ridículo.

Me agacho intentando disimular lo que acababa de pasar y empiezo a recoger las escobas., estaba realmente apenado de tener a muchas personas susurrando a mis espaldas y viendo el caos que provoque en la tienda; no me dejaba de repetir en voz baja "qué idiota soy" "debería de dejar de ser tan descuidado": pero una voz muy particular interrumpió mi conversación y agrega con extrema dulzura y empatía las siguientes palabras;

- Yo no creo que seas un idiota, solo un chico listo con poca suerte- (luego suelta una risa simple).

Al mirar hacia al frente me di cuenta de que era la hermosa chica de hace unos segundos que veía a escondidas en el pasillo, estaba justo delante de mí, agachada, ayudándome a recoger los productos; ella se inclina hacia donde yo estaba y me mira con ternura y pena, con su mano izquierda quita su cabello de su frente para dejar ver mejor su rostro y suelta una sonrisa ligera, pero al mismo tiempo encantadora que me robo por completo la respiración.

No supe bien qué decir después de ese instante, recuerdo haberme quedado sin palabras justo en ese momento., mi mente estaba llena de miles de preguntas y mucha ansiedad por saber tantas cosas de ella, pero en los dos minutos que nos demoramos recogiendo todo del suelo mi boca no pudo pronunciar ni una sola palabra. Ella sin más se marchó del lugar siempre con una sonrisa en sus labios y con gran ternura y simpleza, Mientras tanto yo quedaba con un nudo en la garganta y con cientos de dudas queriendo ser respuestas con urgencia... al final no pude ni preguntar su nombre. Cuando quise tomar el valor de acercarme a hablarle y agradecerle, ella ya no estaba, y la intenté buscar por todos los lugares que podía estar, pero ya no la pude encontrar.

Al final me enamoré de tu sombra y de tu esbelta silueta

Anoté miles de oraciones bonitas que quise decirte en las hojas de mi libreta

Pero cuando amaneció ya no te aparecías por ningún lugar, te fuiste volando como una cometa

Y yo quedé solo esperando algo que nunca paso, como un niño quedo esperando su premio después de una rabieta.