La hija de mis padres

No juegues con fuego

Marcos y Antonia se encontraban en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, tenían unas vistas magnificas ya que se encontraba en el último piso de uno de los edificios más altos del país.

- No debiste molestarte, este lugar es muy fino y los precios están bastante elevados.- decía Antonia.

- El dinero no es un problema para mí, conseguiste mi pasaje.- decía Marcos sonriente.

- Si, cuando regresemos a la oficina le doy todos los detalles sobre su vuelo.- decía Antonia.

Enrique y Marisol se encontraban reunidos en la oficina a Enrique le había llegado un fax con el nombre de todas las personas involucradas en el desfase de las cuentas.

- Marcos quiere salir del país, y al estar en una investigación tan grave no le es posible, tenemos que hacer que desista de ese viaje o no quedara más remido que capturarlo.- decía Enrique.

- Si atrapan a Marcos no podrán capturar a los mafiosos que están detrás de este asunto, tendríamos que irnos del país.- decía Marisol.

- en un año Lucas se ira a estudiar a estados unidos, cuando él se vaya nosotros tendremos que tratar de resurgir las empresas, y con semejante escandalo no podremos dejar solos a tus papas, no después de todo lo que han hecho por nosotros.- decía Enrique.

- Tienes razón, espero que Marcos algún día se arrepienta de todo el daño que nos está haciendo.- decía Marisol.

Christofer salía del vestuario, les tocaba natación de lo contrario se hubiera quedado con el uniforme empapado hasta que secara.

- Por qué eres tan idiota.- preguntaba Patricia.

- Idiota tú amiga, está loca, me tiro el agua delante de todo el comedor, tiene que ir a un psicólogo.- decía Christofer.

- Si, definitivamente tiene que ir a un psicólogo no entiendo cómo puede estar enamorada de un patán como tú.- decía Patricia mientras se marchaba enojada.

- Enamorada de mí, Christofer no dejaba de pensar en lo que le había confesado Patricia.

Helena llegaba a la cocina, muchachos cambio de planes, el negocio se hará pronto, cuanto antes mejor, para que vamos a esperar hasta fin de mes, quiero que aumenten el ritmo de producción.

Antonia entraba a la oficina de Enrique.

- Marcos ha estado los últimos dieciséis años buscando a una persona, ha contratado a un detective privado para dar con su paradero y el detective está a punto de dar con ella.- decía Antonia

- A quien ha estado buscando con tanta instancia tiene que tratarse de alguien muy importante porque nadie se para la mitad de su vida buscando a otra.- decía Enrique.

- Espere a que se fuera su mujer para poder venir y hablar con usted, se trata de algo muy delicado, y que lo afecta directamente a usted y a su mujer, la persona que marcos busca se conoce con el apodo de la Caracola, es una de las mujeres más buscadas en el interior y fuera del país, se le acusa por delitos de sustracción de menores, hurtos y en los últimos años venta de órganos.

- Para que la estará buscando Marcos y que tiene que ver eso con nosotros.- decía Enrique sin entender nada.

- Conoce alguna de las personas que aparece en estas dos fotografías o las ha visto alguna vez en su vida?- preguntaba Antonia enseñándole un retrato

- a esta joven no la he visto nunca en mi vida su rostro me parece familiar pero no, no la conozco ni la he visto pero a esta de aquí sí ha pasado bastante tiempo pero recuerdo perfectamente es la campesina que ayudo a dar a luz a Marisol donde murió nuestra pequeña pero logro sobrevivir Lucas.- decía nervioso Enrique.