Tutor 《Maylor》

n i n e.

Era común para Brian ir pensando en cosas mientras caminaba por la calle pero no solía estar tan distraído como hoy.

Lunes en la tarde después de la escuela. Por lo general este momento era especialmente difícil porque acostumbraba dormirse tarde el domingo, por consecuente estaría tambaleándose de sueño de regreso a casa. Mas este día en particular era diferente. Desde el sábado después de dejar la casa de los Taylor (e incluso en la segunda parte de su sesión de estudios con Roger) había algo que no podía sacar de su mente. Y es que no era muy acorde a su personalidad el ser impulsivo. O sea, ¿de qué otra forma podía explicar ese beso... O casi beso, que le robó o casi le robó a Roger?

No le gustaba. ¿O sí?

Es decir, Roger era lo más cercano que había tenido a un amigo aunque eso sonara un poco triste considerando la edad de Brian. Podría ser que estuviera desarrollado sentimientos más fuertes por el chico rubio, pero aún así no tenía ningún sentido. ¡Lo acababa de conocer! Brian culpaba a las hormonas.

Su sexualidad nunca había sido un misterio para Brian. Era gay. No fue una conclusión difícil a la cual llegar, siempre se había sentido atraído sólo hacia hombres. Nunca en su vida se había sentido atraído sexualmente por una mujer. Y para ese entonces ya había hecho las pases con ello. Aunque eso sí, no le había dicho a sus padres. No sentía la necesidad a decir verdad, es decir, ¿para qué decirles si de todas formas probablemente no encontraría una pareja en un futuro cercano? Eso sin mencionar que se ponía en peligro, por decirlo de alguna forma. Sabía que sus padres estaban en contra de la ilegalización de la homosexualidad en Reino Unido, pero Brian no tenía idea de cómo reaccionarían si les dijese que él se veía directamente afectado en lo que a ese tema concernía. Pensaba mantenerlo en secreto lo más que pudiese.

Otra cosa que se repetía en su cabeza una y otra vez sin descanso era el pequeño detalle de que Roger no se había alejado de él cuando rozó sus labios con los suyos. Ni siquiera se alejó cuando puso sus labios en su mejilla y hasta pareció disfrutar su contacto. Una sonrisa boba se extendió por los labios de Brian recordando la imagen de Roger cerrando sus ojos ante la sensación del beso en su mejilla.

Caminar distraído por la calle no era buena idea, se confirmaba más por el choque que había sentido Brian de otro cuerpo contra el suyo, seguido de un golpe en el pavimento indicando que la otra persona había caído al suelo. Brian por su parte logró mantener el equilibrio y lo recobró antes de que pudiera caer.

─Lo siento. ¿Estás bien?

El otro chico, quien tenía el cabello negro y largo hasta los hombros, asintió y se levantó del piso tomando la mano que Brian le había ofrecido para ayudarle.

─Oh, Dios mío. ¿Puedes fijarte si mis pantalones están muy sucios de atrás, querido?

El chico de gran dentadura con un estilo único se volteó dándole la espalda a Brian para que este pudiera ver con claridad sus pantalones blancos por atrás, aún así manteniendo su cabeza mirando a Brian quien negó con la cabeza ganándose un suspiro de alivio por parte del chico.

─Ugh, gracias a dios. ¿Sabes lo difícil que hubiera sido limpiarlos?

El chico parado frente suyo le sonrió mientras lo escaneaba con la mirada de arriba a abajo y si no fuera porque lo acababa de conocer, Brian creería que estaba juzgando su cabello puesto que se le quedó mirando unos segundos mientras arqueaba una ceja para luego volver su mirada a los ojos de Brian y extender su mano.

─Soy Freddie. Freddie Bulsara.

Brian tomó la mano contraria estrechándola.

─Brian May.