Tutor 《Maylor》

t e n.

─¡Ah!─ Ruth soltó un pequeño grito tan pronto vio a su hijo y su nuevo peinado, mientras una sonrisa se extendía rápidamente por sus mejillas.

Brian sintió su cara caliente y no pudo evitar mirar hacia abajo, apenado, mientras en un movimiento lento cerraba la puerta de enfrente por la cual acababa de entrar tan sólo hace unos segundos.

─¡Mi niño! Te ves tan guapo.

La señora May se acercó rápidamente y envolvió en un abrazo a Brian quien no pudo evitar sonreír como su madre. De repente, Ruth lo separó de ella tomándolo por los hombros y mirándolo con grandes ojos.

─¿Por qué no me dijiste que ibas a ir a cortarte el pelo? Pude haberte dado dinero.

El ceño de Ruth se frunció con arrepentimiento y en su voz también se reflejaba esta emoción.

Ahora Brian se encontraba con un estilo de pelo un poco parecido al de Paul McCartney, justo como había sugerido Freddie quien a los ojos de Brian tenía muy buen sentido de la moda y el estilo y valía la pena escuchar y tomar en cuenta su opinión. Había ido el jueves después de la escuela a su peluquero de siempre y le había pedido exactamente lo que Freddie le había dicho.

Brian se apresuró a negar con la cabeza a lo que había dicho su madre con la intención de reconfortarla.

─Tenía dinero. No fue muy caro.

Brian le sonrió intentando tranquilizarla.

Tan sólo el día anterior había hablado con Freddie acerca de su pelo y esa conversación hizo que se decidiera a cambiar su estilo, y más porque ya se había dado cuenta hace unos días de que necesitaba un corte de pelo.

Además ahora tenía una razón para querer verse lo mejor posible. Así es, lo aceptaba. Esta conclusión a la que le había costado un poco llegar, mas no porque no fuera obvia sino por miedo a que el otro chico no se sintiera como él lo hacía, era: Definitivamente sentía algo por Roger. Le gustaba. Su pelo color rubio que Brian anhelaba poder acariciar alguna vez por su apariencia suave; su aroma; su rostro de bebé sin imperfección aparente; sus ojos azules intensos, que definitivamente podrías perderte en ellos de tan sólo quedarte mirándolos por unos segundos; su voz rasposa que de alguna manera contrastaba con su rostro angelical pues mientras su apariencia podía ser un tanto androgina o femenina, su voz era masculina y fuerte; su risa; esa sonrisa infantil tan característica suya. Tal vez era muy pronto para llamarlo un enamoramiento pero Brian sabía que iba para ese camino.

─Hay cosas que me tocan a mí pagar, tus cortes de pelo siendo de ellas.

Su madre le intentó convencer pero Brian podía sentir como estaba orgullosa de que tomara las cosas en sus manos. La sonrisa de Ruth, la cual no había abandonado su rostro aún, se hizo más grande, llegando casi de oreja a oreja mientras veía de nuevo el cabello de Brian.

─Te ves muy bien.

Brian le correspondió la sonrisa y no pudo evitar pensar en la reacción de Roger cuando lo viera el sábado. Una pizca de nerviosismo se instaló en su ser al recordar dicha cita y sobre todo al recordar que casi había besado a Roger el sábado anterior, pero intentó calmarse. La noche del miércoles, el día anterior, misma noche en que Brian por fin había logrado descifrar el más que obvio dilema de su atracción hacia Roger, había decidido ver cómo se comportaba el chico rubio cuando lo viera. Si estaba incómodo entonces Brian se disculparía, muy a su pesar porque lo que más había querido era haber besado a Rog cuando tuvo la oportunidad y decir que había sido todo un error era una mentira muy grande. Si no estaba incómodo y no lo mencionaba entonces Brian tampoco lo haría e intentaría ganarse a Roger poco a poco, aunque dudaba poder lograrlo. El sueño y cansancio que tenía esa noche hicieron que Brian no quisiera pensar en otros posibles escenarios del sábado siguiente y se dijo a sí mismo que lo mejor sería sólo dejarse llevar por lo que pasara y por lo mientras distraerse con su nuevo conocido y posiblemente amigo, Freddie.