[🌸] s i x t e e n.

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Su cama se hundió bajo su peso y la fuerza con la que se había aventado Roger hizo que rebotara levemente sobre el colchón. El rubio dejó salir un suspiro contento mientras miraba al techo distraídamente.

Como el chico impaciente que era, las ansias desbordaban de Roger. Estaba de más decir que no podía esperar a que amaneciera lo más pronto posible para poder ver de nuevo a Brian y sobre todo, para poder besarlo de nuevo.

Roger se quitó la ropa, aún sin poner mucha atención a lo que estaba haciendo y poniéndole más atención a sus pensamientos. Quedó sólo en ropa interior y en una de las playeras blancas interiores que siempre usaba debajo de la camisa o playera que se pusiera en el día. Generalmente así dormía, no le gustaba usar mucha ropa al dormir, nunca le había gustado, ni siquiera cuando hacía frío o estaba nevando fuera.

Apagó la luz de su cuarto y se metió debajo de las cobijas, una vez cómodo cerró sus ojos. Regularmente pensaba en los acontecimientos de su día antes de dormir, esto podía ser contradictorio para algunas personas pues pensar mantenía la mente despierta pero para Roger era distinto, a él pensar en las cosas buenas de su día lo calmaba; eso sí, no deambulaba mucho por sus recuerdos y no se detenía a analizar los acontecimientos, más bien era como si le pusiera play a sus recuerdos como si fueran una película y Roger fuera meramente un espectador de lo que se estaba reproduciendo en su cabeza.

No diferente a ninguna otra noche, Roger se puso a hacer eso y repitió en su cabeza los acontecimientos del día los cuales habían sido más que felices. El haber por fin confesado sus sentimientos por Brian (aunque en realidad no hubo ningún momento de confesión por palabras, las acciones de ambos hablaron por sí solas) se sintió extremadamente liberador, ahora sentía que una parte de él, que nunca había sabido que le faltaba, estaba completa. Cada pequeño gesto, cada pequeña caricia, cada pequeño momento vergonzoso, se sentían en el lugar correcto; todo estaba correcto si lo vivía al lado de Bri.

Qué tal si mañana...

Roger abrió los ojos de golpe y un sentimiento de nerviosismo se expandió por todo su cuerpo al pensar lo que todo adolescente pensaría en su posición.

En una casa completamente sola muchas cosas podían suceder.

Aunque en un principio Roger sólo había estado emocionado por el hecho de que no tendrían que ocultarse eternamente en su cuarto y que podrían besarse cuando quisieran y en cualquier parte de la casa que quisieran, ahora otro tipo de pensamiento había despertado en él.

¿Pero, y si no quiere hacerlo conmigo?, Roger pensó recordando como esa misma tarde cuando estaban besándose y se había emocionado un poco (completamente normal para un chico de su edad dando su primer beso, por cierto), Brian lo notó pero no quiso hacer nada. Sí, seguro, Roger le había dicho que quería parar por un momento pero quizás el pequeño muy en el fondo había esperado algo más. Tal vez un poquito de insistencia. Probablemente Brian no lo había hecho por la razón de que Winifred y Clare estaban en la casa, pero la mente pesimista de Roger no podía evitar pensar que quizás se trataba de algo en él que hacía que Brian no lo viera de esa manera. Ahora Roger se sentía un poco mal por pensar eso.

Y eso de no quedarse a analizar sus recuerdos y acontecimientos del día se fue a la mierda.

Brian sí que ponía su mundo de cabeza.

─────

─De acuerdo, dejé los números de emergencia y el número de la pizza pegados en el refrigerador. ¡Oh! El dinero está en el mueble de al lado de la ventana y también hay algo extra por si necesitan lo que sea. Regresarémos a eso de las 6.─ la señora Taylor no dejaba de hablar, claramente preocupada por dejar a los chicos solos en casa. ─ Ah, ¿Seguro que no quieres que me quede, Roggie? Tu padre puede llevar a Clare sin problema...

Tutor 《Maylor》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora