Tyler:
«¿Quién te asegura que Josh no está sufriendo?». Esa pregunta retumbaba en mi cabeza. Una y otra vez. Me atormentaba. Corrompía lo poco que me quedaba de cordura.
Mi escenario era poco esperanzador. Desde que Laura se fue del hospital, me quedé junto a Josh, sentado frente a la ventana. Ya habían pasado un par de horas. Trataba de no enloquecer con los sonidos repetitivos de aquellos aparatos conectados a su cuerpo.
Parecía dormido, pero era evidente que no se trataba del mismo Josh que llegó aquí el primer día. Sus manos estaban frías, estaba más delgado y pálido de lo que se acostumbraría ver en una persona sana. Verlo así solo me recordaba una cosa... Lo estaba perdiendo.
«¿Quién te asegura que Josh no está sufriendo?». Mi corazón latía con demasiada fuerza. Las lágrimas se escurrían por mis mejillas, mientras giraba mi anillo de matrimonio sin parar, en un intento fallido por controlar mi ansiedad. Podía ver lo rojo que se había puesto mi dedo anular, pero no sentía dolor alguno o, al menos, no lo suficiente como para que me importara.
Desearía poder hablar con él. De ese modo, podría preguntarle qué es lo que debía hacer, podría decirme cual era la decisión correcta o, al menos, qué era lo que él quería.
«¿Quién te asegura que Josh no está sufriendo?». Una vez más esa estúpida pregunta volvía a mí. «Nadie. Nadie puede saber si Josh está sufriendo». Pensé, harto de cuestionarme lo mismo sin parar.
Lo único que quería en ese momento era esclarecer mis ideas. Quería una respuesta, pero temía que mis deseos nublaran mi juicio y decidiera algo incorrecto para Josh. Después de todo, su vida estaba en juego, pero, ¿Y si eso ya no era vida para él?
Tenía que hacer lo correcto para mi esposo, pero él no estaba aquí para decidir qué era lo correcto para él. Así que, hacer lo correcto se había convertido en algo muy subjetivo para mí. Demasiado complejo como para dejarle esa decisión a un chico tan trastornado como yo.
«Así que... ¿Correcto para quién?». Para la señora Dun, lo correcto era dejar descansar a su hijo, al igual que para el Doctor de Josh. Sin embargo, si me lo preguntaban a mí, lo correcto era luchar por la vida del único verdadero amor que he tenido.
Mi cerebro y mi corazón se negaban a tomar una decisión. En este punto de mi vida, ya no sabía que pensar.
⎯ Hola Ty-Ty, ¿Puedo pasar? ⎯ me preguntó Brendon, golpeando suavemente la puerta de la habitación.
⎯ Claro Bren. Tiempo sin verte, amigo. ⎯ dije limpiándome las lágrimas que aun estaban en mi rostro. No lo había visto hace seis meses.
Después del accidente, Brendon tuvo que continuar con su carrera musical, además de procurar por el bienestar de su familia. A pesar de todo, cada viernes por la noche, me marcaba para preguntar por su mejor amigo. Si había noticias nuevas, para saber cómo estaba yo, o preguntar si podía ayudarme en algo. Brendon era ese mejor amigo que cualquiera desearía tener en una situación así. Era un verdadero ángel.
⎯ Feliz cumpleaños, hermano. ⎯ se acercó para darme un fuerte abrazo, después de dejar en la mesa una pequeña tarta. ⎯ Al parecer, no hemos perdido la costumbre de llorar cada que nos reunimos, ¿Eh? ⎯ dijo sonriendo mientras se frotaba los ojos, los cuales se habían cristalizado al verme tan abatido.
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DON'T FORGET ME [Joshler]
Fanfiction-Aún lo hago... -¿Hacer qué, amor? -Mantenerme con vida...